El grito no dejo de sorprenderme, nunca deja de
sorprenderme. En el otro surtidor de la estación de Piedra del Aguila estaba
sonriente como siempre el inefable Abdul.
¿Cuánto hacia que no
lo veía? Ya ni me acuerdo, absorto en ese recuerdo unos brazos grandes me
agarraron por el espalda y sentí el
grito aún más fuerte de ¿Qué haces Rusvi?. Seguido con un grito a los playeros ¡Ojo que no se les vaya sin
pagar!. Me di vuelta cuando me solto y me encontré de cara a Ricardo.
Abdul y Ricardo juntos, ¡mi madre! Diría mi viejo.
Cuanto hace que no veía a Ricardo, la última era el
responsable de seguridad de una terminal, las anteriores, siempre ligadas a “servicios de seguridad”
mejor ni recordarlas.
Bueno un café me podía permitir, no me gusta demorarme en
las estaciones de servicio, pago la demora con cansancio horas después, pero no
me iba a perder una charla y enterarme que hacen Abdul y Ricardo ni en pedo. Lo
que se dice enterarme es una utopía, seguro que me iban a meter cualquier bolazo.
Ricardo encarga cafés para todos a los gritos, nunca pasa
desapercibido en esos encuentros y me dice: ¿Qué haces progre?. Los rati le
metieron la puntita a tu intendente.
¿De que hablas? Le digo. Ivan esta bárbaro.
No te hagas el gil, Caleuche, de él hablo. Un poco más y le
roban a él la billetera. Necesita más canas y patrulleros, me chicanea
sonriente.
Abdul lo mira y calla.
Si, le contesto, es lo que quiere la gente “más mejor” de la
sociedad bolsonense.
Me mira fijo y me dice: Rusvi ¿no te parece sospechoso que
afanen a todo el mundo, rompan las vidrieras y los vidrios de coches en plena
avenida, a dos cuadras de la comisaria?. No te parece sospechoso que le afanen,
en menos de un mes, al presidente del Consejo Deliberante, y a las dos mujeres
más conspicuas del radicalismo bolsones, pegándoles encima.
Bueno le contesto, todos no , al chaqueño no lo afanaron todavía.
Ni lo van a afanar, este es un asunto de los “rati”, ellos
están implicados, por acción juntando cabezas y señalando blancos, por omisión
no haciendo nada ni agarrando a nadie. Y afanar al chaqueño es una estupidez,
no comen vidrio, el chaqueño es “el “candidato” de la “seguridad” y por
propiedad transitiva de la policía brava. El tiene cobertura aunque no la pida.
¿vos estas tan seguro que los rati son los que operan?
Como que era cana me dice. Y, en tono de burla, agrega: Yo la
se lunga, se cómo se arma esto, te diría que es tan obvio que me da vergüenza ajena.
Caleuche está en el horno. No tiene forma de parar esto, ya lo putean, y van a
armarle una manifestación mayor. Si hasta se afanaron en el mismo “consejo de
seguridad”, para dar muestras de impunidad total. Pero no hay impunidad, hay
complicidad. En algún lugar, quizás en el canal de aire de la Avda. San Martin,
me dice serio, allí se le junta la gente que opera con los rati. Date una
vuelta, chicanea.
Abdul interrumpe. Che se hace tarde y se nos va a ir el
vendedor. ¿Vendedor de que , que van a comprar? pregunté.
Una pochoclera, me dice Abdul con su amplia sonrisa.
Rusvi Tahan
