El domingo 5 Julio Anguita nos decía en Miradas al Sur:
“A fines de mayo, con el acuerdo de Moreno, el
precio de un kilo de harina Cañuelas era de 2,59 pesos y el azúcar Dominó debía
costar 2,77. A los pocos días, estos eran algunos de los productos que faltaban
en las góndolas. Anteayer, viernes 3 de enero, se supo que los precios
acordados con los supermercadistas suben: harina Cañuelas 6,35 (145% más) y
azúcar Dominó 6,00 (116% más). Otros productos que también escaseaban seis
meses atrás, como la leche, ahora bajó de precio: saché Sancor de litro
–entera– vale ahora 6,90 y antes valía 7,50. Es difícil saber si los faltantes
o pequeños desabastecimientos obedecían a las llamadas distorsiones en la cadena
de valor o al desdén de los empresarios a la hora de cumplir con un acuerdo que
no contempla como contrapartida sanciones penales o multas. Augusto Costa, el
secretario de Comercio, dijo que el 60% de los productos baja de precio. Pero
antes eran 500 productos y ahora son 100. Además, aquellos eran precios
congelados (voluntariamente) mientras que éstos serán flexibles y conversados.
En las naftas hubo aumentos el 1º de enero en las principales marcas (YPF,
Exxon y Shell) del orden del 7%. Esto se suma a aumentos a lo largo de 2013 que
representan más del 50% en relación al primer día de 2013. Para aventar
cualquier tranquilidad, los expendedores de combustible recuerdan que rige un
sistema de precios libres. El boleto de colectivo aumentó 66%. El de subte pasó
de 2,50 a 3,50 en noviembre pasado y el Gobierno de la Ciudad propone llevarlo
a 4,50 para febrero o marzo.
Los especialistas podrán decir que esto es inflación o adecuación. Podrán decir
que el Indec miente o no miente.”
Acostumbro a analizar una parte de la economía con mi
bolsillo real, la única forma de saber donde estoy parado, yo y mis
circunstancias, es decir mucha gente que me rodea y ve lo mismo.
Hace unos días explique que había un problema de precios y
no de costos y lo mantengo, no obstante creo que alguien debe ser más claro con
todos nosotros.
A mi juicio y con demora de reconocimiento el gobierno
aplicó un ajuste forzado y eso es malo. A mi entender, y siguiendo el relato de Julio Anguita en Miradas al Sur
que encabeza esta nota, todo se reacomodó al dólar a 10 pesos. Con una
salvedad obvia para los que tienen
tarjetas e ingresos altos y pueden comprar dólares o pagar con tarjetas y
descontarlos de sus DDJJ de ganancias si viajan afuera. Esos tipos también
compran las ofertas en los supermercados, en internet y en cadenas de
electrodomésticos sin intereses.
¿era necesario este ajuste?. Quizás si, mejor tarde que
nunca, ergo cuando ya se hubieran quemado todas las naves.
Lo importante fue el cambio de enfoque y el reconocimiento
de la realidad. En la estartegia de Moreno había excelentes ideas y pobres
realizaciones, tal el caso de la ropa popular, en agosto en Walt Mart se me
caia la cara de vergüenza K. al ver tres prendas a la venta en un estantería ostentosa
que decía “Ropa NyP”. Era “irritativo” para mi, imagínense para el resto anti K.
Y eso era solo una perla.
Pero volvamos ¿Por qué digo que todo se reacomodó al dólar a
10 y encima hay sectores, sencillos no hablamos acá solo de Bunge y Born, que
con el arbitraje o legal o ilegal ganan más plata?. Estuve en Bariloche ,
pernocte en una cabaña de 4 personas me cobraron cash $800. Es decir 80 dólares.
Precio de los 90 o más aún. Si era un turista chileno y me iba a la casa de
cambio para obtener cambio hubiera tenido que entregar 123 dólares. Un toco de
guita para precios latinoamericanos.
El cine me lo aplicaron a 5 dólares la entrada $ 50 para los
amigos.
Salir a comer los 4, a un restaurante popular con un vinito
peleón, dirían en España, $400 plato único y
sin postre obvio.
Estuve en una librería una chicas chilenas cambiaron dólares
a 7 pesos para comprar libros, es decir vendieron a 1 peso más que en la casa
de cambio y la librera se quedó con 3 pesos de spread.
Bueno volvamos ahora al nuevo acuerdo de Precios Cuidados,
como señala Anguita los precios se
reacomodaron antes a la nueva realidad, acá, en Patagonia, la yerba Rosamonte vale 35
pesos, volve Yahuar diría mi tía, hace un par de meses nomas estaba 27. Cualquier
gil de lechería sabe que ese 30% es lo que se atajan para el futuro salarial.
La nafta esta a 1 dólar el litro a $10 el dólar, centavos
más o menos, y a dólar y medio al cambio oficial.
Bien hasta acá todo lo que sabemos, junto a los defectos del
control de Moreno, los limites a la política de subsidios, en especial los
energéticos. Pero la pregunta es ¿Qué hacer?
En especial que hacer que los agentes económicos más
insignificantes, un cabañero de la cordillera por ejemplo, actúa igual que aquellos empresarios, los famosos
“Capitanes de la Industria” que le han contestado con el bolsillo al famoso ministro de
Alfonsin, Don Juan Carlos Pugliese.
Como volver a reordenar la economía en un país donde muchos
juegan a la manera de los peores partidos troiskos a ¿ cuanto peor mejor?.
Todos se atajan por si las moscas.
En pocos meses hubo un retroceso salarial, es decir no se
atendió a mejorar la ecuación económica nacional, solo se vuelve al patrón de
acumulación capitalista que se supone repondrá la energía empresaria al pagar
menos costos. Convengamos a las empresas no les afecta el aumento del pan o la
harina, ni tanto el de las naftas, les afecta el de los servicios ( Luz y Gas)
y esos están congelados. Es decir que salvo contadas excepciones empresarias
como las empresas de transporte de mercaderías y personas, que siempre pueden
trasladar sus costos a las facturas como lo demuestra el aumento del boleto de
colectivo entre Lago Puelo y Esquel que se duplico en un año o el de un flete.
La sintonía fina llego con demora, el gobierno tiene
herramientas y gente capaz para superar esto, y la gente no quiere que le
esquilmen todo de nuevo, si se comunica bien, si se tiene grandeza y no juegan
todos al 2015, puede que podamos, por lo menos, “zafar” del retorno neoliberal.
Que esta allí, allí en la foto de Maza con Lavagna y demás fantasmas y en la de
Pino con Cobos.
Rusvi Tahan