lunes, 29 de agosto de 2016

Apostillas mexicanas.
Tuve la suerte de poder visitar Mexico en este mes de agosto. Decir que es un país grande le queda chico, decir que el DF es hermoso y caótico también. 
Un amigo me llevo gentilemente en una rápida visita por ese enorme Distrito Federal.
Quiero detenerme en algunas cuestiones que me llamaron la atención, en primer lugar el buen trato de los mexicanos en general, y no estoy hablando de los que, como los conserjes de hoteles te lo deben a cambio del alojamiento, estoy hablando de la gente en la calle, del común que te habla pausado, te explica, si puede, y siempre te contesta bien.
También es fuerte el impacto de lo que ellos llaman tres culturas, las tradiciones originarias, la impronta española/católica y el México actual sincretico.
Fui con las reservas del caso por las noticias de la violencia cotidiana que muestran los medios, tanto acá en Argentina como allá en México. Es que los medios como los de acá están mucho más ocupados de mostrar la inseguridad callejera que la inseguridad laboral o alimentaria o educativa.
Es impresionante como, al igual que acá, los periodistas económicos están emborrachados de neoliberalismo. Se manifiesta en los cócteles informativos de coatching, mercadotecnia, y demás pedorreces.
Dos temas merecieron mi atención y me ocupe de indagar un poco. El primero y más notorio es la lucha de los docentes mexicanos contra la “reforma educativa”. Hay una construcción del sentido común que los medios incentivan: los docentes no están titulados( o formados como se debería), muchos ejercen sin titulo, muchos han “heredado el cargo”, y muchos no quieren trabajar. Lo de ejercer sin titulo no me llamo la atención porque aquí hay contadores, maestros mayores de obra, psicólogos, etc. ejerciendo sin titulo. E incluso estudiantes avanzados o que desertaron y ejercen sin titulo. Entre otras razones, que el estado obvia y los periodistas no indagan, porque no hay docentes suficientes en algunos lugares y en algunas materias.
La cosa seguro se repite en México. Pero eso de “heredar los cargos” ya era otro cantar.
Asi que con mi compañera nos tomamos el trabajo de ir al acampe que el sindicato de docentes mexicanos realizaba en el DF a preguntar que era de cierto. Y nos respondieron claramente. Como les dije la respuesta que hay docentes no titulados fue similar a la que daríamos aquí. Mucho mas jugosa fue la respuesta sobre los heredados, allí se nos explico que durante muchos años el Partido del Gobierno -el histórico PRI- y la conducción del sindicato estaban mutuamente vinculados, es más la dirigente histórica hasta hace una década , que había permanecido en su cargo durante muchos años tuvo una conducta venal y en acuerdo con la dirigencia del PRI ubicaron amigos y parientes en el sistema educativo, además de llenarse los bolsillos. Hoy , desplazada y presa esa dirigente y sus socios, la situación es muy distinta, aunque seguro en algunos lugares aún conservan cargos algunos acomodados. Pero que el PRI, que nuevamente gobierna México es el responsable de ello y no los docentes, y que de ninguna manera actúan para subsanar eso, sino que la reforma apunta a flexibilizar y privatizar, siguiendo modelos enlatados para toda América Latina, el sistema en su conjunto.
Un segundo tema que llamo la atención y fue también motivo de indagación de nuestra parte, era la enorme demanda laboral que parecía campear en cada uno de los negocios de calles y mercados. Todos pedían, mediante carteles visibles, personal. Ello pese a que, a todas luces, tenían gente trabajando.
La mejor explicación nos la dio un remisero, nos señaló que el trabajo estaba muy flexibilizado, que la jornada laboral de una persona que recién ingresa a un comercio es de 80 mexicanos ( unos 64 pesos argentinos) que no alcanza más que para transporte y comida de calle. Que casi nadie ponía en nomina ( es decir en blanco) a sus empleados y que entonces la gente rotaba de trabajo buscando mejores oportunidades, asi como emigraba a EEUU de ilegales, pero y, eso digo yo, alimentando así el sistema de flexibilización y marginalidad que impera en la trabajadores pobres.
Un modelo que de seguro es el que se impulsa aquí con eso del “empleo genuino”, onda Mac Donald.
Obvio que en ese sistema también impera el sálvese quien pueda y los robos y agachadas son cotidianas. Es que de seguro haya como acá si me negrean debe imperar aquello de que “el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón”.
Finalmente todo ello salpicado por la certeza de que como dice el saber popular “pobre Mexico tan lejos de Dios y tan cerca de EEUU”.
Pero bien vale recorrer un país donde pese a todo los campesinos se la bancan, los pueblos originarios se la bancan y el espíritu latinoamericano en sus comidas, costumbres y demás fortalezas, da pelea.
Rusvi Tahan