Por más que uno le ponga
voluntad, el derrotero de la cuestión griega no deja de sorprendernos,
esperanzarnos poco, y asustarnos o deprimirnos mucho.
¿Es Alexis Scipras un
nuevo Menem. El plebiscito fue un “síganme no los voy a defraudar”?
¿Es Alemania la suma de
todos los males y Angela Merkel un Hitler con pollera?
¿Hacia dónde podía ir
Grecia? ¿Al Dracma/Drama?
He leído notas de todos
los colores, argentinas, mexicanas, españolas, del Diplo. Todas dan una
explicación. Pero pareciera para nada da
cuenta de lo que pasa.
Hay explicaciones que
justifican a Alemania, por lo menos los límites que tienen sus dirigentes, los
resumimos, aunque se den cuenta de que lo que le proponen a Grecia es inviable,
la tenaza de la opinión pública local ( mas el bombardeo de los medios masivos)
y su creciente derechización le impiden salir. El setido común aleman es: los
países mediterráneos, del cuál Grecia es solo un pequeño ejemplo son poco
trabajadores, derrochadores y corruptos. Por ende nada del esfuerzo alemán puede
destinarse a ellos.
Obvio que, y no el menor
problema, es que el esfuerzo alemán ha lanzado a millones de alemanes a la
calle y devaluado su, aun, importante nivel de vida. Por eso, como ya ha
sucedido en otros periodos históricos, el fantasma del “otro” reaparece. No ya
como “rojo” comunista que me quiere sacar mi casita o chacrita, o como judío
que me chupa la sangre sino como vago al
que debo mantener.
El fantasma del “otro” es
siempre bienvenido por los que tienen el poder para asustar.
A Alemania se le suman
incluso algunos países considerados por ellos como inferiores ( tal el caso de
España y Portugal) cuyos gobiernos pertenecen al mundilo ideologico de la
derecha neoliberal. Y Francia, bueno
Francia, como decía un viejo profesor en la facultad, es menos confiable que
una yarará.
A mi entender el problema
de Grecia, es el mismo de los europeos en general, no pueden liberarse porque
no pueden pensarse por fuera de la modernidad, y amigos el posmodernismo es
modernidad, liquida, pero aquí liquida debemos entenderla con valores laxos, es
la idea de que no hay certezas ( salvo, eso si, que hay ricos y pobres,
poderosos y débiles, etc.)
Han hecho de la unión europea
un negocio para pocos.
Por eso son incapaces de
tener la autonomía chavista de un socialismo del siglo XXI, correista,
peronista-kirchnerista, la voluntad de Evo. Aca la unidad no se da por la idea,
se trabaja, prima la diversidad. Costosa diversidad. Se sigue buscando, fracaso
Alende, avanzó Evo. No hay pensamiento único en América Latina, salvo quizás en
la academia, allí están con más cerrojos.
Hay “buen vivir”, hay “ teología de la liberación”, hay “educación popular”,
acá un maestro ( Freire) leyó a Gramnsci mejor / quizás antes / que en Europa.
Hay pensamiento propio esta Bolivar, Marti, Mariategui. Todo esto en medio de monumentales conflictos
es verdad, porque la diversidad incluye a los pueblos originarios, los que
están por la independencia y los que están por defender el pago chico, a los
grupos urbanos que creen que el agua sale mágicamente de la canilla, a los
nuevos ocupados que piensan que eso es para siempre. En suma una lucha por el
cambio permanente y contra la colonización europea del conocimiento.
Los griegos en la
modernidad no tienen salida, serán sacrificados.
El cerrojo de Grecia es
el cerrojo de la modernidad europea más el capitalismo. Al ego como señala
Leff.
Su desafío es atreverse a pensar distinto. A bajar su
ego e incluir el pensamiento
latinoamericano a “bancarse” las tapas de los clarines de cada país europeo,
que demás está decirlo , ya casi es un solo Clarín, con pocos dueños. Si no le
ponen “populismo” no irán a ninguna parte. Mal que les pese incluso a los
progre de la propia América Latina que quieren justicia social, HBO y dólares.
Rusvi Tahan
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