El más que obvio título de la telenovela de
Canal 13, es toda una confesión de
partes. Desde mi retorno de Bueno Aires que vengo dándole vuelta a este título
para escribir una nota.
Primero quería hacerla en sentido
“ambiental”. Es que pase unos 5 días en Mar Chiquita, cerca de Mar del plata, y
no me cansaba de asombrarme de la cantidad de pescadores con camionetas que no
bajan de una Hylux o Amaroc nueva se congregaban a lo largo de los 3 kilometros
de hermosa playa que hay entre Mar Chiquita y Mar de Cobo. Lo que menos dejaba
de asombrarme es recorrer nuevamente la playa por la mañana temprano y
corroborar como esos tipos ricos dejaban su mugre por doquier. Botellas, latas,
anzuelos, tanzas, carreteles, pescados , bolsitas de basura y hasta cubiertas
viejas. Un rosario de mugre para escupir para arriba, eliminar lo puro que ellos
hoy aprovechan y están contaminando día a día y de manera irresponsable e
inexorable. El estado municipal, “bien gracias” ni junta mugre, ni controla.
Los ricos no piden permiso para llevarse el planeta puesto, y hablo de “gente
como uno” vulgar, no estoy aquí hablando del proyecto minero “Navidad” en Chubut,
o la pesca indiscriminada de
langostinos o atunes. Estoy hablando de aquellos que seguro protestan por el
cepo o la inseguridad. La insistente hipocresía medio pelo.
En el propio retorno, en ruta, ya tenía
otro posible tema, era el aire de triunfo resentido de los macristas. En una
estación de servicio un tipo no paro de hablarle al playero de la suerte que
era que ya estábamos bien sin tantos negros. Nos cruzamos irónicamente con
rabia y confirme que de lo que se trata es de una restauración conservadora,
una vuelta a seamos puros, sin grasitas.
Pero fui demorando la nota y los Bulgheroni
me la dieron servida. Les dejo la noticia con su copete, tan como apareció en
El Patagónico de Comodoro Rivadavia, lo
dice todo.
“Los dueños de PAE invirtieron 85 millones
de dólares en una lujosa bodega en Uruguay”
“Es una de las más grandes y sustentables
del mundo. Tiene 19.000 metros cuadrados, un hotel de lujo, restaurante y un
exclusivo club de vinos, donde hay que pagar 180 mil dólares para poder
pertenecer. En Chubut,/ aclara el copete/ sus negocios petroleros están siendo
subsidiados por Nación y Provincia.” O sea ¿ soy socio de esa bodega???
Para muestra basta un botón diría mi madre.
Ustedes, amigos lectores, elijan su botón de muestra.
Rusvi Tahan
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