Sin poder ubicar a Abdul, está desaparecido de los lugares
que suele frecuentar, me es imposible sacarme la espina sobre la verosimilitud
de la novela de espías que, al estilo John Le Carré, ha sacudido a los diarios
en esta última semana. Al principio me la tome en joda pero cuando Walter
Goodbar lo levantó el domingo en Tiempo Argentino y le puso su firma empecé a
darle crédito. Pero bueno sin la data de Abdul para empezar la cosa se
complica. Mi última aventura, como ustedes saben, con los servicios yanquis por
el tema Wykeleaks terminó bien de pura casualidad.
Así que decidí formularme y compartir con ustedes una serie de preguntas sin una única
respuesta, esta la tendremos que ir construyendo en el día a día.
En estas últimas semanas, y al calor de la renacionalización
de YPF, han aparecido con más fuerza algunas afirmaciones que implican discutir
elementos de nuestro pasado reciente saliendo de la lógica binaria que nos
propone el universo opositor.
Por qué digo, y perdonen la digresión, una lógica binaria y
no crispación K., porque está claro para todo al que quiso escuchar, sin
anteojeras, al ex - presidente Nestor Kirchner, el siempre afirmó que no tenía: ni todas las
verdades, ni todas las respuestas. Con
ello reconocía la lógica limitación humana e indirectamente sus propias
limitaciones en el pasado, limitaciones de tipo personal, pero, y seguro las más
importantes, limitaciones de tipo político. Estas últimas reconocidas por
Cristina Fernandez en la afirmación de que la historia de los cambios se
escribe en el momento que se puede escribir y no antes. Dando a entender que “antes”
había imposibilidades. Ni que hablar de las que más cerca en el tiempo se generaron a partir de la
alianza opositora en el Congreso conocida como Grupo A. Dispuesta a sabotear
cualquier agenda gubernamental sea buena o mala y cuyos mejores exponentes no
han sido, en estos días, los políticos
sino los periodistas como Longobardi, y otros, que retan como niños a los politicos
opositores que han apoyado a YPF por eso “no oponerse”, es decir parece que ser opositor
significa, para estos comunicadores, ser un salame que todo lo reduce a levantar la mano que dice: no. Esta
misma lógica, por el absurdo, implica que toda mano que dice: sí, desde el
bloque del partido gobernante, no piensa, lo hace como un gesto mecánico. Es decir la política
la hacen tarados levantamanos, los únicos inteligentes, encabezados hoy por el
mascaron de proa excedido en kilos Lanatta, son este grupo político nucleado
alrededor de Clarín, La Nación , Perfil y, que tienen como trasfondo, el verdadero poder los
grupos trasnacionales de la derecha neoliberal que los tienen como socios,
empleados, viajantes vip y voceros. Si alguno sigue la saga de Rudolph Murdoc y
el premier británico Cameron vera a José María Aznar metido en esa película, es decir la derecha
neoliberal, el Opus Dei, etc.etc.
El que mejor ha expresado esta situación ha sido el Dr.
Alfonsin hijo, quien ha dicho “ que quienes se oponen lo hacen
muy lejos de preocuparse porque el kirchnerismo no tiene autoridad moral,
debido a sus antecedentes en la privatización de la empresa y, mucho más cerca,
en el descalabro del modelo energético. Lo hacen porque de ninguna manera confían
en el Estado como director. Lo hacen porque siguen creyendo que es el mercado
el que debe gobernar el reparto de los recursos, a como dé lugar. Lo hacen
porque idolatran a la iniciativa privada, porque creen que con Menem estábamos
mejor, porque siguen pensando que el peor de los neoliberalismos será siempre
más apto que la mejor de las experiencias redistributivas. Lo hacen porque no
aprendieron nada. O porque aprender de la catástrofe en que sumieron al país va
al revés de sus intereses corporativos y, en consecuencia, de clase.” (
Aliverti-Pagina 12 lunes 07-12)
Pero, y una vez aclarado este punto, al que por desgracia
deberemos volver en cada nota, pues estamos inmersos en una batalla contra la
mentira que, día a día, encuentra mil formas de expresarse y tiene una enorme
cantidad de compradores en el ágora, quiero enfrascarme en el nudo de mis, llamémosle,
interrogantes.
Y yendo al título de la nota me pregunto si estamos en una
etapa de revisionismo sobre el pasado politico cuando se afirma que algunas cosas del gobierno de
Menem, ex Ypefianos del periodo 91-96 así lo presentan
y tienen espacio en medios como Tiempo Argentino, como la primer etapa de la transformación de YPF en S.A y su
gerenciamiento por parte de Jose Estenssoro fue positiva. Que se desvirtuó
cuando Estenssoro se mató en ese accidente de avión y, ya con Roque Fernández manejando
la economía, se dilapidó en 1998-9 esa YPF. Vendiendose el resto de las
acciones del Estado Nacional y, por ello, forzando a vender a las provincias, para
finalmente culminar el desguace al desprenderse de la “acción de oro”.
O cuando se afirma que el default que realizó Rodriguez Saa fue un acierto. Aclaremos, no es que Cristina Fernández diga esto, pero diversos comunicadores, y economistas, como Paul Krugman lo expresan claramente.
O cuando se afirma que el default que realizó Rodriguez Saa fue un acierto. Aclaremos, no es que Cristina Fernández diga esto, pero diversos comunicadores, y economistas, como Paul Krugman lo expresan claramente.
Me parece que esto es posible porque con los votos de
octubre y el consenso de YPF hay margen para salir a gobernar sin la “lógica binaria”.También a reconsiderar decisiones politicas de este proceso que no fueron por el camino adecuado, sin que implique que no haya una lectura sobre lo que conviene hacer.
Pongamos el caso YPF, esa empresa en 1990 estaba destruida
por, como mínimo, dos grandes cuestiones:
Una externa: durante todo el proceso militar fue utilizada
para pedir plata al extranjero endeudándola,
de tal suerte que pagaba intereses no por inversiones propias sino por los
gastos del Mundial 78, la guerra de Malvinas y sobre todo por la tablita cambiaria
de Martinez de Hoz.
Una interna: su lógica desde la propia creación, fue una lógica
de “campamento/ enclave”, entre militar y extractivo, en las zonas de
explotación, sus empleados eran Ypefianos, “distintos” del resto de los
mortales que los rodeaban en sus mismo pueblos. Tenían su propia proveeduría,
sus propios servicios de salud, su propio club, su propio hotel, etc.etc. esta lógica,
indispensable para 1920 era “ilógica” en 1980. Hay numerosos escritos al
respecto que se pueden consultar, muchos de ellos de investigadores
comodorenses o neuquinos. Y si a esa lógica se le agregaba, no ya un sentido
nacional, sino un gerenciamiento deficiente o desde las oficinas militares, se
disparaba una suerte de vaciamiento interno, realizado por jefes, pero también, y lamentablemente, por muchos
trabajadores desleales que reponían ropa de trabajo para revenderla o hacían “caminar
insumos o herramientas “ a sus propios bolsillos. Este autor tiene dos ejemplos
registrados de empleados de aquellos
años que dan fe y “confiesan” esa actitud desleal.
El segundo ejemplo es el default, hoy hay un número cada vez
mayor de economistas y analistas, ademas del señalado antes, que están convencidos que la única salida de
Grecia, Portugal, España es defaultear y salirse del euro, es decir salirse de
la “convertibilidad” franco-alemana, a la que obvio, los siempre astutos
piratas ingleses nunca entraron.
El default amigos, recordemos, fue declarado por Rodriguez Saa pero la
pesificación asimétrica que provocó el caos del 2002 no fue su fruto sino una decisión del
bueno de Duhalde que así “lavo”/ nacionalizó las deudas que los grupos económicos
como “Clarin” tenían en dólares, repitiendo de una manera más oculta la movida
de Cavallo en el 81 cuando fue presidente del Banco Central y a través de
seguro de cambio nos enchufó la deuda privada a cada uno de nosotros. Así que: a
revisar la historia se ha dicho, a tomar de ella lo que sirva y a salir de la lógica binaria para poder
gobernar aún con más elementos, extraídos de los manuales más diferentes, eso
es heterodoxia, esta vez más visible y
discutiendo él, aún vivo, pensamiento religioso neoliberal en cada lugar y en cada
momento.
Rusvi Tahan
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