ARGENZUELA PARTE 2

Tras haberles relatado la información de los diarios colombianos centraré hoy mi nota en la TV Colombiana. Lo primero a aclarar es que en Colombia existe también hay un grupo monopólico que condiciona los medios de comunicación en general, es la cadena Caracol ( en Brasil es la Rede Globo y en Mexico Televisa).

Pequeña digresión,en la política colombiana hay dos figuran en el centro de la escena y del mismo partido,  en el caso colombiano las fichas mediáticas y la protección, están puestas, como aquí con Macri, con el mesiánico Uribe. Describirlo en Colombia a Uribe es como describir a un Menem por momentos y por otros a un Rico, es decir, puede aparecer con sombrero y montando a caballo en una hacienda campestre o estar manifestando que la única solución con las FARC es meterle bala. Santos es presentado como blando tanto con las FARC como con Chaves. Aunque si uno lee los reportes  económicos en Colombia sabe que  Santos también labura en sintonía con EEUU, ya que hizo aprobar entre gallos y medianoche, y esto es literal pues ambas votaciones salieron de madrugada, tanto el Tratado de Libre Comercio, como la ley SOPA. Pero aún así Uribe trabaja para reformar la constitución  y asi poder presentarse nuevamente, la constitución colombiana es igual a la yanqui, en este aspecto, dos periodos y ninguno más.

Bueno vuelvo al tema de titulo, me dedique cuanto pude a seguir el relato de cualquier acontecimiento de Argentina y, como aquí, los noticieros copian los títulos de los diarios y trabajan sobre esa agenda. O sea se sucedían los señalamientos a los problemas económicos de Argentina por no ser mas neoliberal, esto obvio no se decía, esta implicito, cunado se reclamaba por las trabas a las importaciones y la venta de dolares. Pero luego  durante dos días me centré en seguir el relato televisivo de los cacerolazos top de Bueno Aires. La noticia se trabajaba de la siguiente manera, la periodista presentaba el tema y luego se dividia la pantalla en tres espacios, en una, al igual que aquí,  se reiteraban una y otra vez las mismas imágenes de los caceroleros, en otra quedaba  la o él  periodista del medio y generalmente, via Skype, un interlocutor en la Argentina. La mayoría de las veces había un ignoto opositor y un ignoto pro K. Por lo menos para mi.

Lo que allí sucedían eran obviedades, ya que ambos ignotos explicaban porque el otro estaba equivocado, sin muchas luminosidad.

Pero mi búsqueda de sabueso dio resultados y ¿a quien no saben que encontré?, mezclado con las caceroleras/os, al bueno de Eduardo Amadeo, que no se identificó como político, sino que aparecía como uno más de los ( decenas? cientos?, miles?) que estaban en la calle.

Cualquiera se daba cuenta que por más esfuerzo que se hiciera, no estábamos hablando de mucha gente.

Bueno la aparición de Amadeo fue diría desopilante, como uno más, no como una espada del menemismo-duhaldismo, sino como un pobre y común argentino, señalaba que la situación era insostenible, que la restricción a la compra de dólares era terrible y que esto demostraba que la gente estaba harta de Cristina y que no quería que le aplicaran un nuevo corralito y toda la sarta de pavadas que repiten en cada lugar del país Melconian, Del Sel, Amadeo y demás.

Esta situación duro un par de días y no ocupaba grandes espacios temporales, ya que el futbol, las obras publicas inconclusas, los atentados de las FARC y la violencia (tema central como aquí de los medios) eran “los temas”.

Un servidor visitó Cali, Buenaventura, Bogota, para citar grandes ciudades y no sintió ninguna sensación o vivio una situación de violencia, salvo las continúas peleas de trafico, que es un loquero, seguro que con una buena dosis de suerte, como cada vez que voy a Buenos Aires.

Apostilla: en Colombia están todos embobados por una telenovela que relata la vida de Pablo Escobar Gaviria, me dedique a preguntar qué pensaban de él taxistas, mozos y amigos de Colombia, y para mi sorpresa, lo justificaban, no en su faceta violenta, sino en faceta de Robin Hood y de anti gringo, su popularidad era importante en su moneto, y pareciera crecer con el tiempo.

Rusvi Tahan