Estamos en el 89

Esa es la impresión que aparece reflejada en las usinas, que respondiendo a : radicales olvidadizos, dasnevistas despechados, y toda la peña que, aún trabajando para su gobierno, apuestan  a que a Buzzi las cosas le vayan mal.

Hace poco participé de una reunión donde había numerosos radicales, y uno de los presentes recordó que los dos últimos recortes jubilatorios los habían hecho administradores radicales, Viglione en el ´85 y Maestro en el ´94. Aún así, y sin hesitar, esos radicales, su gran mayoría trabajando para el estado provincial, juegan cuan jóvenes troskistas al “cuanto peor mejor”. El vocero más conspicuo es el eterno diputado radical Risso. Ya perdí la memoria de cuantos gobiernos hace que Risso es diputado, lo que no perdí es la capacidad de reconocer la vocación de irónico matoncete, Kunkel parece un aprendiz, que hace de sus alocuciones y demás expresiones de la honorable cámara una seguidilla de chicanas, si son gorilas mejor.

Los dasnevistas y el mismo Das Neves merecen hoy el balón de oro  en la generación de incertidumbre. Escondidos detrás de puestos públicos , que conservan, irónicamente, gracias al propio Bussi, que arrastra seguro un sentimiento de culpa, se la pasan diciendo por lo bajo: esto con Mario no pasaba, Mario sabia conducir.

Son los mismos que acusaban de crispada a Cristina y aplaudían los exabruptos de Das Neves. Traduciendo las continuas diatribas dasnevistas y sus desvaríos nacionales en ejemplo de conducción política.

Son los mismos que, dispuestos al: “ Si Mario”, le aceptan que ayer este con Duhalde, hoy con Macri, mañana con  De Narvaes, y hoy se reúna con Scioli y de a entender que podría ir como gobernador o candidato a diputado por Buenos Aires porque nació por el conourbano, después, eso si con un piadoso manto de olvido, de haber puteado contra todas esas movidas extraterritoriales.

A los dasnevistas se suman   dirigentes sindicales como los de rama Heidel del  Sitraed y otros docentes, de la verbitzkiana paleoizquierda, yendo al Ministerio a lanzar diatribas contra Zaffaroni y luego lo más campantes  a reunirse en legislatura con la ex ministra Mirta Romero, para allí  escuchar sus declaraciones  explicando que: eso con ella no pasaba pues se anticipaba al problema. La falta de memoria es gruesa, todavía resuenan los bombos docentes que en el Ministerio de Educación  entraron a reclamarle a la Romero y a partir de allí  se declaró ofendida y realizó todo por resoluciones sin negociar más nada, tal la práctica Dasnevista.

Dicho sea de paso, Das Neves también, como Macri tiene protección mediática, seguramente recordando los medios sus generosos aportes de pautas publicitarias, si no fuera así no se habría soslayado que el fue uno de los primeros que puso un 0800 para recibir cualquier denuncia. Ese esquema de reclamos ciudadanos emparentados con reclamos de consumidores se mantiene hoy día.

El “con Mario estábamos mejor”, insisto, resuena por lo bajo en infinidad de gente que sueña con ocupar un cargo diferente al que curiosamente ya ocupa, o tener un jefe diferente, o volver a estar trabajando para su antiguo jefe. Y este creo es un problema derivado, como ya he señalado en el parrafo anterior a las sucesivas capas de la cebolla en la que se ha transformado el gobierno bussista en su afán por contener a todos. Así a los dasnevistas de paladar negro  se sumaron los del Frente para la Victoria, los del Frente Peronista, pues los Macarthy  juegan su propia partida, los guinlistas y los que se fueron subiendo a la ambulancia de Yahuar, cuando Yahuar contaba los votos de a uno, así Socialistas, pachistas y demás,  en menor medida,  también tienen gente puesta en todos lados,

Hay en marcha desde que Buzzi asumió una permanente maquina lijadora que lentamente va desgastando. No quiero aparecer como reiterativo, pero lo que aparecía como una situación lógica derivada de la debilidad de nacimiento, que Buzzi quiso cortar de cuajo alineándose con el kirchnerismo nacional, se ha venido manteniendo y los dirigentes del PJ no encuentran o no quieren encontrar una forma de convivencia que consolide al gobierno, consolidación tanto más necesaria por la etapa de vacas flacas que repentinamente ha envuelto a la administración pública.

Esa máquina lijadora se encuentra además exacerbada por el creciente conflicto con los empleados públicos al que los sectores que puse en el primer párrafo, con más la izquierda variopinta de turno le dan maquina. Y que olvidan que a esta situación se llegó tras dos mandatos de Das Neves. En sus 8 años el  Das Neves gobernante no hizo nada por estructurar una carrera sanitaria, por el contrario bajo la conducción de su cuñada promovió contratos en salud flexibilizando el sector  .No hizo nada por normalizar las conducciones educativas, generando un agujero de directivos que accedieran a través de un concurso público, por oposición y antecedentes según sus capacidades. No hizo nada por crear un proyecto de educación superior, salvo ese fantasma que es la Universidad Provincial del Chubut.

Los 8 años dasnevistas, su mano dura, hoy estallan en la administración pública toda. Con sectores gremiales que se han envalentonado ante esa realidad. Un conflicto de hospitales, educación, policías y judiciales está, desde hace meses en marcha, y con algunos Ministros como el de Salud y seguro la de Economía que es un manual de administración neoliberal, que parecen no entender la gravedad y le dan largas al tema, con las consecuencias sanitarias que conlleva.

Para peor, y al igual que en todo el país, el conflicto  encuentra a las dirigencias sindicales en una batalla interna. Al espectáculo de los dragones vs. Uocra se suma la imagen de los dirigentes de ATE boxeándose entre ellos y hablando cada uno con un medio distinto diciendo cosas disimiles, cuestiones tragicomicas pero además preocupantes,¿ con quien debe hablar el gobierno?

El conflicto en vez de detenerse se acelera quienes los conducen claramente no están calificados. Por el contrario se exacerba, al calor de un grupo de dirigentes  envueltos en una feroz riña interna que apuestan a conducir montándose en el calor del gobierno o en la ola de los reclamos.

Es decir y haciendo un poco de historia, se ha instalado, y escrito ya con todas las letras en los diarios, que estamos como en el gobierno de Perl. Todos advierten el peligro, pero todos parecen que juegan a repetir la historia, y a los chubutenses así les fue, y  a los empleados públicos y sus sindicatos peor que a los chubutenses. Pues al igual que con el gobierno nacional, las ofertas alternativas locales al gobierno son todas del partido del ajuste y la mano dura del PJ, salvo que alguno imagine que la gente en Chubut votara al candidato radical o quizás de la Corriente Clasista y Combativa y que este último, en el gobierno, le cuidará las 20 lucas de sueldo a los petroleros o le devolverá la ley de enganche a los judiciales.

Rusvi Tahan