Con un
remedo de titulos con que Saramago
dio a un par de obras magníficas quiero señalar la inconsistencia de
algunas pautas de la Argentina actual que el propio gobierno ha incentivado y
que ahora se le están volviendo en contra. Como en el "Ensayo sobre la lucidez"
donde los gobernantes por evitar una cosas se embarraban cada vez más.
Sacar a la
Argentina del infierno pregonando la lógica del esfuerzo para tener más y,
después, para poder consumir, pues el consumo es un motor de la economía, tiene,
me parece, algunas limitaciones ideológicas que han escapado a la correcta
evaluación de sus consecuencias en el mediano plazo.
En el 2002,
y los años siguientes, era racional propiciar estas políticas, quizás siga siéndolo, del “modelo” como lo
llaman, lo que no era propicio, visto quizás hoy, ex post, es decir con parte
de la película muy avanzada, es asentar todo esto en estadísticas de pum para
arriba- más producción, más turismo, más obras, mas cosas en definitiva- mas cosas: para comprar, es más consumo, y
propiciar la lógica de que más tenían más consumían.
Mientras se
avanzó del infierno al purgatorio- parafraseando a Néstor- y teniendo las clases medias fersca la imagen(
a pocos meses de su regreso de sus viajes a la Europa del 1 a 1 y los plazos
fijos en dólares) , de los saqueos, las muertes y el, sobre todo, robo
sistemático que los bancos les hicieron, todo se lo aguantaban: un peronista en
el gobierno, encima medio zurdo ( no importaba que era millonario, que era
abogado, que venía de la Patagonia y no del tan denostado norte de los Menem,
Romero, Juárez, etc., ese norte de los “cabezas” bien explotados).
Pero ante el
paso del tiempo el gobierno, a mi parecer no tuvo el timming de evaluar que lo
que hace 50 años era normal, la presencia del Estado, que era esperada y estaba
internalizada en la sociedad, en especial aquella sociedad del hambre europea,
de las dos guerras mundiales o de la guerra civil española, de Patrón Costas,
hoy ya no lo era. El Estado de los 50-60
en todos lados estaba presente y si articulaba políticas de estado de bienestar
era mejor.
Pero, la
lenta pero consecuente, predica neoliberal señalando la necesidad de reducir el
estado, de garantizar las “libertades ciudadanas” y de enfatizar, lo que Weber llamó la ética
protestante, el esfuerzo individual que lleva al individuo al triunfo, contra "la indolencia" de los pobres que son pobres porque se lo merecen. Fueron desarmando el consenso que
existía alrededor de ese Estado de bienestar, y en general de toda
“solidaridad” de reparto de bienes de los que más tenían a los que menos tenían.
Y menos vía intervención del Estado, a lo sumo Caritas.
A partir de
1973 , iniciando en Chile, el 76 en Argentina y el 79 en Londres, se produjo la
contraofensiva de los ricos. Se llenaron de expertos neoliberales los
ministerios de economía, las empresas, los organismos internacionales, de tal
suerte que estos tipos, con sus sueldos y los ricos con sus rentas escandalosas,
habían recuperado la torta que manejaban en la Belle Epoque, cuando los ricos
en la Argentina eran ricos y tiraban la vajilla de plata al mar en sus viajes a
Europa, pues comprarían otra. Hubo, así, una recomposición, vía rentas
extraordinarias, y a través de una estafa financiera generalizada ( pensemos en Argentina en el
Banco Oddone, el Alas, el Federal, la 1050, el Plan Bonex, el corralito el
corralón, la tablita cambiaria de Martinez de Hoz, el austral) de las clases
dominantes, fue acompañada por la recomposición del pensamiento hegemónico
del capitalismo del siglo XIX ( llamado ahora neoliberal) en las clases medias. ¿ por qué comprar nacional? ¿Por qué si gano
no me lo puedo gastar todo?, ¿por qué si gano no tengo la libertad de comprar
dólares?, ¿por qué en definitiva no tengo la libertad de consumir más.?
En la
Argentina actual el agravante es la tradición de eludir impuestos, la justificación:
el estado es corrupto ( obvio: "yo no porque me cuido el culo" es decir mis ingresos en negro) lo que magnifica
esto. Porque hoy por hoy tengo todas esas libertades, vivo en un país, medianamente seguro, puedo
viajar por donde me plazca en el país, puedo salir y entrar del país, pero
tengo dos o tres restricciones, en relación con las cargas tributarias, además me
faltan cosas importadas y no puedo atesorar dólares y todo esto es un ataque a
la libertad….. de consumo.
El gobierno
no ha tomado nota de lo profundo que es este concepto y, lo que es peor, no lo ha enfrentado sino que, por el
contrario, lo ha estimulado. Perdiendo de vista que el Capitalismo es como el
universo de los Borg de las series de Star Treck, se asimila a todo, se adapta
a todos los escenarios y terminan dominando todo.
Así el capitalismo
transformó las libertades reclamadas en Paris del 68, el Zócalo mexicano, la Plaza
Tiananmen de Pekin y las movidas de Praga, solo por citar algunas en libertades
consumistas. Así la libertad sexual, devino en consumo de lencería, sex shop, porno, camas de tres, cuatro y swinger.
La libertad
de elección sexual con la lucha de los gays por ser reconocidos, devino para el
capitalismo en los espacios gay friendly
de los hoteles , las ciudades, los restaurantes. En las boutiques exclusivas,
en los calzoncillos Narciso etc.etc. En los programas de TV donde es cool tener
un gay a mano.
Transformó
la revolución cultural de los ´60 en los multimedios empresarios al estilo
Clarin, o en el monopolio de producción holliwoodense.
La Internet
fluctúa en redes sociales de Info interesante a basura , pero seguro es un espacio de vigilancia y
consumo.
La
participación ciudadana en ONGs solidarias devinieron en ONGs empresarias como
las infinitas fundaciones de los Rocca, la Mediterránea, las Mineras, y las verdes con
corazón verde ( de dólar).
La búsqueda
de espiritualidad de Los Beatles devino en el Guru Sri Sri.
La búsqueda
de creatividad del LSD en el éxtasis para los pendeviejos y las drogas de
diseño.
La Iglesia
de los Pobres en la Iglesia de los ricos que tienen tristeza.
La religiosidad
negra anti apartheid en EEUU en Pat Roberson y el conformismo del Statu Quo.
Reaparecieron,
remixados, los formatos imperiales más antiguos : Estos incluyen, (aquí
me remito a David Harvey) (1)
la privatización de la tierra y la
expulsión forzada de poblaciones campesinas (en China, México e India); (2) la
conversión de diversas formas de derechos de propiedad comunitaria como las
cajas de jubilación en derechos
exclusivamente de propiedad privada; (3) la supresión de derechos a las áreas
públicas ( pensemos en Lewis y su Lago Escondido); (4) la modificación del
poder laboral via flexibilización y la supresión de formas alternativas de
producción y consumo, el club del trueque duró lo que que lo peor de la crisis,
ahora los antiguos nodistas quizás peleen porque no pueden acumular dólares;
(5) procesos coloniales, neocoloniales, e imperiales, de apropiación de activos
(incluyendo los recursos naturales); (6) la monetización de los intercambios y
de la tributación, particularmente de tierras; (7) la trata de esclavos (que
continúa, particularmente en la industria del sexo); y (8) la usura, la deuda
nacional y. lo más devastador de todo, el uso del sistema crediticio como un
medio radical de acumulación primitiva.
A donde
quiero llegar en esta nota, quizás ya sea tarde, proponer que en vez de inisitir en que los argentinos pueden
consumir más, e incentivar la fabricación y compra de autos y celulares, de
abrazarse con Slim- que no es otro que el magnate que se quedo con la Telefónica
Mexicana y se hizo rico de hoy para mañana -, abría que dedicarse más, más aún
porque algo se hace en los CIC en las agrupaciones políticas, con Carta
Abierta, etc., a reconstruir el sentido de un mundo más solidario, menos
capitalista .
El problema
mayor es que, como decía el Grupo de Reflexión Rural, si analizás la situación
con los mismos ojos de hace 40 años te pones unas anteojeras y traicionas a la
verdad. Si buscás las salidas con el anteojo desarrollista de los 50-60, eso no
nos lleva a ningún otro lado que a las cacerolas de los satisfechos que quieren
más consumo. Y entonces ¿ que tenemos en Chubut ?a Di Pierro diciendo que quiere el 90%
de lo que se saque del petróleo para zona sur y que los que, como los
esquelenses, no quieren explotar los recursos minerales: haya ellos , es su
“libertad”, pero que se queden sin esa renta. Y mucho me temo que los de
Comodoro piensen que eso que dice Di Pierro está bien y los de Esquel,
antimineros o mineros, piensan que “siempre van a tener nafta y gas”.
Hacen falta
decisiones más radicales para cambiar los patrones que nos conducen a las
plazas del no. Y, por desgracia, asumir que gente que vota a Macri o a Del Sel
hay por todos lados. Inclusive hay que tener más sentido crítico para con Diarios como el
Patagónico que( ¿ de Cristobal Lopez?, que es K y se dice progre), el sábado 15
de setiembre público esta viñeta.
Por eso: "ojo
con los progres", con los de “a la lucha a la lucha” y quieren, como los
judiciales de Chubut con la Ley de Enganche, que al resto de la provincia,
como diría Di Pierro, les vaya bonito.
Rusvi Tahan
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