Dos recortes de notas periodísticas:
“Otra manera de “escuchar” era la elaboración de medidas correctivas
respecto de lo que había provocado el descontento de los manifestantes. Aquí
tal vez radique una clave interpretativa de la situación y a su alrededor surge
una amplia área problemática. Hay una inevitable dispersión “programática”
entre quienes protestan; una dispersión, dicho sea de paso, que revela las
dificultades de hacer política sin políticos (por lo menos sin políticos que
den la cara y estén en condiciones de representar algo). La manifestación
“clásica” tenía una cartilla de reivindicaciones, una plataforma mínima y
urgente, alguna consigna central, algún argumento organizador; las marchas
“espontáneas” que impulsa la derecha mediática carecen de esa legibilidad
racional, solamente pueden ser descifradas en términos de climas predominantes
que, en este caso, fueron prolijamente ocultados por quienes la publicitaron y,
allí dónde fueron inspeccionados –y no solamente en los medios públicos–
revelaron escenas de odio y revanchismo lindantes con el delirio.”
Edgardo
Mocca. Página 12 Domingo 23 de setiembre
“Los grandes diarios comerciales perdieron su carácter de partidos
inorgánicos. Es decir, perdieron la aptitud de escenificar el abanico de
propuestas alternativas, dejaron de ser punto de recomposición política como en
el '55 y el '76. A partir de 2001 básicamente remiten al pasado. Y eso es así
porque el bloque de clases dominantes no parió un nuevo programa para el nuevo
ciclo histórico: esa es la tarea pendiente. En ese contexto, miles de hombres y
mujeres, con los argumentos más bostiferantes ("La libertad es hacer lo
que quiero") salieron a la calle. No nos equivoquemos, no hacen política
conservadora, sólo pretenden impedir que la sociedad argentina decida un nuevo
rumbo. Es que durante un rato demasiado largo la libertad no fue otra cosa que
la satisfacción de su patético deseo. - En la historia
política nacional la lucha de calles, la capacidad de movilización de masas, ha
sido la anteúltima ratio.”
Alejandro Horowicz. Tiempo Argentino. Lunes 24 de
setiembre.
Mi reflexión:
En general los analistas remiten a los grandes medios periodísticos
al rol de encabezadores de la oposición
en Argentina, llamada la OPO, o, una explicación más sesuda, al de partidos inorgánicos. El encuadre es correcto sin duda, pero insuficiente
para poder generar conciencia social.
Así como Aliverti, en Pagina 12, advierte que lo que hay que
desmantelar es todo el discurso de la salida cacerolera y remitirla al problema
del dólar y sus restricciones para poder circunscribir el nudo del mensaje
chiquito y egoísta actual, que, aunque amplificado por reminiscencias violentas
gorilas, no saldría a la calle sin ese catalizador. Advierto que no es suficiente ubicar a los medios como
la OPO, después de todo se ha construido, ellos y los políticos y los
universitarios y los… , una validación de esto último ya que no en vano se lo
conoce como contrapoder, cuarto poder, etc. etc.
Me parece que otro punto de análisis es partir, como con el dólar,
de la cuestión empresaria y comercial, es
decir desnudar lo que en realidad son estos cuartopoderes y las lógicas de
funcionamiento que van mas allá de este gobierno y nos remiten a todo el siglo
XX, cuando menos.
Los multimedios, hoy Clarin mañana quien sabe, y solo me
meto hoy con los argentinos, tienen un producto para vender, el visible, su diario sus canales de
cable o abiertos, sus radios. Venden publicidad, venden creatividad cuando
producen un programa top, una telenovela y asi logran generar ventas tanto de
minutos de aire como de royalties o
canales retro donde reprogramaran la tira ad infinitum.
Pero esto no es todo, hay otra cosa que venden menos visible
y eso “otro” es hoy por hoy más
importante que lo anterior , eso otro subvierte la esencia de un medio de comunicación
pero no la esencia de una “empresa capitalista”. Que es lo que son en toda su dimensión.
¿ que es eso otro?. Eso otro es la venta de: a) su silencio. Por ejemplo en la dictadura
y “acumularon por desposesión de terceros” el caso Graiver es el más
sintomático, pero ante Duhalde acumularon con las AFJP.
Han vendido b)
complacencia y Menem, por esa
complacencia, les dio la posibilidad de ser multimedios, es decir armar
monopolios ( y acá es lo mismo Clarin que Vila - Manzano)
Han seguido vendiendo complacencia y Nestor, que la
necesitaba al principio, por su lógica de no pelearse con todos juntos les
prorrogo 20 años las licencias.
Finalmente: c) venden
“problemas que venden”. La inseguridad, las crisis de todo pelaje, hasta la
medioambiental, venden farandulerismo,
sino ¿de que hablarían en un canal de 24 hs. de noticias, cuyo objetivo es
informar?, ¿si no hay nada que informar?
El capitalismo actual es un capitalismo de oferta, es decir
la demanda es inducida a…. comprar cosas innecesarias, tanto da la angustia del
“no dólar” o de la inseguridad”, los medios venden conflictos, sociales en
algunos, de la farándula en otros, deportivos en otros.
Al vender conflictos potencian su penetración, la gente esta
horas viendo a Tinelli de noche y los que no son noctámbulos o de noche eligen
pelis, ven a Tinelli de día a través de Rial, Canosa, Ventura, Polino, y allí, estos
últimos meten además robos, inseguridad.
Y así se busca empezar el nuevo circulo de empresa
capitalista, si los gobiernos están jaqueados deberían comprar complacencia, silencio, etc.
Por ende: la política
sin políticos no es un “problema” para los medios por el contrario es una
solución. Los “políticos” que triunfen en esta salida de política sin
política como Macri, serán otra vez rehenes y socios de la complacencia, e incrementarán
los negocios capitalistas de construcciones verticales y horizontales de estos
medios, y como serán neoliberales construcciones verticales y horizontales de
los ricos en general, es decir de ellos, de los Macri, los De Narvaes, Del Sel,
Oberto, etc.
Esquivar este aspecto del asunto, es un dato que no debe
hacerse. Estamos ante empresarios no ante periodistas. Y por eso la OPO es de derecha,
por capitalista neoliberal, no porque tengan el manual de “Mi lucha” o crean
que los milicos fueron mejores. Son mejores aquellos con los que se puede hacer
mejores negocios en cada momento.
Si no desnudamos la venta de.. y la compra de.. es decir el
circulo que alimenta esta situación la gente creerá que está viendo periodismo
cuando ve a Lanata o a Castro, que está viendo entretenimiento solamente cuando
ve Tinelli o a Rial, y los analistas verán solo “gente que quiere ser escuchada”
u OPO y, los más académicos, lucha por
la hegemonía cultural. Esto último, la hegemonía, es así, pero la hegemonía se
desnuda, se explica también por sus intereses, mostrar quién gana y quién
pierde. Como diría Marx no le presten
atención a lo que dicen sino a lo que hacen, es más fácil, lo que hacen es
negocios, y la política la hacen para hacer negocios. No es antipolitica, es política
comercial, es política capitalista.
Rusvi Tahan
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