jueves, 30 de julio de 2015

La cuestión Griega.


Por más que uno le ponga voluntad, el derrotero de la cuestión griega no deja de sorprendernos, esperanzarnos poco, y asustarnos o deprimirnos mucho.
¿Es Alexis Scipras un nuevo Menem. El plebiscito fue un “síganme no los voy a defraudar”?
¿Es Alemania la suma de todos los males y Angela Merkel un Hitler con pollera?
¿Hacia dónde podía ir Grecia? ¿Al Dracma/Drama?
He leído notas de todos los colores, argentinas, mexicanas, españolas, del Diplo. Todas dan una explicación. Pero pareciera  para nada da cuenta de lo que pasa.
Hay explicaciones que justifican a Alemania, por lo menos los límites que tienen sus dirigentes, los resumimos, aunque se den cuenta de que lo que le proponen a Grecia es inviable, la tenaza de la opinión pública local ( mas el bombardeo de los medios masivos) y su creciente derechización le impiden salir. El setido común aleman es: los países mediterráneos, del cuál Grecia es solo un pequeño ejemplo son poco trabajadores, derrochadores y corruptos. Por ende nada del esfuerzo alemán puede destinarse a ellos.
Obvio que, y no el menor problema, es que el esfuerzo alemán ha lanzado a millones de alemanes a la calle y devaluado su, aun, importante nivel de vida. Por eso, como ya ha sucedido en otros periodos históricos, el fantasma del “otro” reaparece. No ya como “rojo” comunista que me quiere sacar mi casita o chacrita, o como judío que me chupa la sangre  sino como vago al que debo mantener.
El fantasma del “otro” es siempre bienvenido por los que tienen el poder para asustar.
A Alemania se le suman incluso algunos países considerados por ellos como inferiores ( tal el caso de España y Portugal) cuyos gobiernos pertenecen al mundilo ideologico de la derecha neoliberal.     Y Francia, bueno Francia, como decía un viejo profesor en la facultad, es menos confiable que una yarará.
A mi entender el problema de Grecia, es el mismo de los europeos en general, no pueden liberarse porque no pueden pensarse por fuera de la modernidad, y amigos el posmodernismo es modernidad, liquida, pero aquí liquida debemos entenderla con valores laxos, es la idea de que no hay certezas ( salvo, eso si, que hay ricos y pobres, poderosos y débiles, etc.)
Han hecho de la unión europea un negocio para pocos.
Por eso son incapaces de tener la autonomía chavista de un socialismo del siglo XXI, correista, peronista-kirchnerista, la voluntad de Evo. Aca la unidad no se da por la idea, se trabaja, prima la diversidad. Costosa diversidad. Se sigue buscando, fracaso Alende, avanzó Evo. No hay pensamiento único en América Latina, salvo quizás en la academia, allí están con más cerrojos.
Hay “buen vivir”, hay “  teología de la liberación”, hay “educación popular”, acá un maestro ( Freire) leyó a Gramnsci mejor / quizás antes / que en Europa. Hay pensamiento propio esta Bolivar, Marti, Mariategui.  Todo esto en medio de monumentales conflictos es verdad, porque la diversidad incluye a los pueblos originarios, los que están por la independencia y los que están por defender el pago chico, a los grupos urbanos que creen que el agua sale mágicamente de la canilla, a los nuevos ocupados que piensan que eso es para siempre. En suma una lucha por el cambio permanente y contra la colonización europea del conocimiento.
Los griegos en la modernidad no tienen salida, serán sacrificados.
El cerrojo de Grecia es el cerrojo de la modernidad europea más el capitalismo. Al ego como señala Leff.
Su desafío es  atreverse a pensar distinto. A bajar su ego  e incluir el pensamiento latinoamericano a “bancarse” las tapas de los clarines de cada país europeo, que demás está decirlo , ya casi es un solo Clarín, con pocos dueños. Si no le ponen “populismo” no irán a ninguna parte. Mal que les pese incluso a los progre de la propia América Latina que quieren justicia social, HBO y dólares.
Rusvi Tahan




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