jueves, 1 de septiembre de 2016

Un país normal

Un país normal, empleo de calidad, el retorno al mundo.
Un catarata de frases hechas, clishes de todo pelambre esconden la restauración oligárquica.
¿Qué es un país normal?
Eso me interesa analizar hoy, entre todas esa sarta de boludeces.
Un país normal es EEUU, donde se despotrica contra los inmigrantes y la mayoría de las casas tienen empleadas centroamericanas. EEUU donde una vez al mes, al menos, un tipo caza gente en algún lugar público, cine, boliche, universidad, shopping. EEUU donde la policía mata negros por doquier, y sus cárceles están llenas de los negros que no matan en la calle. Para que las empresas de cárceles ganen plata, con los subsidios del Estado.
Un país normal es Alemania donde la primer minoría es turca, y el presidente turco organiza un acto en Alemania, donde la premier instruye a su población a reservar agua, comida, velas, etc.¿ Por si las moscas? O más bien porque tiene cola de paja porque están metidos hasta los tuétanos en los problemas de Medio oriente, Africa y demás.
Un país normal es Francia, que ocupó, explotó, esclavizó el norte de Afríca sin culpa y miramento y ahora prohíbe una malla en los balnearios, y cada día sufre un atentado suicida de los musulmanes explotados, burlados, por la falsedad exterior gala.
Un país normal es Israel, bueno claro si olvidamos el Mossad y la causa Palestina.
Un país normal es China, donde basta con leer novelas para ver que su apertura al capitalismo es una estructura de su nomenclatura que controla todos y cada uno de los resortes de la economía, que acepta y/o promueve la corrupción que permite comprar voluntades en occidente para imponer las baratijas chinas al mundo.
Un país normal es India, donde las castas, la explotación, y demás diferencias religiosas y sociales la mantiene en vilo.
Un país normal es Chile donde sus industrias pesqueras y madereras destruyen el medio ambiente con tal desparpajo que pareciera que se puede reconstruir como una prefabricada. Donde uno recorre sus shoppings y verifica el nivel de explotación y flexibilización que hay entre sus trabajadores.
¿Por qué ahora somos un país normal?, por el juego de a ver a que velocidad me endeudo, o a ver a que velocidad quito empleo normal por empleo flexibilizado. En fin. La verdad es que les pido a mis lectores que me den más ejemplos del “país normal”.
Rusv i Tahan



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