Perotroskysmo.

Este neologismo define a aquellos dirigentes peronistas que sostienen una idea a sabiendas de que la misma llevara a mal destino. Con lo cual se emparentan con lo peor de la izquierda estúpida argentina, que siempre juega a cuanto peor mejor.
No de otra manera puede entenderse la actual fila de cambiadores que empujan a Macri esperando que devalúe, aumente tarifas u demás, para inmediatamente decir: eso es una barbaridad, miren que yo les advertí.
El que se lleva todos los premios y merece estar en el podio con Del Caño es el ex ministro de economía Roberto Lavagna.
No me lo contaron lo escuche con mis orejotas esta semana. Entrevistado el martes dijo que no pensaba votar a Scioli pues ellos fueron los primeros en impulsar un cambio. Lo que obvio implica apoyar a Macri.
Pero el miércoles advirtió que Macri escondía a sus economistas porque eran impresentables y como iban a devaluar todo se iría al diablo.
Todo esto en fila detrás de Sergio Massa, quien con Mirta Legrand, cuando está lo intimó a definirse deslizo: que quería un cambio, palabra mágica. Cambio es sinónimo hoy del salariazo del 89.
Alberto Fernández, De la Sota, Das Neves, es decir todos aquellos que hasta hace 1 mes decían que su límite era Macri, porque, obvio, hasta hace un mes parecía que Scioli ganaba, hoy dicen, como el arbolito de Florida y Corrientes, : cambio – cambio.
Ahora bien, si saben que Macri va a hacer que retrocedamos a la distribución agraria, que además va a desnaturalizar (no a suprimir, no come vidrio) la asignación universal, las jubilaciones, las paritarias, etc. Y que vía liberación del dólar y tarifas va a inmediatamente a reducir el salario, y aun así inducen a votarlo, con la peregrina esperanza de que le vaya mal y que entonces el pejotismo en manos de un tipo de la derecha como Massa va a recuperar terreno son unos traidores al pueblo, pues será, como siempre, el que paga los platos rotos.
La desnaturalizan de la acción política, la ambigüedad, la mentira conducen al abismo.
Tengo esperanzas en que todos podamos entender esto y castiguemos votando a Macri por partida doble a estos tipos, borrándolos de la línea de largada política y mandándolos definitivamente a su casa.
Rusvi Tahan