lunes, 21 de noviembre de 2011

elecciones en España

Mi amigo el zaragozano, y como respuesta a un mail mío deseándole suerte, a sabiendas de que sería perra, me contestó con una carta que trascribo más abajo. España y Europa caminan paso a paso a un abismo muy oscuro.
Rusvi Tahan
Querido amigo:
Aún no he podido ir a votar pues está cayendo agua a lo loco, pero evidentemente ni mares, ni lluvias, etc. me lo impedirán. Así pues, a pie de urna escribo lo siguiente:
La virulencia de los ataques de la oposición contra el Gobierno durante el periodo político que está expirando, acusándolo de promover la ruptura de la unidad de España mediante el Estatuto catalán y de obstaculizar la acción de la Justicia para impedir el esclarecimiento de la supuesta participación de ETA en el atentado del 11-M, se han quedado cortas. Los casi cinco millones de parados han hecho innecesaria la búsqueda por el PP de motivos estrambóticos para criticar a un Gobierno atrapado por la magnitud de la crisis, sus medidas ineficaces a la hora de combatirla y sus errores de diagnóstico y de pronóstico. Y así la actual campaña electoral ha sido aplastada por la magnitud de la crisis económica y de las cifras del paro.
Por otra parte, el de los Programas Electorales es un auténtico género literario no sólo por su característico estilo, sino por la dudosísima veracidad de sus contenidos y presunto cumplimiento: qué se comprometen a mantener, a revisar, a recortar, a añadir, a reformar, ni cómo lo financiarán. En la actualidad los de los partidos en contienda a lo único que proponen son medidas de austeridad y como máximo un bastante genérico plan reactivador, evidentemente sin promesas de más a más como en ocasiones anteriores.
Pero es que tradicionalmente el Programa Electoral del partido ganador de las elecciones (generales, autonómicas o municipales), después no ha servido normalmente para mucho. Suele ser papel mojado. El ya desaparecido Tierno Galván un día un poco cínicamente dijo: "los Programas son para no cumplirlos"). Sin embargo triunfe quien triunfe en este 20-N y pasados los tradicionales “100 días” del nuevo gobierno, deberemos tomar la palabra y exigir que se cumpla su Programa Electoral.
Y es que lo que se dice se hace, o por lo menos se intenta hacerlo. Una democracia es tanto más madura cuanto mejor auditan los ciudadanos de modo cotidiano el cumplimiento de las promesas electorales y denuncian sus desviaciones, después de un análisis de las memorias económicas -cuánto cuestan y qué cosas se dejan de hacer, alternativamente- de las medidas que se toman. En definitiva, en una auténtica democracia -y la española no ya tan adolescente, aunque a veces actúe como tal- los ciudadanos debemos convertirnos en una especie de permanente Tribunal de Cuentas.
Un abrazo

1 comentario:

J. Q. dijo...

Castigan al PSOE por la crisis votando al PP. Parece la Alemania después de Weimar. Castigan a la socialdemocracia y votan a Hitler... y así también en Italia... no?
Abrazos.
J.Q.