Por orden de aparición, a) los intelectuales lúcidos, b) la tragedia de once, c) el reclamo y las peleas con YPF.
Me abocare en esta nota al primer tema, quizás, por mucho, el más lavado, la carta de los intelectuales lúcidos que proponen una desmalvinización de la Argentina.
No me meteré en sus argumentos, la realidad es que analizarlos es dar más por el pito que lo que el pito vale.
Hace muchos años, más de una década, en un reciclamiento al que fui obligado para poder seguir trabajando ( al menos eso decían), haciendo el curso con un profesor que, además, era compañero, amigo y había estudiado lo mismo que yo, tuve en mis manos un texto de Sebreli. Con el tiempo y ya en un curso más importante tuve otros dos textos uno de Palermo y otro de Novaro, estos últimos justificaban tanto las acciones neoliberales, en la línea que Halperin justifica a Roca, como de los gobernantes de turno. Palermo explicaba la evolución en America Latina, dando el caso Boliviano antes de Evo obvio y Novaro hablaba de los gobernadores como Pilotos de Tormenta. La idea es “ era el momento y no les quedaba otra”. Es decir lo más granado del “destino”, lo inexorable. Hoy Novaro aparece en todos los canales de la “opo” cuestionando al gobierno.
Todos tienen, eso si, al igual que Halperin, una cosa común, son entrañablemente gorilas. Su interpretación del peronismo era menos que negativa.
Si a estos personajes les agregamos conversos de la izquierda como Sarlo, tenemos un coctel de “licuado de banana” indigerible.
No obstante como mi blog busca advertir, debo decirles que no deben buscar desentrañar su reflexión, eso es lo que menos les importa a ellos, no los mueve el deseo de reflexionar, ni menos el de aportar algo a recuperar las islas sin violencia, menos explicar la voluntad de los ¿2000? Kelpers que tienen derechos, tantos como los actuales dueños de Irlanda que, hace siglos, desde Inglaterra la invadieron y se quedaron con las mejores tierras o como los Anchorena sobre sus campos, que recibieron en concesión ( en la ley de enfiteusis Rivadaviana" y, luego como al pasar se quedaron con ellas, nunca pagaron.
No eso amigos es cotillón. El único afán que los mueve es la exposición de su divinidad. Son divos que necesitan “diferenciarse” del resto de los intelectuales, no ya de nosotros los mortales. Anatemizarlos con el mote de oficialistas y tener, como Borges, un panteón asegurado en el recoleto mundo de La Nación, o de Clarin si no queda más remedio.
Como, y a raíz de los tremendos desaguisados de la gente a la que ellos representan, a partir del 2001 la luz se ha encendido y ellos, gatos, han quedado expuestos, están furiosos, si sigue esta renacionalización del discurso puede que solo queden mencionados en la historia como un sector, no como la totalidad que imponía el discurso hegemónico. Para mejor algunos de ellos han decidido correrse, como Pacho O´Donnel, y los pone más de los pelos. Imagínense a Luis Alberto Romero cuestionado, esta como minita histérica, ya demasiado loco por la cátedra paralela que le abrieron a pedido de los alumnos que no lo soportaban más.
Nunca fueron más que un sector, pero si vos encendes la tele, o agarras el diario y los únicos que te hablan desde el saber son ellos, te crees que “son” el saber.
Una pena todos sus méritos quedaron sumergidos en el ego. Que, reitero, de eso se trata, solo de ego, son como los tipos que para sacarse licencias y no laburar fingen estar enfermos, hasta que de tanto fingir terminan enfermos en serio, estos tipos de tanto querer decir cosas inteligentes, de tanto “pensar pensamientos” quedan expuestos a su propia enfermedad, solo rumían no fluyen ( Felipe Angel dixit). Desconociendo el principio de que nunca te bañas en las mismas aguas. Nunca la realidad la podes explicar con los mismos viejos y remanidos clichés antipopulistas/lares.
Decía el Nacho Lewkowicz que mirar la realidad actual con las anteojeras del pasado es una forma de traición.
Rusvi Tahan
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