jueves, 14 de noviembre de 2013

No hagan olas.




Así como la semana pasada di un repaso sobre la “normalidad” del país , así entrecomillado, pues lo normal debería ser que fuera más justo y que nadie sufriera necesidades esta semana me llamaron la atención dos hechos que, ustedes dirán, parecen no estar ligados, pero que a mi juicio los une la hipocresía. La primera es que dando vueltas por el mundo a través de las lecturas de los medios, y por ende la que hacen los medios, es curioso ver como los slogans son similares en todas partes.
Parece ser que el matrimonio Clinton no se resigna a no estar en el poder, y nadie en EEUU se rasga las vestiduras como con los K. Hilari intentará, según dicen, competir nuevamente por lo que perdió hace 8 años a manos de Obama. Lo interesante es que en las manifestaciones de campaña y otras apariciones recientes, ambos Clinton han pedido que se suavicen los tensiones partidarias y han apoyado una visión de gobernar para todos. Bill Clinton repetidamente atacó las políticas ideológicas en ambos lados. “Cuando la gente sostiene” burlonamente dijo: ‘McAuliffe, un gobernador demócrata aclaro, es un hacedor de acuerdos’, yo dije, ‘si sólo hubiéramos tenido uno en Washington durante el cierre del gobierno’”, dijo el ex presidente, apuntándole a Obama, en una manifestación en Norfolk. “Es cansador ver a los políticos gastar el tiempo con esas discusiones. La gente merece alguien que ponga esto en marcha.”
O sea alguien, digamos para que me entiendan en términos locales, menos confrontativo y haciendo lo que “la gente necesita”, dos sloganes que acá están siempre de moda.
Tales temas de cambio son irónicos para los Clinton, considerando que uno u otro han tenido cargos públicos en Washington durante las últimas dos décadas. El ejercicio de Bill Clinton en su cargo también estuvo marcado por batallas partidarias que inquietaron al país, incluyendo procedimientos de impeachment (juicio político), con escándalo sexual incluido, se acuerdan de Monica  Lewinsky y dos cierres de gobierno. Clinton además atacó con misiles a cuanto país extranjero le viniera en gana. Y se burlaba de todos diciendo “es la economía viejo”.
Aca pasa lo mismo desde hace tiempo, primero fue Alberto Fernandez, el ex jefe de gabinete y ahora Sergio Massa, son los adalides de “no hay que ser tan confrontativos, tan “crispados” a decir de los medios dominantes y hacer “lo que la gente necesita”.
Mientras tanto los reyes de lo que le preocupa a la gente, Macri, Michetti y toda la peña porteña son asesorados por un ecuatoriano que dice que Hitler era como Heidi y Stalin más bueno que Lassie , amados por su gente, sensibles con la música y la poesía.
El nivel de hipocresía supera incluso a la que se ve en política internacional con el espionaje general, estos tipos ambos Clinton o Duran Barba son los que dicen que Irán es el demonio, que Venezuela es una catástrofe.
Y lo peor de todo es que lo que les interesa es generar polémica, ganar centimetraje, minutos de tele, lo contrario a lo que pregonan.
En definitiva de lo que hablamos es que presentado de dos maneras diferentes, el capitalismo se defiende de los que quieren ponerle limites, por un lado juegan de palomas, no hagamos olas sostienen, no tensemos la cuerda confrontando pues, por el absurdo, si se para la máquina, la gente nos pasa por arriba, así que la pelea es con sordina. Ahora bien, si no entienden, como no entendieron los zares ni los políticos alemanes de la década del XX y siguen, confrontando, tirando de la cuerda tenemos alternativas, siempre habrá un dictador a mano. En definitiva el orden se consigue por consenso o palos y los dictadores no tienen, para algunos, tan mala prensa, si no pregúntenle a Marianito Grondona.
Rusvi Tahan  


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