miércoles, 22 de abril de 2015

El problema de la diferencia


Al acercarse la definición de las candidaturas de las PASO, tanto a nivel nacional como en lo local se acrecienta la preocupación sobre que es lo mejor, si plantear las diferencias de proyecto , de actitud, de historia, con mi contrincante dentro del mismo espacio o minimizar esto último y seguir diferenciandome solo del natural diferente de otro partido o espacio político.
Es curioso pero incluso dentro de una misma persona hay opiniones diferentes si se trata de lo local o lo nacional.
Pongamos ejemplos, hay quien dice que hay que señalar las diferencias con el Rafa Williams en Esquel, que anda como una niña ofendida contando que Das Neves lo quiere mejor que Buzzi. ¿No hay que decir que en 12 años administro mas o menos bien pero no propuso nada que cambiara realmente la situación esquelense? En plena decada ganada se limitó a ser, hasta donde se sabe, un buen administrador, acomodando, eso si a familia y perro. Debemos callar sabiendo que eso no basta. Como bien señala Aníbal Fernández, no se es corrupto solo por no robar,también no ejecutando las partidas asignadas o no haciéndolo, buscando que las partidas lleguen más lejos , haciéndolas lucir mejor. Ripa, Bestene, Iturrioz ¿ se diferencian de Williams?,¿ como me entero?. 
¿No hay que decir que en Puelo la ahora candidata a Intendenta Liliana Mijhel paso por el Concejo Deliberante de Lago Puelo sin pena ni gloria.?
A nivel nacional el dilema de Randazzo es que si dice que Scioli es más de lo mismo, que es como Macri o Massa con un brazo menos todos lo critican, señalar que, como es evidente, es el candidato del “Circulo Rojo” de Clarin, de La Nación, de Rocca, etc. muchos K. hacen fila para hacerlo callar. 
Y si no dice nada ¿que? ¿Por qué debería votarlo si calla.?
De seguir este camino deberemos aceptar que la estrategia del PRO es la correcta, el domingo en las PASO en un mismo local estarán Larreta y Michetti, con globos amarillos, en la misma mesa y con caritas felices, la política como monumento a la hipocresía. ¿Eso es lo que se espera? ¿Con eso se gana? Con el “consenso” la no confrontación, con la sensación del “no conflicto”.
Deberemos aceptar que Karina Rabolini es buena, simpática y no confrontativa, es una Evita tipo Barbie, ella no asusta. No genera Krispasión, solo adhesiones. Y además lo da a entender.
Es que Evita era eso, un problema, para muchos peronistas a los que no les quedaba más remedio que agachar la cabeza, aunque pensaban que ella era “un problema”.
Cristina está, para el poder económico y las clases medias pedorras, más cerca de Evita que de Rabolini, pero si uno lee los diarios Rabolini es bárbara.
Si no hay diferencias el mensaje vuelve a los noventa, hay un pensamiento único, no hay cambios. 
La política debería ser no solo el arte de lo posible sino el de la superación, si no hay nada que superar es una cagada, y si lo que hay que superar es la confrontación pensando que no existe el conflicto por el reparto de la torta estamos en el horno.
Rusvi Tahan


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