En estos días donde todo el mundo esta convulsionado por lo que sucede en Gaza y dentro de nuestras fronteras por la discusión sobre si somos antisemitas o no, si la comunidad judía es perseguida, etc., etc. Discusión que se aborda desde lugares oscuros, con periodistas que o no saben o no entienden, si uno quiere verles el lado bueno, o son francamente unos HdP si mira el lado oscuro. Donde la DAIA- AMIA- el embajador de Israel de un lado ,el embajador de Palestina , DÉlia y otros por el otro puteando al Estado de Israel, me parece importante señalar uno de los puntos que, a mi juicio, oscurece todo. Para ello quiero retrotraerme a un Teólogo el Padre Lucio Gera.
Hace muchos años, más de 30 en verdad realice un curso con él padre Gera, ese curso me dejo algunos recuerdos imborrables, por lo que se dijo y por la gente que participó. En relación a esto último me obligo a una digresión, compartía el lugar de “alumno” con mis 20 años con un pequeño grupo de gente entre los que resaltaban dos personas que me traen fuertes recuerdos uno el Sr. Acosta en esa época presidente de la Acción Católica, un hombre que, supe luego, la vida golpeo mal, pues pasaba por este mundo como un buen ,ferviente y comprometido católico, incapaz de ver la acción de los milicos y le creía a monseñor Aramburu santo y seña, hasta que tuvo un familiar desaparecido y peno por el silencio de esa Iglesia para la que tanto tiempo había dado. El otro un señor alto, de voz gruesa, muy elegante Gutiérrez Ruiz, exiliado aquí luego del golpe de Bordaberry en Uruguay, presidente de la disuelta Cámara de Diputados y que unos meses después de haber compartido este curso con un servidor apareció muerto en un WV escarabajo junto a su compañero y amigo Zelmar Michelini. Dos victimas notorias del Plan Cóndor.
Decía entonces que en una de las etapas del curso Gera puso sobre la mesa de discusión el problema que a su juicio envolvía la cuestión de Israel. El decía: lo que genera el mayor conflicto es vivir en la confusión de si tenemos y defendemos un Estado-Nación : Israel , o si estamos frente a un grupo que comparte una fe, la religión del pueblo judío. Esto era a su juicio el centro del problema. Y lo decía hace 30 años, y ahora gente muy sabia no es capaz de esbozarlo con claridad.
Es así que dos cosas diferentes la fe y el Estado Nación, que en el caso de la religión judía,a partir del nacionalismo decimonónico, terminaron mezclándose ,con la aparición del Sionismo y el planteo de ocupar nuevamente la tierra alrededor de Jerusalén alimentando la falacia de reconstituir un Estado que nunca en realidad había existido, pues el Reino de Israel hacia 2000 años que había desaparecido, genero este conflicto actual.
No estamos discutiendo que tres o más grupos religiosos compartan un espacio, eso sucede en muchos lugares del mundo. El problema es que se creó en la posguerra, a partir de la decisión de Gran Bretaña y EEUU, mudando gente a un estado nuevo donde ya había otra gente viviendo y que se encontró no con su propia autodetreminación sino con un gobierno de ocupación, y para peor, en ese estado se referencia una religión. A partir de entonces las decisiones de un Estado ( buenas o malas) se mezclan con la fe.
Lo que esta en el centro de la tormenta es si las acciones de un Estado Nación son correctas o no y la gente esta en su derecho de tomar postura, no en relación a la cuestión judía sino a las acciones de un Estado dirigido hoy por políticos corruptos, notoriamente corruptos, como Olmert.
Entonces que alguien salga a putear contra las acciones de Israel en Gaza, como contra las de EEUU en Irak es totalmente valido. No es valido ni profanar tumbas judías, ni que la AMIA se declare a favor de las acciones de ese Estado. Ese Estado tiene un embajador y la AMIA es una ONG que representa no a ese Estado sino a los que profesan la religión judía en la Argentina.
Por ello si una funcionaria como Lubertino no quiere jugarse por cuestiones de Política Internacional, y eso es de lo que hablamos, es correcto, y las presiones de la DAIA y AMIA son una intromisión en la Argentina. La fe de los judíos , de los musulmanes, de los Testigos de Jehová, es un derecho, las acciones de un Estado soberano son juzgables por la opinión publica y por los otros Estados.
El mantenimiento de este equivoco que Gera había señalado como “el” problema. No hace más que mantener oscuro lo que debe clarificarse, y para lo cuál periodistas y políticos, representantes de ONG y otros deberían trabajar, sin dejarse comer el coco por los lobbys de turno.
Y la clarificación es un trabajo arduo pues hay demasiada gente apagando la luz.
Rusvi Tahan
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