martes, 10 de noviembre de 2009

UN SISTEMA PERVERSO EN LA ARGENTINA. EL acceso a la comunicación y los bienes culturales.

Mientras muchos se han indignado por el ataque (¿?) a la libertad de prensa y los medios de comunicación, los ciudadanos de a pie, seguimos indefensos ante los abusos de las telefónicas y los multimedios.
Mal que me pese, siempre deseé ser un tipo importante, pero no he podido salir de la mediocridad de mi clase media tirando a baja, y entonces, cuando me suceden hechos como el que les contaré que jalonan una larga experiencia en sufrir los desaguisados de las empresas monopólicas de todo pelaje, me siento totalmente desvalido.
El tema es, como muchos otros, autoreferencial en definitiva, creo que los temas, que son de cosecha propia, son autoreferenciales, pues son presentados de la manera que nos afectan, se nos aparecen o tienen prioridad para aquellos que los escribimos. Esto los diferencia de aquellos temas que escribimos porque nos pagan, como nos sucede a muchos periodistas o investigadores en la actualidad.

Los Teléfonos
El disparador… La semana pasada, miércoles 4 del 11, para ser más preciso, estaba en Bariloche e intenté comunicarme a las 16 hs. con una amiga en España; me metí en una cabina de la calle Quaglia y la llamé, apareció el contestador y le dejé un mensaje: -“te llamo luego”. Pedí la cuenta y pagué $ 1,25. Di unas cuantas vueltas cagado de frio y a las 17:30 me metí en otro locutorio, esta vez por la calle Rolando o Bescheft, o alguna así de las que bajan al lago. Local igual de verdecito, tipo telefónica, me metí en la cabina marqué y me atendió mi amiga, cascoteado en estas lides como lechuza, no dejé de mirar el tarifador, y ¡oh sorpresa!, decía $5,35, se me heló la sangre, quise tranquilizarme pensando: debe ser que me cobran 3 minutos, no….. “Gil de lechería” al minuto y un segundo me vacunaron con otros $ 5,35, allí azorado dejé de escuchar a mi amiga y desesperado busqué algún cartel que me indicara que estaba en Cuba o Francia, donde estas menudencias por motivos distintos pasan, ni ahí, lo único que vi fue un cartel que indicaba efectivamente, que la tarifa era esa: $ 5,35 por minuto.
Bueno la hago corta a los 21 pesos me di por enterado de la suerte de mi amiga y le colgué, mandándole un beso rapidito. Salí caliente a enfrentarme al dispuesto, bien vestido, sesentón, dueño del locutorio, quién ( delante de una foto que denunciaba a los traidores y ladrones diputados rionegrinos que votaron por la 125) se mostró sorprendido de que la tarifa fuera cara. Luego de mostrarse asombrado me dijo, muy suelto de cuerpo, que la tarifa estaba exhibida en cada cabina. Yo lo mandé a cagar, le mostré lo que me habían cobrado y como estaba mi compañera esperándome, me la comí jurándome que lo denunciaría a la CNT. Al día siguiente, en el Aeropuerto de Bariloche, consulté en la cabina telefónica del aeropuerto, donde nada es barato ( un agua puede salir 8 mangos) y me confirmaron que efectivamente, la tarifa es de $ 1,20 el minuto, y que seguro que esas agencias de ICB o IBC, así era la marca que proveía el servicio al venerable y ladrón ancianito, metían mano en los tarifadores.
Efectivamente, ya en Buenos Aires, me apersoné en la calle Perú, sede central de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, allí me atendieron de maravilla, y ¡me escaldaron!, diciendo que ellos no están para eso, que eso era un problema de defensa del consumidor, que me dirigiera allí, pero que, si no obstante yo deseaba radicar la denuncia en la CNT debía mandar o apersonarme en ……. Viedma, si leen bien, pues Bariloche es Río Negro.
Mi compañera me recordó que hace 15 años, cuando solicitamos en nuestra casa de Lago Puelo el teléfono, la empresa Telefónica me pidió, para tirar un cable hasta mi casa, $ 8.000, la misma contestación que le habían dado, como después me enteré, a mis 4 vecinos, cuando les pregunté en Esquel, a los de Telefónica por qué no lo prorrateaban entre los 4, el tipo que era un ex Guardia de Hierro y se había convertido a la era Menemista, como ahora se hizo un ferviente Kischnerista y labura en Radio Nacional, me dijo que era la libre empresa. Después de la debacle del 2001 y la hiperdevalueta pensé, ahora por ahí bajaron, no …..“ Gil de lechería remixado” me pidieron 28 lucas.
En aquel entonces, 2002, caliente recurrí a la CNT de “Comodoro Rivadavia” pues vivo en Chubut ( aunque a 800 km de Comodoro), no obstante, buen ciudadano que paga sus impuestos, junté valor, la guita para la certificada con aviso de retorno y mandé la denuncia, 6 meses después la CNT me mandó una gran y conceptuosa carta que decía, que había consultado a Telefónica ( SIC ) y ésta le había explicado que el cable era carísimo y que yo no tenía razón para protestar.
Así que opté por ponerme una línea rural de la Coopetel del Bolsón.

La Televisión
Cuando llegué a Lago Puelo, desde Esquel, conseguí luego de pasear por todo el terreno de mi casa, ubicar sobre el tanque de agua una antena que me permitía captar canal 7 de Rawson, meses después la antena se rompió y me subí valientemente al tanque, busqué con un método moderno, mi mujer me gritaba, cuando aparecían aunque sea rayitas en la TV, y encontré malamente “Aire Valle” un canal del Valle de Rio Negro que tiene una repetidora en El Bolsón y es de Canal 13 o Grupo Clarín. Esto me duró unos meses más, y finalmente se cortó la señal, así que, obligado por mi citadismo y pequeñoburguesa formación, pagué 1000 dólares por la antena de DTV.
Ya ni me entero de lo que pasa a mi alrededor, jamás bajan un canal local, puedo ver a Antoni Bourdain comiendo en Madagascar o a Macri con cara de póker por TN, incluso en los últimos años a Chaves por Telesur, pero jamás al canal de Rawson y menos al del Bolsón, que aunque no lo crean tiene un canal de cable.

La Radio
El clásico es Radio Nacional, pero como los equipos son de su fundación , la radio que mejor entra en mi casa es la 104 del Bosque de Lago Puelo, hace casi un año borró a sus locutores locales y trasmite en cadena desde Trelew, la radio es de la cadena 3 de Vila- Manzano; cuando escucho la temperatura puede decir 25 grados aunque acá haga 5, o día soleado aunque acá llueva a lo pavo.
Me pregunto ¿de qué medios libres hablamos? ¿ de qué Estado “regulador” hablamos?, ¿tiene el Estado alguna posibilidad de controlar? los diputados, jueces, fiscales a quienes como a mí, cada día, esto que les conté se les presenta en bandeja ¿no pueden actuar por los vecinos de alguna manera?.
Este es el principal problema. Tenemos ahora una nueva ley, tenemos un gobierno que dice y quiero creerle, que es distinto, pero si uno lee los diarios se entera que la Telefonía celular aumentó, en los últimos años, un 400 % , que es mucho más cara que la del fijo, que es mucho más cara que en Europa, antes de la ley de medios estábamos indefensos ante el buenosairescentrismo, estábamos indefensos ante los abusos de las telefónicas, de los canales de cable, por ejemplo DTV me mandó sin anestesia una revista de $ 10 por la negativa, si no la quería tenía que decir que no la quería, ergo al tercer mes me avivé que me habían vacunado y tardé dos meses más, que los colombianos que me atienden en el Call me la dieran de baja.
Hoy en día mi gasto comunicacional y de televisión asciende a :
Teléfono de línea , factura mensual cerca de $ 150
DTV , pues la televisión abierta no entra en el paraje en el que vivo, $ 190
Internet, que me provee la Coopuelo, $ 150
Y tres celulares, uno de mi compañera y dos de mis hijos a tarjeta $ 200 más pesos menos. Es decir para poder ver tele, y tener mail, e internet, y teléfono gasto $ 690.
Cuando me refiero a la cuestión comunicacional , me estoy refiriendo a un “servicio público” que no debe tener el mismo tratamiento que la venta de productos electrodomésticos, si una cabina de telefono me cobra 1 peso y otra 1 euro por la misma prestación no es un problema de defensa del consumidor, es un problema de Estado, en la especie humana la comunicatividad es un elemento diferenciador, el derecho al acceso de Bienes Culturales en el siglo XXI es parte de un espacio liberador.
Si a esto le agrego que la cabina en realidad quiere estafar a los brasileños o españoles o gringos de todo pelaje que circulan por Bariloche es un problema de la comunidad de esa ciudad que tiene depositado en el turismo parte de su futuro.
O sea falta mucho para la revolución, y falta más porque los que tienen la responsabilidad de controlar, funcionarios , jueces y medios de comunicación, además de los teléfonos pinchados, de los teléfonos estafa, de las estafas de la TV, de las radios que sobreviven con la publicidad oficial del mismo estado que les financia ubicarse en otro lugar e informar de otro lugar del vecino que la escucha, no controlan y lo peor, seguramente, que el tipo que fija la pauta de publicidad dice : “pongámosle publicidad que la escuchan en Puelo”.
Como en general razona mi mujer, que es practiquísima y concreta, qué podemos esperar si en lo simple no hacen una mierda. Este relato, al igual que el de los medicamentos, no exige una gran investigación, basta con dar un par de vueltas por la calle, que enseña todo y rápido, o sea podrían tomarlo y hacer algo.

Rusvi Tahan

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