martes, 7 de junio de 2011

dia del periodista

En el Día del Periodista quisiera, si el internet me lo permite, mandar un saludo, pero no generalizado como es costumbre en este blog no hipócrita, es decir quiero tomarme el atrevimiento de ser selectivo, saludo a todos aquellos que ejercen su profesión de manera honesta y pueden reflexionar sobre su propia práctica.
En los últimos años, en este humilde Blog, pero fundamentalmente en muchos otros medios de mejor calidad se han empezado a oír voces que cuestionan el lugar de intangibilidad que, por tener ficha de periodista, se había creado esta profesión.
Esta profesión tiene personas que merecen todo nuestro respeto, aunque no piensen igual que yo o trabajen en algún medio que no me gusta, son aquellas que hacen de su tarea una cuestión seria, de respeto a su público.
Sin embargo, a fuerza de ser sincero, cada día me encuentro con un número importante de ¿periodistas? que realizan verdaderas “agachadas” mediáticas.
La más notoria y que últimamente ha llamado más atención es la del gordo Lanata, quién no se sabe cuando perdió la brújula, aunque si me provocan, como diría Sabina, yo podría decir el día que decidió inventar esa mentira de que Clarin había comprado a Pagina 12, justificando asi de un modo ético, lo que tuvo otro tipo de motivaciones, su salida de la dirección del diario. Es decir se fue a la mierda, pero para darle lustre a ese se fue o lo fueron, lo barnizo de una cruzada contra Clarin.
En ese momento en la que se empezó a convertir en, el típico caso de empresarios ricos y empresas pobres o fundidas. O sea se me hace un típico ejemplar no ya de periodista sino de empresario nacional que hace su propia fortuna, sin dudar en actuar como en Critica con el diario Critica donde dejo a todo el mundo en la calle.
En ese aspecto, permítaseme una horrible comparación, Hector Magnetto es mejor empresario ya que su empresa no se funde, muy por el contrario, y además da mucho trabajo, mejor o peor remunerado. Asi Lanata es un periodista barnizado de lustre combativo con empresas fundidas.
Pero Lanata no es primero ni el último, lo que es sorprendente para los que lo seguíamos antes.
A Lanata se le suman hoy muchísimos periodistas que ya, sin cuidar las formas más elementales, hacen propaganda política, el último ejemplo ha sido la editorial del Diario Jornada de Trelew del domingo 5 de junio, donde el columnista, anónimo, no duda en utilizar dos veces con distinto texto una misma frase evangélica, con el solo propósito de acomodar el evangelio a su idea pro Das Neves, es decir todo un fanático religioso escribiendo como si fuera un periodista, y nadie lo sale a putear, lo que demuestra, que a) nadie lo lee, b) el que lo lee no se lo toma enserio.
Puedo sumar a Gelblung, a Leuco, y a la legión de Bonelli y los TN boys, con el perdón de Biasatti.
Pero bueno esto es para saber a quienes no saludo, pues no son periodistas. Saludo a todos los que yugan la calle y los teclados o el éter informando, a esos va mi mayor respeto.
Reitero más abajo un pequeño párrafo de Mariano Fragueiro sobre el periodista, la libertad de imprenta y de empresa, ya publicado en el Blog, pero que hace más de 150 años nos decía algo muy importante.
Rusvi Tahan.


ALGUNAS IDEAS SOBRE LA PRENSA EN LA ARGENTINA
“La imprenta, en el modo en que ha estado en las épocas de libertad, y como está hoy en la Confederación Argentina, tiene más restricciones de las que proponemos.
1º La restricción que la ley impone; la que contiene al escritor en ciertos límites, por temor de incurrir en las penas.
2º La restricción del capital; porque el pobre, el que no puede pagar la impresión, no puede publicar.
3º la restricción de los empresarios, editores y redactores, que no consentirán la impresión de ningún escrito contrario a sus doctrinas.
Estas dos ultimas restricciones son algo mas que medios de limitar o modificar la prensa; son una perfecta censura previa dictada siempre por el interés personal, el egoísmo, y por lo tanto innobles, indignas y vejatorias de la capacidad. El hombre sabio, que desea publicar el fruto de sus lucubraciones, que espera una aprobación del público, como la única recompensa de sus penosos estudios, si este hombre es pobre, necesita revestirse de paciencia y humildad para acercarse a la imprenta, e ir y volver repetidas veces, hasta que obtiene del capitalista empresario o del editor responsable una mirada ligera e indiferente sobre su escrito y una respuesta ignorante que dice: ¡no me gusta! ¿No es esta la verdadera censura? ¿Y por quienes se hace? Regularmente, en tales casos el juicio que se forma del escrito esta en razón de lo que paga su autor; de modo que es un juicio venal, sujeto solo al interés egoísta. ¡Y sin embargo, a ese orden de cosas se llama libertad de imprenta, y se aboga por la continuación de ese sistema, y se dicen apóstoles de la libertad los sostenedores de la conveniencia individual! En estos abusos no se ve sino la complicación criminal de la imprenta con el capital para lucrar mas a costa de la libertad y del talento. “ MARIANO FRAGUEIRO. Cuestiones Argentinas.1852

No hay comentarios: