Los porteños no se merecían el sacrificio de de Dario y Maximiliano

47 % de Macri, 3 de la Estensoro (Lilita y la bola de cristal), 2 de la Giudici ( Clarín- Alfonsín), 1 de Lopez Murphy ( 13 % de descuento a empleados públicos y jubilados = 53%
Si a eso le sumamos los troskos de cuanto peor mejor y de los muchos gorilas progre que votaron al Pino, la verdad es que el 2001 ahora se me aparece como una mueca cruel.
En definitiva que se puede esperar de una ciudad avejentada, satisfecha a costillas del resto, con un boleto de colectivo de 1,25 que la atraviesa toda, mientras en cualquier pueblucho o no hay bondis o valen de 2 a 5 mangos según la distancia, nunca tan compleja y ni transitada como cualquier tramo en la Capital. Con los jubilados que pueden ir gratis en el tren. Una ciudad donde la justicia del poder acceder a muchas cosas se nota, justicia que creció luego del derrumbe de Delaruina.
Que se puede esperar de esos caceroleros, que salieron porque les agarraron la plata en los bancos con el corralito y salieron porque les agarraron las rentan fastuosas a los gauchocratas. Caceroleros que una vez satisfechos abandonaron las “revolucionarias” asambleas barriales que tanto esperanzaron a los progres y troskos, que veían la revolución a la vuelta. Y que ahora están todos guardados, seguros de que nadie sabrá, como a Menem, quién votó a Macri, en 3 años más dirán yo no lo vote, transformando la elección de este domingo en un fraude histórico, pues seguro que en tres años nadie lo votó.
La ciudad está sucia, los subtes no avanzan casi nada, los hospitales están abandonados y Macri sigue. Como seguía Menem, que se dio el lujo de hacerle votar a los porteños a un cabecita riojano como Sup Erman Gonzalez.
Bueno solo para que recordemos, que las muertes de Maximiliano y Dario sirvieron para el resto del país, para los porteños con Duhalde les alcanzaba. Esto lo dice un porteño dolido que vive en el sur y la ve diferente ahora, su ciudad perdió un poco el encanto.
Rusvi Tahan