viernes, 26 de agosto de 2011

El Canape vs el chori. Similitudes invisibilizadas.


Esta próximo a salir el libro Argenleaks. Libro que versaría sobre los cables, filtrados por Wykileaks hace unos meses, de la embajada norteamericana en Argentina hacia sus jefes en EEUU, con noticias de sus reuniones con políticos y periodistas.
El episodio, recuerdan, permitió gastar ríos de tinta en paparruchadas, cuya importancia este blog desecho en su momento y que, salvo por lo que escribo más adelante, era una presunción correcta.
En dicho libro se reitera un dato que era de público conocimiento pero que a raíz de una pequeña ironía de mi compañera me empezó a parecer digno de mención. Esto es, la asiduidad de visitas que los periodistas y ejecutivos de los multimedios realizaban a la embajada. Su constante presencia en los cocteles de la embajada, que serían comentados como esas malas traducciones de las peli yanquies como “ ha sido una magnifica velada John”.
El comentario de mi compañera fue: “en definitiva estos van allí por el canapé y el champagne, y después despotrican contra los negros del chori y el vaso de vino, si esta cosa es mierda clientelar negra, ¿la otra que es?”.
Y la verdad es que me quede con ganas de avanzar en la idea, hay toda una construcción de imaginario sobre como se maneja en la Argentina la clientela política, su pleitesía a cambio de choris, planes de empleo y asignaciones varias, que se manifiestan con su forzada presencia, llevados por destartalados o no colectivos a los actos de gobierno o de la CGT, en general, obvio, si son peronistas mejor. Se puede obviar la choriceada de Galtieri o las galponeadas radicales en la meseta del Chubut, las movidas neuquinas del MPN, lo mejor es centrar la cosa en los negros peronistas ( ahora K, ya que hay peronistas prolijos como Duhalde o filo con globitos como Macri).
Ahora bien cuando el gordo Zanatta va a pedir la escupidera para el Diario Critica sintiéndose perseguido, cuando Joaquín Morales Sola u otro van a dar datos a cambio de pescado podrido o de favores, cuando, en fin, los periodistas estrella de la Argentina, cuan señores de pueblos sojuzgados por el Imperio Romano, son llevados a Roma ( es decir Nueva York) a ver desfilar los triunfos Yanquies y convencerse, y convencer, que lo mejor es ser cipayos que libres. ¿No reciben jugosos choripanes y se hacen los boludos.?
Hace muchos años un filosofo mendocino, Roberto Follari, escribía que en la Argentina estaba de moda depositar en los otros el peso de las culpas, y con esa simple frase describia a estos tipos en todo su esplendor. Los otros son los pobres, ellos si son corruptos, un chori. Y claro por eso yo ni me muevo, ahora por un viaje a Europa o yanquilandia lo pienso.
Por ello invito a los lectores de Clarín, La Nación, Perfil, a los televidentes de TN y su nuevo periodista estrella Lanatta, que cada vez que escriban o digan algo, piensen en los canapés de las magnificas veladas, en las invitaciones pagas a recibir el adoctrinamiento en EEUU, todo aquello que por desgracia velan ( $$) su profundo entendimiento.
Rusvi Tahan

1 comentario:

Joaco dijo...

Voy a ganar varios debates con este artículo ja ja ja