A veces me pregunto cómo me engancha, como, sin tener
ninguna gana, me voy con Abdul a algún lado extraño. Creo que es porque nunca
deja de sorprenderme y la verdad es que me resulta gracioso finalmente.
Esta vez además la curiosidad pudo más, no podía creer
cuando me dijo que lo acompañara a un consultorio de los Hermanitos Peruanos.
¿Me estas jodiendo?.
No Rusvi, dale acompáñame que me da un poco de vergüenza
entrar allí.
No claro, a mi no.
Bueno pero los dos parece que vamos por otra cosa. ¿Quién va
a creer que vamos para que nos hagan un trabajo sentimental.?
Un trabajo sentimental, ¡si estos tipos son unos ladri!. Yo
escuchaba unos en la Radio de Madryn hace como 15 años cuando viajaba con el
Bambi en coche desde Esquel a Trelew. Siempre me pregunté cómo los dejaban decir
barbaridades por la radio, permitir esa
propaganda totalmente armada de: yo tenía un problema, alguien me hizo un mal y
los hermanitos me curaron y ahora soy Felizzzz. Y luego la voz de un tipo con
acento del altiplano, hay versiones mexicanas también en otros lugares, pero
estos eran del altiplano, diciendo: si tienes un mal, si tu novia te abandonó,
o tu marido te engaña, nosotros te daremos la respuesta.
Bueno dejate de joderme, ya llegamos.
Entramos al departamento – consultorio, el living estaba
armado como sala de espera, en breve se abrió la puerta de una habitación y
apareció un tipo disfrazado de Inca con cara de prócer, y pregunto quién venía
a verlo, Abdul se levantó y entró.
Me dediqué a mirar la decoración de la sala de espera,
crucifijos, imágenes, soles, un ambiente recargado al mango, afiches con
preguntas tales como ¿ has visto a los demonios? Y cosas así.
De pronto el silencio se cortó, y se escuchó primero una suerte
de letania, luego gritos, que obvio no eran de Abdul, frases inconexas, mas
gritos. La cuestión duró como 10 minutos, en el ínterin, dos mujeres entraron
al departamento. Me puse re incomodo, pero me la banqué.
Finalmente Abdul salió con una sonrisa de oreja a oreja, me
hizo un gesto y nos fuimos.
Puso en marcha el auto y desde su celular hizo una reserva
en el Hotel Panamericano de Bariloche, una suite.
No le hable nada, el rompió el silencio y me dijo: ya esta
tengo una pendeja en mis brazos este fin de semana.
Vos estas en pedo. Te pensás que va a estar en tus brazos
por este chanta.
No boludo, la pendeja es creyente de este tipo y como lo
vine a ver me va a querer más.
Si claro. Me parece que se te fue la mano con el porro. Se
va a ir a la cama con vos porque viniste al ver al Hermanito. ¡Que pelotudo!
No, se va a venir a la cama conmigo porque el hermanito la
va a convencer de que yo soy su salvación.
¡No me digas! , el tipo va a lograr que la niña vaya a tus
brazos.
Y si, es lo menos, le di 2 lucas para eso.
Rusvi Tavan
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