Hace ya muchos años que Javier Auyero en sus trabajos más
importantes ha demostrado que los grupos populares no se “mueven por el chorizo
y la coca” sino por el contrario sus decisiones son calculadas y responden a cubrir necesidades
concretas.
Lo mismo se puede decir sobre el último paro, se ha dicho mucho
sobre el paro, lo más obvio: que el paro era político. Una obviedad. Como todos
sabemos y se ha dicho con toda claridad el paro general es un “hecho político”.
Pero poco, o casi nada, o muy desperdigado se ha dicho de
algunas razones objetivas de defensa de sus trabajadores por las cuales algunos
dirigentes impulsaron el paro. Detenerse solo en los motivos de política electoral
que buscan desgastar al gobierno o apoyar a Massa es decir nada y descuidar el
motivo real de por que sus afiliados apoyan el paro. Atribuir solo a “los
aprietes” es minimizar y descuidar el problema.
Me detendré en los dirigentes de Camioneros, La Fraternidad
y CTA/ATE. ¿Por qué?. Porque Barrionuevo no tiene “perdón de Dios” diría mi
padre y tampoco tiene apoyo de los gastronómicos, que le hicieron pito catalán,
así que “out”.
En el caso de Moyano me interesan resaltar tres cuestiones,
una de coyuntura y otra a largo plazo, la de coyuntura es que siendo uno de los
dirigentes que ha logrado que sus trabajadores cobren uno de los salarios más
altos del país y además ha “rescatado” a un montón de afiliados de gremios
menores o poco combativos el tema del impuesto a las ganancias es para su gente
un problema muy serio. Por ende el deseo de que este caiga o cambie genera
enormes adhesiones en sus filas. Por otra parte la decisión del gobierno de impulsar el
sistema ferroviario se da de narices con la proyección del crecimiento que
tendría el transporte automotor en cualquier escenario futuro. Tanto con este
modelo como con uno de apertura, si n la competencia de los FFCC los camioneros
seguirían recorriendo el país y el Mercosur cada vez con mayor frecuencia.
En el caso de Maturano de La Fraternidad hay también dos
temas importantes, el ya señalado del impuesto a las ganancias y, más
importante aún, el crecimiento del sistema ferroviario va junto con la
profesionalización y exámenes a los maquinistas que impulsa el Ministro Randazzo,
así como con los sistemas de vigilancia para ellos. Ambos temas son resistidos
por los afiliados, no solo por Maturano, además que van en contra del manejo de
la “bolsa de trabajo” que el gremio ha realizado durante años. Los motivos del
enfrentamiento entre el gobierno y La Fraternidad ha salido a la luz con los últimos choques.
Por cierto llama la atención que de los dos choques más
importantes, frontales, el de Once y el de Castelar, los maquinistas salieran
ilesos o con algunas contusiones. Pensemos en un camión que choca frontalmente,
sabemos que en la mayoría de los casos el chofer muere, que pasó que murieron
en Once 51 personas y el maquinista esta hoy declarando vivito y coleando al
igual que el de Castelar. Esto ha generado muchas sospechas en todos.
Por último el caso de Michelli de CTA /ATE, más allá de una
retorica troska que busca contener a la
franja más combativa de su gremio y al crecimiento que han tenido los partidos
como el PO, el MST y demás en los empleados públicos yo resaltaría tres temas claves. El primero y más obvio, en
relación a los gremios industriales, los salarios del Estado son bajos y la
precarización a través de contratos casi eternos perdura, o aún aumenta en las
administraciones provinciales. Por otra parte el sector de la salud no
encuentra una respuesta adecuada ni del gobierno nacional ni de los
provinciales, generando una anomía dentro del sistema y el fastidio de sus
trabajadores. Además el mantenerse en una central independiente, que el
gobierno alentó en los primeros años K. no le sirvió de nada, jamás obtuvieron,
ni obtendrán la personería jurídica, la división le dio además al gobierno la
excusa para no hacerlo, lo que va en contra de la misma propuesta de un modelo
distinto de país. Michelli es también la expresión de disgusto por la defección
del gobierno en ese sentido.
Finalmente quiero detenerme en otra cuestión que involucra a
salud, a los gremios y al Estado, el sistema está viciado de protagonistas, y
la cobertura en salud tan amplia que
tiene el país y lo hace uno de los referentes de, por lo menos América toda,
norte o sur, es un agujero negro donde Obras Sociales, Laboratorios, Prepagas y
Corporación médica hacen su agosto y lo transforman en carísimo.
Para decirlo sin eufemismos, lo que el Estado y los argentinos por su cuenta gastan
en salud es enorme y es un gran negocio. Si el gobierno inicia un saneamiento
en salud parecido al de los FFCC terminará colisionando con Moyano y toda la
peña. Esto hace que también Moyano se ataje, sabe que con los neoliberales
volverá a negociar.
Y esto si que es más grosso aún.
Rusvi Tahan
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