martes, 8 de abril de 2014

Un Tratado con glamour. ¿Libre Comercio entre Mercosur y Unión Europea.?




Invitado a opinar sobre un tema muy importante y como primera cosa a señalar preocupante, se sabe poco, salvo lecturas entre líneas en los medios, ni los economistas, ni los periodistas más especializados han dado grandes muestras de saber de que va. O no se han pronunciado. Lo que se sabe es más por agencias europeas como EFE que latinoamericanas o por analistas de izquierda que han puesto el grito en el cielo como Boron o Aharonian. Sostienen que un acuerdo de libre comercio (TLC) en las condiciones que ha venido planteando la UE para otros países (como Colombia y Perú) es totalmente  contradictorio con los propósitos de desarrollo económico independiente que han proclamado en forma reiterada los gobiernos mercosureños, que rechazaron en 2005  la propuesta de un acuerdo similar, el  ALCA con EEUU.
Otro sector, llamémoslo, más pragmático, plantea que en política si uno deja un espacio debe irse a otro, es difícil o malo quedarse en un no lugar. La idea es que si nos fuimos del Alca pero busquemos otro horizonte. ¿Será como plantea el respetable Helio Jaguaribe que la integración con Europa genera más multipolaridad? .  En este grupo la idea es que en el escenario hemisférico, el establecimiento de un acuerdo con la UE reforzaría la estrategia del MERCOSUR de evitar la posible concentración de su comercio exterior en el mercado americano y simultáneamente verse cercados por los acuerdos bilaterales que ,cuan Pacman, va cerrando EEUU país por país. En estos momentos centrado básicamente en su mirada del Pacifico.
Agregan: la eventual firma de esta asociación interregional entre la UE – MERCOSUR sería la primera de su tipo entre dos uniones aduaneras de diferente nivel de desarrollo y distantes geográficamente., pero con el supuesto objetivo común de incrementar la multipolaridad económica en el mundo a través del fortalecimiento de los bloques de integración regional existentes. En este sentido, tanto la UE como el MERCOSUR mantienen una estrategia de inserción internacional basada en escenarios de múltiples negociaciones comerciales internacionales.
Un poco de historia.
Las relaciones entre la UE y América latina se han desarrollado básicamente en tres espacios principales:
  • En el ámbito regional a través del Grupo de Río manteniendo con éste un diálogo político importante desde 1990.
  • En el ámbito sub-regional, con los países de América Central a través de la mesa de Diálogo de San José de Costa Rica desde 1994. Aunque en esa época el dialogo incluía al grupo Contadora que estalló al separarse Venezuela y pedir el ingreso al Mercosur.
  • Por último en el ámbito bilateral, a través de la firma de un importante número de acuerdos de cooperación.
En este ultimo sentido con los países que hoy componen el MERCOSUR, la UE firmó a inicio de la década de los noventa Acuerdos Bilaterales de Tercera Generación, es decir que abarcan aspectos sustantivos más allá de lo económico y comercial, como la defensa de la democracia los derechos humanos y el medio ambiente.
Como cualquier lector avispado puede ver todos temas “buenos” pero que se dan de narices con la realidad que nos muestra una Europa mete púa en donde puede, sin respetar para nada las democracias, como pasa en Oriente Medio, el Norte de África y más recientemente en Ucrania. A lo que le agrega una creciente ola neofascista de discriminación  a los extranjeros y las  minorías, en este tiempo le toca a los gitanos, y cada día deja ahogar a los africanos en el Mediterráneo sin culpas.
Con estos antecedentes  NO está claro que NO sea un TLC con distinto nombre. O, lo que es peor incluso, no sea un movimiento coordinado entre EEUU y la UE a juzgar por las fechas de inicio de las conversaciones, ambas en diciembre de 1994, veamos:
·         En Diciembre de 1994 se realizó el Consejo Europeo de Essen. En esta oportunidad se:"Insta al Consejo y a la Comisión a que establezcan lo más rápidamente posible las condiciones para el pronto inicio de negociaciones con los Estados de MERCOSUR acerca de un "acuerdo marco interregional".
·         Simultáneamente en el escenario hemisférico, el gobierno de EE.UU. convocó a la Primera Cumbre de las Américas en Miami en Diciembre de 1994, donde lanzó su propuesta del ALCA, hecho que o bien puede interpretarse como una reacción y  un "llamado de atención" para los europeos. Asi como para marcar la cancha señalando que los países de América Latina eran de su “influencia”, una doctrina Monroe remixada .
Como no creo en las casualidades hay un poco de todo esto o todo completo. Un movimiento doble en consonancia con la globalización financiera. En definitiva el actual interés debe verse en los números. Y entonces que tenemos.
*Europa esta preocupada por  la posibilidad de perder acceso al mercado latinoamericano. Como sucedió cuando México entro al ALCA,  allí Europa perdió la mitad de este mercado, y se vio obligada más tarde a firmar un acuerdo de libre comercio
* La balanza actual es favorable a la UE, aunque muy escasamente. Lo cual, en la actual depresión económica en la que están,  es un problema para ellos y -según dicen- la razón que los anima a negociar con nosotros.
 * Por lo que se dice, los europeos se niegan a levantar las protecciones arancelarias a sus propios campesinos.
 ¿Cuales son?
·         En el acceso a la UE, la producción agrícola proveniente de países extra-comunitarios se enfrentan a una serie de medidas que obstaculizan su ingreso. En primer lugar, aranceles con componentes ad valorem con cierta variación estacional, así como productos donde el arancel cambia según el insumo utilizado, lo que crea una estructura arancelaria poco transparente y que predomina en los rubros agrícolas.
·         Paralelamente, la UE aplica un gran número de barreras no arancelarias (BNA), cuotas arancelarias y salvaguardias especiales. El sector agrícola enfrenta medidas de carácter sanitario, fitosanitario y de etiquetado que en su conjunto son trabas menos transparentes y más difíciles de negociar.
·         Adicionalmente, la UE brinda asistencia a su sector agrícola mediante otros mecanismos que impiden importar y fomentan exportar. Proteccionismo que le dicen ¿vio?. Del libre mercado ni noticias en esto. Este proteccionismo afecta en forma notable al comercio agrícola entre la UE y el MERCOSUR, especialmente en los rubros donde los países suramericanos son eficientes carne bovina,  maíz, naranjas, uvas frescas, ajos, mijo, sorgo granifero entre otros.
De tal manera que tal como está la situación, parece más una necesidad de salida de sus productos para ellos que para los nuestros. Y, específicamente en la cuestión agrícola, repite las consecuencias nefastas del ALCA que se ven en Mexico y Colombia.
Un problema real es al interior del Mercosur, ni Argentina ni Venezuela, que aún no entró en estas negociaciones, parecen muy dispuestas, la Argentina por la cuestión agrícola sobre todo. Pero, y este me parece es el nudo de la cuestión,  Brasil  impulsa el acuerdo,  tiene otros productos como el café o el cacao o frutas tropicales que no tienen oposición ni protección europea.
Así la Argentina que se ha mostrado renuente esta presionada por Brasil, desde Brasil los sectores agroexportadores le dieron un ultimátum  a la Argentina para que en este marzo pasado complete la lista de ofertas que debe presentar a la UE para proseguir con las negociaciones del acuerdo.

Sin medias tintas la presidenta de la Confederación Nacional de Agricultura (CNA) de Brasil, la senadora Katia Abreu, aseguró, el pasado mes, que si Argentina no mejora entonces su lista de ofertas proseguirán con el tratado sin ella. Abreu viajó en la comitiva brasileña con Rousseff a Bruselas para discutir el acuerdo. El dato clave es que la UE es el principal socio comercial de Brasil, ya que absorbe más del 20 % de las exportaciones brasileñas y más del 21 % de las importaciones brasileñas proceden de los Veintiocho.
En fin, a mí, por ahora me parece que la madre del borrego es Brasil y huele a NAFTA con glamour europeo.
Rusvi Tahan

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