miércoles, 31 de diciembre de 2014

Sin agua



Queridos amigos lectores cierra el año y quería despedirme de ustedes señalando un asunto que es de vital importancia , pues se refiere al vital elemento el agua.
En enero me ocupare de relacionar esta nota con el asunto minero en la meseta del Chubut, pero no quiero dejar de llamar la atención sobre una noticia que debería haber llamado la atención de más de un ambientalista y antiminero para darle más énfasis.
La situación de los habitantes de Comodoro Rivadavia, Rada Tyilly y Caleta Olivia se torna insostenible. La recurrente falta de agua es “la noticia”, noticia tratada por los medios y los políticos como si fuera cualquier hecho, con ligereza, como la inseguridad, se buscan culpable sy soluciones rapidas.
Si en la inseguridad no se atiende a la creciente desigualdad de ingresos de los habitantes de la ciudad que tienen de primera clase a saber: los ejecutivos petroleros y adláteres, de segunda los empleados de las empresas petroleras, de tercera el resto de los asalariados y de cuarta ( unca mejor dicho) los desempleados y marginales, de número creciente, ya que Comodoro llama a buscar suerte, solo se cuentan muertos diarios, y el crecimiento de los narcos, nadie hace clara y contundente mención a la cuestión desigual .
Con el agua pasa lo mismo ejemplo que llamó mi atención fue la noticia que, dejada rapidamente a un  lado, o sin ser tratada con la responsabilidad necesaria, sin comentarios ni repreguntas de los medios comodororenses, nos dice que hace varios meses que la Soceiedad Cooperativa Popular de Comodoro, responsable ultima del manejo del acueducto Lago Munster- Comodoro y del acueducto Manantiales Berh- Comodoro, ha enviado una muestra de agua de estos últimos a Bahía Blanca para averiguar si contiene metales pesados. Esto hace meses y  manifiesta no tener respuesta sobre su potabilidad, siendo como es, un dato por demás superlativo.
Ya en febrero de este año el notable incremento de casos de gastroenteritis y demás complicaciones en la población había motivado a una consulta y análisis por parte del Municipio de Comodoro. El Diario Cronica del 22 de febrero  entrevisto a  “Carlos Catalá, al frente de la secretaría de Salud, quien corroboró, en parte, lo dicho y aportó su evaluación sobre el tema. Y dijo textualmente: Hay algunos casos de gastroenteritis que para mí tiene relación con tantos cortes de agua”.
Diez meses después el subsecretario de Medio Ambiente del municipio de Comodoro, Fabián Suárez, informó a los medios que todavía “no hay resultados” sobre los análisis de calidad de agua de los acuíferos ( Manantiales Berh) de zona norte. “Lo que elaboramos con profesionales de ambiente es una guía metodológica que brindamos a la SCPL para tener buenas prácticas y una guía para la puesta en funcionamiento de los pozos donde se incluyen los muestreos que hay que hacer, previo a la conexión al sistema”. Ya sincerándose Suarez reconoció la morosidad de la legislación en cuanto a el control del sistema de recuperación secundaria de los pozos petroleros, y reconoce que de producirse o haberse producido  contaminación la recuperación de cualquier acuífero es muy dificultosa.
Entonces si el agua esta contaminada de metales pesados no lo sabemos ¿por qué?  ¿por qué no conviene?, ¿por qué es difícil y demoran tiempo?, ¿por qué nadie quiere tirar la bomba, porque se manejan tiempos políticos.
Sabemos que hay petróleo en Comodoro porque se hizo un pozo para buscar agua y salió petróleo en 1913, lo que, tristemente,  también sabemos es que hoy por hoy los Comodorenses están despreocupados por la potabilidad del agua que pasa por sus canillas.  ¿Para qué? me dicen los entrevistados, si lo que no hay es una gota, estamos días, semanas sin agua, no podemos empujar ni los soretes del inodoro, así que si es potable o no ¿Qué importa?.
Curioso ¿no es cierto? una constatación evidente, el “desarrollo de la industria petrolera” ha producido una ciudad llena de Amaroks y mierda. La gente gasta más en agua que en comida, compra agua  tanto para hacer un puchero como  para llenar baldes para eliminar sus heces y orines.
Eso si, los que la pueden pagar, los demás viven en las mismas condiciones que un pobre en Etopia o Eritrea. Y la ciudad no duerme, pero no duerme despreocupada. Sus dirigentes reclaman miles de cosas, urbanizan y manejan asentamientos pero como diría un amigo, son tan inútiles que “ no pueden organizar ni el velorio del agua”.
Una industria que produjo y produce tanto dinero, que paga los sueldos que paga, como no es convocada a  ocuparse de resolver este problema, ustedes suponen que un pozo de recuperación secundaria de Pan American o YPF se parará por falta de agua. No seguramente.
Pero incluso no se plantea por lo que implica el negocio inmobiliario y comercial y hotelero que termina siendo beneficiado de los que no consiguen donde dormir y terminan gastando sus fuertes sueldos en camas como si estuvieran en Tokio, o consumen todo lo que se les cruza.
No sería el momento de repensar la urbanicidad de Comodoro, pensar colectivamente y obligar a las compañías a ayudar a  relocalizar la población petrolera. Sin trasladar el problema de una a otra, pero no es el momento de planatearse un decrecimiento del sistema, una mejora de sus parámetros ambientales.  Digo. ¿Es posible? quitarle a Comodoro la presión del agua.
Porque podemos hacer un nuevo ducto, pero no resistirá este sistema urbanístico el derroche que implica una población que vive en una línea insustentable.
Rusvi Tahan



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