sábado, 20 de marzo de 2010

Ser o no ser, esa es la cuestión.

Asi reflexionaba el Príncipe de Dinamarca. Así creo reflexionan los que se dan cuenta del avance, paso a paso, a lo Merlo, de la derecha en toda América Latina y luchan por encontrar más espacios de unión que de desencuentros. El sino de todo el arco de centroizquierda. Conste que no uso la palabra progresista. Es que he decidido a partir de hoy borrarla como sinónimo de cambio. El progreso, esa figura de la modernidad que da cuenta de la parusía cristiana, aquel plano inclinado que conduce, “siempre”, a algo mejor, no es ya mi norte. El progreso no conduce, ni condujo, y esto es empíricamente demostrable, “siempre”, a algo mejor. Esto clarifica porque dentro del mote “progresista” esté desde Carrió hasta Solanas en Argentina. Y Fernando Henrique Cardozo hasta Plinio Sampayo en Brasil.
Así se da la paradoja que tanto Lula como Cristina Fernández, son criticados por derecha e izquierda. Y que en lo básico esas derechas y esas izquierdas terminen trabajando para los mismos patrones.
No es que Lula o Fernández sean revolucionarios, ¡Dios me guarde!. Lo que sucede es que leyendo lo que han hecho en algunos campos de la realidad, objetivamente han avanzado un poco más que aquellos, incluso que han gobernado, como Alfonsín con su idealización de la democracia y sus acciones en derechos humanos, o como Menem en sus promesas de salariazo y revolución productiva.
Y también siendo objetivos con la historia, puestos a gobernar lo han hecho, con más ahincó y coherencia para el campo popular, en el rol de devolverle al Estado su función de árbitro entre los poderosos y los débiles rol que el neoliberalismo le quitó,y le quitará si vuelve.
La Alianza en la Argentina y Cardozo en Brasil subieron con un discurso “progresista” y terminaron consolidando el modelo de los ´90.
Esto lo estoy escribiendo para clarificar por que pienso que los que hoy acompañan a la Coalición Cívica de Carrió o al Pino Solanas, y podría poner nombres y apellidos de compañeros -amigos históricos, están trabajando para la derecha. Es que ellos se leen progresistas y eso significa desde el verso del “republicanismo” que enlodan en cada movida para cagar al gobierno, hasta el discurso de la Protección Ambiental, y los Recursos Naturales que enlodan al negarse a usar las reservas para saldar deuda pública.
Deuda trucha, seguro, pero que y esto lo sabe hasta el más salame, ya fue refinanciada, cancelada en partes, atomizada en acreedores pequeños, etc. Etc. , lo que hace imposible su no pago.
Lo que es posible es su investigación y con esa investigación enjuiciar a los culpable. Me parece, y esta es una propuesta que seguro han hecho otros más inteligentes que yo y si no podría tomarla Claudio Lozano por ejemplo, aunque no se como haria para convencer a los obispos que cotidianamente lo consultan, me parece que si se los plantea, no lo invitan más como consejero, hasta Carlos Custer lo putearía, pero allí tiene un norte y es que el tema de la deuda exige un “Nunca Más” económico, y un juicio y castigo a los culpables. Con ello habremos saldado la deuda más importante con aquellos, que murieron, por la violencia o el hambre, de aquellos que han vivido en el infierno de la marginación y empezaremos a reconstruir también la idea de que todos pagan sus culpas. Los milicos por ser los personeros de….. y los que condujeron a los milicos por autores intelectuales del saqueo.
Con ese “ Nunca Más” incluso podríamos recobrar parte de lo que pagamos, con los seguros de cambio de Cavallo, las tasas subsdiadas del Nación al agro en 1976-82 que los gauchocratas tomaban en una ventanilla y cruzando la calle la depositaban en las ventanillas de la Financiera Bullrich por ejemplo. O se piensan que el apellido no viene con manchas. Con el plan Bonex, el Brady, el Megacanje y el Blindaje. Y lo recobraríamos con bienes tangibles en la Argentina. Pues sus beneficiarios están entre nosotros, aunque tengan una parte en las iIslas Caiman, como parece tenerlas Luis Juez.
Y ya que hablamos de Juez, hay un pequeño problema. La Justicia. Si el progresismo piensa que está mal juzgar al Coronel Sarmiento, haciéndose el distraído de que obscenamente su hija se encargo de tensar la cuerda contra el gobierno al meterse a legisladora, cuando debía moralmente haberse excusado, entonces pone todo en la misma bolsa, el enfrentamiento con el gobierno está por sobre el imperio de la ley, por ello suena difícil un Nunca Más de los genocidas, demorado día a día y un Nunca Más de los ladrones de guante blanco, este último mucho más difícil que el anterior, ya que los muertos que generaron los ladrones no se cuentan, se leen como daños colaterales de los cambios económicos.
Fíjense, esta señora jueza y cientos de jueces en todo el país han hecho un cursus honorum desde la dictadura, tienen una mentalidad de derecha, son parte esencial del estado neoliberal. Si no se avanza sobre la justicia, la justicia (digamos el poder económico concentrado a quien ella mayoritariamente representa) transformara la acción política en un vacio. Y ese vacío solo podrá ser llenado por la anti política. Hay mucho soporte teórico en esto que les cuento, pueden los que les interese leer a Rosanvallon, en “ La Contrademocracia”.
Por todo lo expuesto yo ya no seré más progresista. Y combatiré a los progresistas.
Rusvi Tahan

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