martes, 11 de enero de 2011

Una revisión releyendo a “Visión de la tarde y la mañana”

Fui traicionado. Debí haberlo advertido.
Me di cuenta luego de un tiempo. Poco en verdad, o, creo que poco.
Tenía problemas para levantar mis notas al blog, tenía problemas para conectarme. Hasta hace unos días no le di importancia, es común donde vivo tener estos problemas. Pero en Bariloche. En Neuquén, no, no es común. Así que sumado a llamados extraños, teléfonos ruidosos y demás obvios datos, decidí rendirme a la evidencia: ya los yankees no me querían.
La verdad no es que me importe, pero cual era la razón de haberme ignorado durante más de dos años, convocarme para lo de Wikileaks, pagar, agradecerme y luego ponerse tontos.
Tenía, no obstante, que cerciorarme de que era eso y no mi paranoia, llame a Felipe a Cali y le pedí que contactara a algún doble agente, esos que venden drogas, informan a las FARC y trabajan para los paras, la DEA y la CIA. Dos días de espera y me llama, no a mí, obvio, sino a Abdul, mi amigo libanés. El siempre tiene teléfonos liberados, compus conectadas con satélites y demás yerbas. En realidad cualquiera tiene, con un poco de plata, se consiguen hasta en Mercado Libre.
Bueno vuelvo, Felipe, serio, me dice: te cagaron hermano, estas más mojado que nosotros acá en Colombia con la puta Niña. Te traicionaron, parece que vos estás diciendo que los Yankees se caen.
Hice silencio, pensé un poco y le dije ¡Gracias hermano! y colgué.
Reconstruyo la escena rápidamente, un grupo de cumpas, amigos entrañables, allí esbozo la idea, un hipótesis liberada por el vino que, como decían los romanos, ( versión libre) lentifica el entendimiento, envalentona demasiado y libera la lengua, la hipótesis era que los yankees se caen por dos vías o se disuelven por sus contradicciones centrípetas de vigilancia estatal, o libertad individual con armas liberadas sin estado o en la carrera contra los chinos, su última nueva frontera, están fregados diría Pérez Reverte. No hay tiempo previsto, solo una tendencia.
Vuelvo a la escena, repaso las caras y me niego a esta nueva traición, este año chino que termina fue testigo de un par de traiciones hacia mi persona. Traiciones que como dice Juan tienen la característica del no aviso y la cercanía afectiva del traidor. Menos mal que sigo en este año chino y no entre en el del conejo, pues si no si que me asustaba. Traiciones que además tienen la característica de terminar con el propio futuro del traidor, pues todo el mundo ya sabe que es traidor y ya no tendrá retorno.
Bueno ese traidor/a, se quién pero bueno no viene al caso, les dio a los yankees una versión remixada de mis reflexiones. Ellos que como siempre se buscan enemigos nuevos y donde en realidad no los tienen, solo para demostrar que la tienen grande, decidieron ponerme en su lista negra.
Bueno como, gracias a Abdul, esta nota será levantada quiero darles un panorama de mi reflexión y porque cito este título del gran Wallace Hadrill. En ese magnífico libro daba una idea de los últimos tiempos del Imperio Romano, las razones de su lenta pero segura desaparición y el amanecer de lo nuevo, el mundo cristiano, el mundo bárbaro, el oriente que está allí. Es decir una visión compleja y riquísima de la historia.
EEUU en las últimas décadas han ido creando un mundo paralelo de espías, agencias estatales de vigilancia y demás yerbas, de lo que se quieran imaginar, a ellos se suman los demás países poderosos para no ser menos. Volvamos a EEUU, primero empezaron a vigilar a los otros, pero luego empezaron a vigilarse ellos mismos. Si a eso lo mezclan con las tradiciones más arraigadas de desconfianza al Estado, autonomía de los estados de la unión y, dentro de estos, autonomías de todo pelaje verán que estamos en problemas. Hasta ahora con Hollywood y su construcción del “modo de vida americano” alcanzó, pero ya no alcanza, empezó en Oklahoma y sigue con la diputada de Arizona a la que dejaron en la lona y en el medio lo que quieran. Ya no alcanza con ponerle una bandera yankee o de la Confederación de fondo a las cosas
En paralelo y como ya lo advirtió Dwight Eisenhower, el complejo militar industrial, como ayer el ejército romano, necesita cada vez de nuevos enemigos para seguir subsistiendo. Ergo guerras de baja o gran intensidad se desarrollan en todo el mundo, justificadas ya sea por los Bienes Naturales, las cuestiones geopolíticas y algunas paparruchadas. Bien ya llegaron, como el Imperio Romano en su tiempo a la frontera de los Partos, a la frontera de China, lo digo en sentido figurado claro. Allí se definirá todo, allí los EEUU que conocemos deberán cambiar o desaparecer.
Yo mientras tanto no busco refugio, solo demuestro, ¡Gracias a Abdul!, que lo que digo es así, la compu, la conexión y el TE satelital que me permite levantar esta nota dicen: Made in China.
Rusvi Tahan

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