jueves, 2 de mayo de 2013

El problema de la inflación




Dos cuestiones me motivaron a realizar esta nota, la primera es el pobre papel del Ministro Lorenzino, vecino de Puerto Madryn y la opinión que el domingo el sindicalista del neumático Pedro Wasiejko, secretario adjunto de la CTA que encabeza Hugo Yasky,  virtió en una nota a Página 12 , al señalar que : Limitarse a discutir solamente el salario, sin cuestionar la formación de precios, es corroborar las posiciones empresarias. Es seguir la secuencia que proponen las cámaras empresarias: si aumentaron los precios, pedimos una recomposición salarial, que luego ellos trasladan a precios. De esa forma, el sindicato termina convalidando las mismas posiciones que defienden las cámaras empresarias. Lo cual, por definición, es quedar en manos de las políticas definidas por los grupos multinacionales que controlan a las principales cámaras.”
Estos hechos me remitierón a una nota que publique en este blog hace ya muchos meses llamada “Algunos apuntes sobre la indagación de los precios”.
En ella compartía dos análisis, uno sobre los alimentos y otro sobre la ropa, copio algunos párrafos para poder discutir:
En relación a los alimentos el economista Andres Asiain señalaba que “el incremento en el precio interno de los alimentos registrado entre 2006 y 2012, se explica en gran medida por el alza internacional de la cotizaciones de los granos y oleaginosas de exportación. La utilización del trigo y maíz como materia prima para la producción de fideos, harinas, polenta, engorde de pollos, entre otros, hace que parte de la inflación externa se traslade a la mesa de los argentinos.
Adicionalmente, el alza de la soja también afecta el precio de los alimentos pese a que pocos argentinos incluyan en su dieta a la oleaginosa. Es que el yuyo verde compite con las demás producciones por el uso de la tierra cultivable, incrementando los costos de los arriendos que se mueven al compás de su cotización internacional. El valor de la hectárea en la zona núcleo de la provincia de Buenos Aires se multiplicó por tres en los últimos 6 años, alcanzando los 10.000 dólares promedio para julio de 2012.”
Esta reflexión de hace casi 9 meses ha quedado atrás, los precios de los commodities se han mantenido inalterables, pero el precio de los alimentos no. La excusa es lo que dice Wasiejko, aumentan sueldos entonces eso lo tengo que trasladar dicen los empresarios. Paparruchadas en cada rubro la influencia de los salarios es minima en relación a los demás componentes del costo. Pueden preguntarle a cualquier especialista en costos.No no son los sueldos son las ganancias oligopolicas y oligopsonicas de estos formadores de precios.
No señores, nos roban y nosotros en vez de encarar a los ladrones encaramos a los gobiernos , por un lado está bien, la “inseguridad” en los precios es un problema de Estado. Esto parte de mi concepción de que el problema del abastecimiento no podemos librarlo al mercado. 
Lo malo es que si nosotros escuchamos a otros periodistas u opinologos, por ejemplo en Esquel el amigo Bustos, el nos recitará la biblia neoliberal: los controles de precios no sirven, los cambiarios tampoco, lo único que sirve es la mano invisible del mercado que todo lo regula. Así que el Estado no se meta.
Eso, obvio, lo dirá sin culpa, es parte de su ideología neoliberal, que nunca ocultó, ni cuando llegó a Esquel que era del grupo de la Unión Democratica de Don Julio Alsogaray,  ( la misma fuerza que aportó a sus cuadros entre ellos su hija al staff de Menem). 
Total, en esa Biblia lo que no se dice es que los que  pagan el pato son los pobres, y luego, inmediatamente, la siempre olvidadiza clase media, la asalariada primero y la cuentapropista de menor envergadura luego, que se encontrará sin plata y sin consumidores repitiendo la saga de los ´90.
Yo por el contrario, como les decía, creo que debe meterse, y si no lo hace propongo el ejercicio de hacerlo nosotros. ¿Cómo? Y veamos, hoy me metí en la pagina del Abasto de Mar del plata, no me metí en el Mercado Central para que los anti K. no nieguen la info de entrada, el abasto de Mar del Plata es privado, un mayorista privado.
A continuación deléitense con  los precios de:
Papa cepillada de Balcarce 28 kilos $ 50 = 1,78
Cebolla Grande del Sur ( Medanos a 50 km. de bahía Blanca)  18 kilos $ 60 3,33 el kilo
Zapallo Anco de Mendoza 18 kilos $ 35
Zanahoria de Córdoba  10 kilos a $20 es decir $ 2 el kilo
Batata de Mendoza 18 kilos $ 60 es decir  $ 3,33 el kilo
Berenjena del Norte 10 kilos $ 40 es decir $ 4 el kilo
Salvo la papa de Balcarce a los demás productos yo no les agregaría el flete, pues la distancias son casi equivalentes, de Mendoza a nuestra zona es casi lo mismo que de Mendoza a Mar del Plata y de Córdoba o Tucumán esta más lejos Mar del Plata que nosotros.
Que quiero decir con esto, vayamos hoy mismo a La Anónima a ver como son esos precios, si quieren una ayuda les cuento que la papa cepillada la tienen a $ 9, 20 o $ 9,50. Los demás precios búsquenlos y envenénense ustedes.
Esto por supuesto  pensando que La Anónima paga lo mismo que el verdulero que va a comprar al mercado central de Mar del Plata para abrir cada mañana su verdulería. Cosa que no es así de ninguna manera. La Anonima compra directo al productor no en el Mercado.Es decir que los precios que paga son sensiblemente menores.
Dejemos por un minuto la prosaica comida y pasemos al rubro vestido en aquella nota Zaiat me ayudaba explicando: “Una de esas cadenas de valor, el complejo textil-indumentaria, sirve para ilustrar / la/ heterogeneidad productiva y, por consiguiente, para abordar la cuestión precios. En los últimos años se ha producido una ampliación de la brecha de precios entre productos destinados al consumidor de clase media y alta, y el resto. El aumento de precios en el segmento de alto poder adquisitivo derivó en que indumentaria básica tenga un valor equivalente en dólares más alto que el de otros mercados, como el estadounidense o europeo.”
Lo que Zaiat quizás no tuvo en cuenta, y yo entonces tampoco, que los precios europeos también son una estafa, o sea llevar nuestros precios al de los europeos es doble estafa. Por que lo digo y porque hace solo 7 días, el 24 de abril, hubo una tragedia del Edificio Rana Plaza en Bangladesh, las víctimas  388 fallecidos y cientos de heridos, pero Rana Plaza no era un hotel, no amigos lectores era el derrumbe de un edificio que albergaba distintas fábricas textiles y los trabajadores hacían ropa para Benetton, Mango, El Corte Inglés y Primark. La noticia es doblemente indignante pues hay dos asesinatos, de diferente índole obvio, el de los trabajadores y el de los consumidores europeos, hoy mayoritariamente desocupados, gracias a los esclavos de Bangladesh, a los que  esas marcas  asesinan con sus precios.
Dejare para más adelante el tema Benetton, que si algo tiene es consecuencia, pues explota en todo el mundo  y acá, a solo 100 km., despide trabajadores, expulsa familias, cierra caminos históricos y vive de la teta del estado plantando pinos. Lo que me interesa señalar aquí es que los precios en Europa, al igual que aquí, ha juzgar por los permanentes allanamientos de la AFIP y las denuncias de La Alameda, se asientan en trabajo en negro y mal remunerado,  en trabajo esclavo, tanto da si la tienda es tipo La salada o la tienda es pura marca.
Entonces si queremos cambiar esta historia debemos involucrarnos, debemos: a) desde lo personal/ social armar cadenas de información para dar pistas de los lugares donde la mercadería esta más barata y b) presionar al estado local a que no se haga el desentendido y revise precios, costos y busque políticas de abastecimientos para su población, que, a su vez, el estado local presione a Yahuar para que no de mas vuelta y organice un mercado concentrador. Presione para que Amato se ponga las pilas y genere cadenas de comercialización de los productores en lugar de salir tanto en los diarios. Es más, como soy propositivo, le sugiero que avance con Trevelin y Cholila en organizar sendos Clusters lecheros, la leche tiene un precio al productor en Suipacha, Bs. As. de $ 1,86 y La Serenísima nos baja entre $ 6/8 pesos el litro en sachet en góndola o sea entre 250 y 300 % más. Y ni hablar del circo de los yogures y los productos bio.
Así que con esos valores al público cualquier emprendimiento local sale adelante. Y encima damos laburo, la experiencia de los quesos Estepa en El Maitén y los de Cholila son referenciales, pero claro hace falta mejorar las cabañas y demás y para eso esta Yahuar. Esto sería más rápido que el circo del riego en el Valle.
No corramos tras el aumento de salarios, esto es cómodo para los empresarios un mes antes de dar el aumento toman ganancias y se quedan con el aumento, trabajemos, informemos, discutamos el sentido común neoliberal del libre mercado y demos pelea en todos los frentes.
Rusvi Tahan.

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