Dos cuestiones me motivaron a realizar esta nota, la
primera es el pobre papel del Ministro Lorenzino, vecino de Puerto Madryn y la opinión
que el domingo el sindicalista del neumático Pedro Wasiejko, secretario adjunto de la CTA que encabeza
Hugo Yasky, virtió
en una nota a Página 12 , al señalar que : “
Limitarse a discutir solamente el salario, sin cuestionar
la formación de precios, es corroborar las posiciones empresarias. Es seguir la
secuencia que proponen las cámaras empresarias: si aumentaron los precios,
pedimos una recomposición salarial, que luego ellos trasladan a precios. De esa
forma, el sindicato termina convalidando las mismas posiciones que defienden las
cámaras empresarias. Lo cual, por definición, es quedar en manos de las
políticas definidas por los grupos multinacionales que controlan a las
principales cámaras.”
Estos hechos me
remitierón a una nota que publique en este blog hace ya muchos meses llamada “Algunos apuntes sobre la indagación de los
precios”.
En ella compartía
dos análisis, uno sobre los alimentos y otro sobre la ropa, copio algunos párrafos
para poder discutir:
En relación a los alimentos el economista Andres Asiain señalaba que “el incremento en el precio interno de los
alimentos registrado entre 2006 y 2012, se explica en gran medida por el alza
internacional de la cotizaciones de los granos y oleaginosas de exportación. La
utilización del trigo y maíz como materia prima para la producción de fideos,
harinas, polenta, engorde de pollos, entre otros, hace que parte de la
inflación externa se traslade a la mesa de los argentinos.
Adicionalmente, el alza de la soja también afecta
el precio de los alimentos pese a que pocos argentinos incluyan en su dieta a
la oleaginosa. Es que el yuyo verde compite con las demás producciones por el
uso de la tierra cultivable, incrementando los costos de los arriendos que se
mueven al compás de su cotización internacional. El valor de la hectárea en la
zona núcleo de la provincia de Buenos Aires se multiplicó por tres en los
últimos 6 años, alcanzando los 10.000 dólares promedio para julio de 2012.”
Esta
reflexión de hace casi 9 meses ha quedado atrás, los precios de los commodities
se han mantenido inalterables, pero el precio de los alimentos no. La excusa es
lo que dice Wasiejko, aumentan sueldos entonces eso lo tengo que
trasladar dicen los empresarios. Paparruchadas en cada rubro la influencia de
los salarios es minima en relación a los demás componentes del costo. Pueden
preguntarle a cualquier especialista en costos.No no son los sueldos son las ganancias oligopolicas y oligopsonicas de estos formadores de precios.
No señores, nos
roban y nosotros en vez de encarar a los ladrones encaramos a los gobiernos , por un lado está bien, la “inseguridad” en los precios es un problema de
Estado. Esto parte de mi concepción de que el problema del abastecimiento no
podemos librarlo al mercado.
Lo malo es que si nosotros escuchamos a otros
periodistas u opinologos, por ejemplo en Esquel el amigo Bustos, el nos recitará la biblia neoliberal: los controles de precios no sirven, los
cambiarios tampoco, lo único que sirve es la mano invisible del mercado que
todo lo regula. Así que el Estado no se meta.
Eso, obvio, lo dirá sin culpa, es parte de su ideología
neoliberal, que nunca ocultó, ni cuando llegó a Esquel que era del grupo de la
Unión Democratica de Don Julio Alsogaray, ( la misma fuerza que aportó a sus cuadros
entre ellos su hija al staff de Menem).
Total, en esa Biblia lo que no se dice es que los que pagan el pato son los
pobres, y luego, inmediatamente, la siempre olvidadiza clase media, la asalariada
primero y la cuentapropista de menor envergadura luego, que se encontrará sin
plata y sin consumidores repitiendo la saga de los ´90.
Yo por el contrario, como les decía, creo que debe
meterse, y si no lo hace propongo el ejercicio de hacerlo nosotros. ¿Cómo? Y
veamos, hoy me metí en la pagina del Abasto de Mar del plata, no me metí en el
Mercado Central para que los anti K. no nieguen la info de entrada, el abasto
de Mar del Plata es privado, un mayorista privado.
A continuación deléitense con los precios de:
Papa cepillada de Balcarce 28 kilos $ 50 = 1,78
Cebolla Grande del Sur ( Medanos a 50 km. de bahía Blanca) 18 kilos $ 60 3,33 el kilo
Zapallo Anco de Mendoza 18 kilos $ 35
Zanahoria de Córdoba
10 kilos a $20 es decir $ 2 el kilo
Batata de Mendoza 18 kilos $ 60 es decir $ 3,33 el kilo
Berenjena del Norte 10 kilos $ 40 es decir $ 4 el kilo
Salvo la papa de Balcarce a los demás productos yo no les
agregaría el flete, pues la distancias son casi equivalentes, de Mendoza a
nuestra zona es casi lo mismo que de Mendoza a Mar del Plata y de Córdoba o Tucumán
esta más lejos Mar del Plata que nosotros.
Que quiero decir con esto, vayamos hoy mismo a La Anónima
a ver como son esos precios, si quieren una ayuda les cuento que la papa
cepillada la tienen a $ 9, 20 o $ 9,50. Los demás precios búsquenlos y envenénense
ustedes.
Esto por supuesto pensando que La Anónima paga lo mismo que el
verdulero que va a comprar al mercado central de Mar del Plata para abrir cada
mañana su verdulería. Cosa que no es así de ninguna manera. La Anonima compra
directo al productor no en el Mercado.Es decir que los precios que paga son sensiblemente menores.
Dejemos por un minuto la prosaica comida y pasemos al
rubro vestido en aquella nota Zaiat me ayudaba explicando: “Una de esas cadenas de valor, el complejo
textil-indumentaria, sirve para ilustrar / la/ heterogeneidad productiva y, por
consiguiente, para abordar la cuestión precios. En los últimos años se ha producido
una ampliación de la brecha de precios entre productos destinados al consumidor
de clase media y alta, y el resto. El aumento de precios en el segmento de alto
poder adquisitivo derivó en que indumentaria básica tenga un valor equivalente
en dólares más alto que el de otros mercados, como el estadounidense o europeo.”
Lo
que Zaiat quizás no tuvo en cuenta, y yo entonces tampoco, que los precios
europeos también son una estafa, o sea llevar nuestros precios al de los
europeos es doble estafa. Por que lo digo y porque hace solo 7 días, el 24 de
abril, hubo una tragedia del
Edificio Rana Plaza en Bangladesh, las víctimas 388 fallecidos y cientos de heridos, pero Rana
Plaza no era un hotel, no amigos lectores era el derrumbe de un edificio que
albergaba distintas fábricas textiles y los trabajadores hacían ropa
para Benetton, Mango, El Corte Inglés y Primark. La noticia es doblemente
indignante pues hay dos asesinatos, de diferente índole obvio, el de los
trabajadores y el de los consumidores europeos, hoy mayoritariamente desocupados, gracias a los esclavos de Bangladesh, a los que esas marcas asesinan con sus precios.
Dejare
para más adelante el tema Benetton, que si algo tiene es consecuencia, pues explota
en todo el mundo y acá, a solo 100 km.,
despide trabajadores, expulsa familias, cierra caminos históricos y vive de la
teta del estado plantando pinos. Lo que me interesa señalar aquí es que los
precios en Europa, al igual que aquí, ha juzgar por los permanentes
allanamientos de la AFIP y las denuncias de La Alameda, se asientan en trabajo
en negro y mal remunerado, en trabajo esclavo, tanto da si la tienda
es tipo La salada o la tienda es pura marca.
Entonces
si queremos cambiar esta historia debemos involucrarnos, debemos: a) desde lo
personal/ social armar cadenas de información para dar pistas de los lugares donde la
mercadería esta más barata y b) presionar al estado local a que no se haga el
desentendido y revise precios, costos y busque políticas de abastecimientos
para su población, que, a su vez, el estado local presione a Yahuar para que no
de mas vuelta y organice un mercado concentrador. Presione para que Amato se
ponga las pilas y genere cadenas de comercialización de los productores en
lugar de salir tanto en los diarios. Es más, como soy propositivo, le sugiero
que avance con Trevelin y Cholila en organizar sendos Clusters lecheros, la
leche tiene un precio al productor en Suipacha, Bs. As. de $ 1,86 y La Serenísima
nos baja entre $ 6/8 pesos el litro en sachet en góndola o sea entre 250 y 300 %
más. Y ni hablar del circo de los yogures y los productos bio.
Así
que con esos valores al público cualquier emprendimiento local sale adelante. Y
encima damos laburo, la experiencia de los quesos Estepa en El Maitén y los de
Cholila son referenciales, pero claro hace falta mejorar las cabañas y demás y
para eso esta Yahuar. Esto sería más rápido que el circo del riego en el Valle.
No
corramos tras el aumento de salarios, esto es cómodo para los empresarios un
mes antes de dar el aumento toman ganancias y se quedan con el aumento,
trabajemos, informemos, discutamos el sentido común neoliberal del libre
mercado y demos pelea en todos los frentes.
Rusvi
Tahan.
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