Lo mas inquietante

El advenimiento de una sociedad de la desconfianza resulta /../ de mecanismos de tipo sociológico. /…/ las bases materiales de establecimiento de la confianza social se pulverizan; los individuos confían menos unos en los otros porque no se conocen lo suficiente. La falta de confianza en el prójimo y la desconfianza hacia los gobernantes aparecen bastante correlacionados. Rosanvallon, Pierre: La contrademocracia. 2007: 29)

A mi modo de ver lo más inquietante de la actual situación planteada en la política y los medios en Argentina no es que Lanata se haya convertido a la derecha, tampoco que se haya vendido por 30 dinares, ni que se haya peleado con muchos amigos.

Tampoco es su propensión al ego, que justifica todo lo anterior, ni siquiera que haya cagado a un montón de periodistas asesorado y, peor aún, asociado por un estafador de fuste español como Mata.

Tampoco, y perdonen, lo es que sostenga que está un poco aburrido del tema de los derechos humanos, o que sea claramente un panqueque.

Pueden considerarme algo cínico. Quizás tengan razón.

Lo que me parece más inquietante es que al analizar esta situación actual, con su nuevo posicionamiento nos vemos obligados a revisar toda su producción anterior.

Hoy puede decir que tiene recontratodo chequeado, y que lo que dice es casi “palabra de Dios” ( perdón amigos/as creyentes), planteándose desde un lugar de honestidad binaria, él es, y sus circunstanciales admiradores, bueno/s y los otros son malos.

A la vez ,  uno, espectador con algo de espíritu crítico, con el paso del tiempo ve como, mayoritariamente, con dos o tres datos que ya tenían, o peor aún, dos o tres datos que guarda una sección del Grupo Clarín especializada en dossiers a ser usados cuando al grupo le convenga y no cuando, el hecho/ posible noticia, se produce, lanza una “bomba mediática” .

Estamos conviviendo en un ambiente tan de espionaje, tan Gran Hermano, tan de operaciones oscuras donde entran desde la embajada yanqui, Facebook, el Boletín Oficial, Durán Barba, que nos remiten a las usuales películas de Hollywood.

Podríamos pensar esa sección de Clarín,  no es que exista: es conjetural,  compuesta por cientos de empleados del mes, enfermos de obtener la noticia basura, o transformar cualquier pedorrez en noticia basura. Empleados o pasantes o correveidiles que reportan obviamente a Hector Magnetto, a través de sus decenas de jefecillos en cada sección, cada medio, cada canal de cable, generando una versión privada y barata del FBI/CIA,  una brigada conducida por un inefable Yeneral Gonzalez de Olmedo.

Si no fuera, y regreso a Lanatta, que es cómplice inteligente de esa manipulación, lo de Lanatta no pasarían de ser burdas operaciones de pitoniso, más emparentadas con la voz de Lilita que con la verdad.

Pero, como señalaba antes, hoy cabe poner en duda su integra producción:

sus libros sobre la Historia Argentina que están en los estantes de la mitad de la progresía pequebu argentina.

Su denuncia sobre la concentración del Grupo Clarin, tal como la presentó en su programa en América hace años. ¿ es real o solo una operación para que Clarín lo contrate y lo rediseñe?

Toda  la producción de Lanata está en tela de juicio, absolutamente toda. Porque algo puede ser cierto y recontrachequeado y algo recontrachequeado inmediatamente puede ser una enorme falsedad.

Para muestra: Su denuncia sobre que Clarín había comprado a Pagina 12, y ese había sido el motivo de su alejamiento de la dirección de Pagina era, y se comprobó por el absurdo, como muchas de sus denuncias de estos días una terrible patraña.

Asi lo más inquietante, y me remito al inicio con Rosanvallon, la internalización social de que todo es mentira, de que no se puede confiar en nadie, de que cada uno debe salvarse como pueda, es la instauración de la lógica de la desconfianza.

No es que  hayan  corrompido a Lanata con una valija llena de plata. El triunfo entonces, ínsito, es que entramos en la relatividad de las cosas, volvemos a la posmodernidad liquida, de tal suerte que puede que Magnetto sea un venerable anciano y que Clarín un diario honesto. Que Zaiat sea un mentiroso y Bonelli un buen muchacho que vive solo de ser periodista.

Que Telenoche Investiga sea Gardel y Victor Hugo un Trucho, y como dice la CNN,  el vocero converso al Kirchnerismo.

En definitiva lo más inquietante es la monstruosa, inteligente, perversa manipulación antipolitica que los grupos concentrados realizan, Clarín en definitiva no es más que eso, un grupo concentrado, con un CEO: Magnetto, reemplazable por otro Ceo, mañana puede ser Yanquelevich, o el mismo Lanata ( aunque parece ser malo para los negocios como sostiene  Charlie) por otra valija llena de dólares.

De esa manera la lucha por devolverle credibilidad a todo el cuerpo social se desvanece y regresa el sálvese quien pueda neoliberal. Y eso está a la vuelta de la esquina.

Rusvi Tahan