“[…] el fatalismo no es sino la forma en que los débiles se revisten de
una voluntad activa y real. He ahí por qué es necesario siempre demostrar la
futilidad del determinismo mecánico, el cual, explicable como filosofía ingenua
de la masa y, sólo como tal, elemento intrínseco de fuerza, cuando es elevado a
filosofía reflexiva y coherente por los intelectuales, se convierte en causa de
pasividad, de imbécil autosuficiencia…” Gramsci, Antonio, 2003
Cuando se produjo el fallo del Juez Griessa, y luego secuestraron a la fragata Libertad , opiné que
lo mejor que podía pasar era que la Corte Norteamericana nos diera por la nuca.
Este pensamiento ¿imprudente? se sostenía en la convicción
de que solo en condiciones extremas se separaría la paja del trigo en la clase política
argentina. Y obligaría a tomar las definiciones que ponen a cada uno en el lugar de la cancha que te
obligue a mostrate para jugar de la manera que sabes y quieres y no en aquel
lugar de la cancha que se elije para pasar desapercibido y asi que el esfuerzo, los aciertos y los
errores lo hagan o cometan otros y esos otros, bien visibilizados por ausencia
de pares, sean quienes carguen con todo.
Agregaba en esa nota que había que irse del CIADI, de los
tribunales extranjeros, afuera y adenatro de toda rémora de este entramado
cuidadoso que empezó con la represión en 1976 y en economía con la Reforma
Financiera, la apertura externa y demás perlas de Martinez de Hoz y que se fue
consolidando casi sin solución de continuidad con Cavallo, Liendo, Melconian,
Sorrouille, Cavallo, Fernandez, Machinea, Lopez Murphy, Cavallo, Sturzenegger, y
solo nombro aquí a las caras de la vidriera.
¿Por qué?. Con sincera brutalidad: nada bueno puede
esperarse de una Corte o un Tribunal Neoliberal del Capitalismo. Basta con ver
los desahucios en España y las calamidades de corruptela monárquica y ningún
problema para ellos. Yo no espero nada
bueno, a decir verdad, de la justicia en sentido genérico en ese marco, los
fallos a favor de los pobres son escasos y solo confirman la regla. Si no vean
lo de Sobich en Neuquén.
El bloqueo de cualquier reforma judicial penal en la
Argentina, con la campaña de Massa, y aquí de Das Neves, me exime de más
fundamentaciones.
Copiándome de Eduardo Anguita hoy en Tiempo Argentino: “Este
es el capitalismo. El único. El que somete a los países europeos a la
destrucción de las políticas públicas y de los puestos de trabajo en nombre de
la austeridad aunque se trate de una vuelta más de tuerca de negocios
financieros. El capitalismo financiero es el que logró que la mitad de las
transacciones comerciales se lleven a cabo a través de instituciones
financieras con base en los refugios fiscales.”
Y yo agregaría: este es el capitalismo el único, al que le
es más negocio prohibir la cocaína y generar fondos truchos que engrosan esos paraísos
fiscales y aumentar así la bolsa del capital financiero y este a su vez su
poder. Es decir de un delito iniciático, de la nueva forma de acumulación
originaria, se culmina en la usura y la
corruptela en el “delito” que la Biblia, el Corán y todas las religiones han
condenado por siglos.
Y vaya si tenía razón en mi argumentación sobre que
delimitaría la cancha y los jugadores, ayer era, disfrazados de serios
pensadores, una intoxicación de Cipayismo Jauretcheano ver la Tele de los
medios dominantes. El joven estrella de Canal América del Moro miraba a la
pantalla y decía: “ y si la justicia dice hay que pagar”, y un pelado del panel
decía: “ ¡Si! es la Corte Suprema de Estados Unidos” , el hay que obedecer al
amo estaba en cada gesto, cada frase.
Si , haciendo zapping, pasabas a ver al facho que tiene el
estudio como ala de un avión- ayer nada menos, seguro desguace de los aviones
que bombardearon Plaza de Mayo con la cruz de Cristo Pintada- decía: “esto es
culpa de los errores de la negociación de este gobierno” y Felipe Sola que
había empezado más Nac and Pop, recordando el origen de la deuda, rápido de
reflejos cipayos, los mismos que le permitieron dejar entrar a Monsanto como a
la Madre Teresa, dijo: si los errores de la negociación actual fueron gruesos.
Pero la pregunta del millón: ¿ había en este marco mundial
otra posibilidad?. ¡No.!
La segunda ¿hizo mal el gobierno en aceptar y cerrar tratos
con Repsol, el Club de Paris y Ciadi.? ¡No! Había que demostrar buena voluntad
para poder decir ahora, como anoche la
Presidenta, bueno muchachos hasta acá llegué.
Y ahora que vemos y vamos a ver, me imagino algunos
periodistas radiales de Esquel engrosando las filas cipayas, toda clase de
justificaciones “fatalistas”, como bien nos iluminaba Gramnsci, para generar el
sentido común de: a) echarle la culpa al gobierno y b) allanar el camino al
retorno, en 2015, del más llano
neoliberalismo.
Insisto si queremos, y nos apartamos del Buen sentido de
esos Intelectuales del neoliberalismo podremos separar la paja del trigo.
Inclusive la del propio gobierno que esta, también, impregnado de amarillistas.
Nos queda el futuro y como dice en la entrevista que le dio
Horacio González a La Nación el jueves último. Cuando le preguntan por
qué la necesidad de Carta Abierta de tomar distancia de Scioli. El director de
la Biblioteca Nacional tiene una expresión que vale la pena entrecomillar:
“Para mí la política es una forma de conjugar ciertas exaltaciones y ciertas
moderaciones. Yo lo veo a Scioli por debajo de lo que sería la línea imaginaria
de exigencias de un político que se tendrá que hacer cargo de esta compleja
situación del país y proseguir con transformaciones importantes con intereses
sociales cualitativos. Scioli es una figura del peronismo y el peronismo es una
forma de la vida popular argentina. Es un envoltorio de sorpresas. Todo eso
está apagado en el peronismo y sólo quedan políticos del corte de Scioli y
otros parecidos. Para mí tendría que haber una instancia de superación de ese
nivel de medianía”.
Así que a desenvolver los presentes que nos entregan con
celofan brilloso y separar para el tacho de basura los griegos, y si no a
joderse diría mi tio Misceno, mandándose de un trago un orujo de primera.
Rusvi Tahan.
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