martes, 24 de junio de 2014

Memoria de deudas y buitres locales




La deuda
Hay que pagar dijo Avellaneda, y lo vamos a hacer con el sacrificio de los argentinos insistío, para ello debió recurrir a una política de ajuste, claramente deflacionista, decretando la inconversión de los billetes del banco de la Provincia y del Nacional, e incluso disminuyendo sueldos de empleados y reduciendo personal administrativo, cualquier parecido con De la Rúa no es casualidad. Esta serie de medidas, influyeron en el rápido descenso de las importaciones. Si bien las exportaciones mantuvieron su nivel anterior, la caída de las importaciones, particularmente brusca en los años 1875 y 1876, provocó una inversión en la tendencia predominante de la balanza comercial, que pasó de ser deficitaria a ser superavitaria. Ergo podíamos pagar.
En 1900, 10 años después  de la terrible experiencia de Juárez Celman y la crisis de 1890 que lo tumbó, Roca se encontró con la misma película, volvió como en el 90 a llamarlo a Pellegrini que le ofreció una solución, no opinemos, lo que nos interesa aquí es como jugaron los medios. La Nación que odiaba a Roca con toda su alma, defenestró el plan, lo mismo hizo La Prensa, que en esa época era más importante que La Nación y la gente empezó a salir a las calles a decir que el acuerdo era terrible para el país, Roca desistió de la idea de Pellegrini y a partir de allí esos antiguos aliados se mataron mutuamente.
El chiste se repitió en 1930 ( la guerra impedía importaciones, no había vendedores, y nos compraban asi que zafamos), pero a partir de 1928 la cosa empezó a irse a pique otra vez, la historia es conocida, lo sacaron a Yrigoyen, abandonamos la convertibilidad y firmamos el Pacto Roca – Runciman. Todo para Gran Bretaña.
La segunda guerra nos volvió a sacar de la deuda y nos puso por primera vez en la historia como acreedores netos. Pero nuestros deudores se negaron a pagar y a cambio tuvimos que cobrarnos con sus bienes en la Argentina.
Perón  hacia 1953/54 empezó a negociar con empresas petroleras de EEUU a los efectos de conseguir más inversiones. Bueno la historia es sabida, lo acusaron de traicionar, de que su “relato era mentiroso”. Lo echaron peor que a Yrigoyen y a partir de allí una camada de pichones de Chicago Boys, cuya cabeza visible era Alsogaray, pero en la que ya estaba el “Joe” Martinez de Hoz, en aquella época era la “economía social de mercado”, es decir el neoliberalismo versión alemana. La historia es también conocida, aunque ocultada, cada golpe aplicaban un ajuste a la economía nacional y al modelo peronista, nunca dejaron gobernar a nadie hasta que asumieron con todo el poder en 1976 y allí impusieron definitivamente el neoliberalismo paso a paso, empezaron en 1976 y terminaron en el 2001.  
De la camada de jóvenes que acompañaban al Joe eran Cavallo,  Melconian, Schiaretti y Sturzeneger.
El radicalismo tenían los suyos, porque los políticos siempre están rodeados de la “moda”, si bien en un principio Alfonsín no se entregó, no pudo zafar del encorsetamiento de la deuda y caído Grinspun y fracasada la intentona de una resistencia de deudores latinoamericanos, por la defección de México y Brasil, termino en manos de Sorrouille y Brodenshon, allí ya estaban los jóvenes Lopez Murphy y Machinea.
Como verán al igual que entre 1880 y 1910, los nombres se repiten, en aquellos años Pellegrini, Tornquist, Victorino de la Plaza. Ahora Cavallo, Melconían, Lopez Murphy, etc.
En aquella época las cometas las recibía Victorino de la Plaza, en esta por el Brady y el megacanje podríamos suponer que Cavallo, Machinea, Daniel Marx y Cía.
Con el default y la reestructuración hace 10 años que estos tipos están fuera y no reciben un mango, están con síndrome de abstinencia.
Y como dice Horowitz en referencia a Melconían, Cavallo, Prat Gay, Redrado y el resto de la peña: Uno de los argumentos típicos a que son tan afectos los simplificadores de problemas económicos complejos, pasa por su reducción a comportamiento privado. Las cuentas nacionales se comparan con los ingresos de una familia, y si una familia gasta por encima de sus posibilidades, se endeuda y por tanto la fiesta acaba cuando hay que pagar. La conclusión es obvia: no gastar por encima de los ingresos, y si se gastó, ponerle el pecho. De modo que una deuda nacional, al igual que una personal, no puede no ser honrada.
La experiencia jurídica comercial de cuatro quintas partes del universo resulta diferente. Una empresa se endeuda como parte de su operatoria comercial legítima. Así funcionan las transacciones comerciales, y ningún economista las crítica. Este funcionamiento también puede fallar. Basta que los compradores de una firma tengan problemas de pago, para que la solvencia de la empresa se ponga en juego. Y si la cadena de pagos se ve dañada, la firma se ve obligada a presentarse en convocatoria de acreedores. La suspensión de pagos impone una negociación con los acreedores. ¿Que se negocia? Cuánto vale un peso de deuda. Horowitz en Tiempo Argentino.
Y allí se convoca a acreedores y se produce una quita. Si la mayoría entra el resto que no entra alpiste, y si nadie quiere, nadie cobra, se va a la quiebra. Con la diferencia que los países no quiebran, siguen malamente pero siguen y los que no cobran, no cobran por años. La Argentina de 1890 se llevó puesta a la Baring Brothers y 500 años antes Felipe II a los Fugger.

Los Buitres internos.
Un párrafo aparte se merece el que recordemos que la Argentina también hay, además de cometeros, buitres.
Me bastan dos ejemplos.  los títulos públicos del "Empréstito de Recuperación Nacional 9 de julio", fueron emitidos por el Ministro de Economía Alvaro Alsogaray en el año 1962, por la suma de 15.000 millones de pesos moneda nacional, con un interés del 7 % y por un plazo de 25 años.

Dentro de esta emisión se realizaron también "Certificados Fraccionarios" y "Títulos Provisorios" que se utilizaron para el pago de haberes a empleados del Estado y jubilaciones.
La gente cobraba y como se desvalorizaban muchísimo los gastaban rápido, los almaceneros y demás lo tomaban a menos del 50 %, y luego se los vendían a un grupo de financistas ligados al mismo Alsogaray y su banda, que logró que en el año 1963 se acortara el plazo original de 25 años, reduciendo la vida del empréstito a 10 años. Y los cobraron todos al valor nominal y con intereses 15 años antes de lo acordado. Un negoción buitreño. El último servicio de amortización de estos títulos públicos se efectuó en agosto de 1972.
Otro ejemplo son los  LECOP (Letras de cancelación de obligaciones provinciales) a una serie de bonos de emergencia o cuasimonedas emitidos entre el 2001 y el 2002 en la Argentina, mediante el Decreto 1004/01, publicado en el Boletín Oficial con fecha 10 de agosto de 2001. Su circulación efectiva comienza el 13 de octubre de 2001, el primer Lecop emitido es el valor facial de 50. Casi todos hemos cobrado con Lecop y casi todos los hemos entregado por mucho menos, los compraron por monedas pongámosle al 10% financieras ligadas a los mismos bancos que se negaron a pagar los dólares y ellos los cobraron al valor nominal.  Nestor Kirchner los rescató en 2006.
Reflexión final
a)      La solidaridad internacional es tan tibia como con Alfonsín, se nota la ausencia de Chaves, no es que maduro no quiera hoy no puede, apenas puede con su alma el pobre. Dato a tener en cuenta.
b)      Cuando se produce una quiebra se buscan gerentes mejores, no garantizan triunfar solo intentar sacar la empresa del pantano. Pero el neoliberalismo nos quiere convencer que los que nos llevaron a la quiebra son mejores que los que en estos últimos 10 años nos sacaron del pantano, un pase de magia.
Rusvi Tahan

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