Mineria y reflexiones vaticanas

“El abismo entre la intención y la práctica a menudo comienza por el malentendido en cuanto a creer cuales son las necesidades de la gente y lo que realmente quieren.” Vaticano 7 de setiembre de 2013

La semana pasada se produjo un enfrentamiento entre un sector de activistas antimineros y algunos diputados. El conflicto que surgió, según consignan los medios, por la intervención a viva voz de un miembro de las asambleas anti mineras y el Diputado Ale, quién habría sido tratado como represor, lo que motivo la reacción de algunos diputados en defensa de Ale. El problema es que aún no empezó a tratarse el anteproyecto para discutir un marco para la actividad minera, fruto de una iniciativa popular  como lo prevé la constitución provincial, reunió 15000 firmas certificadas, lo que obligo a darle tratamiento parlamentario. Y para que mantenga estado parlamentario debe tratarse antes de fin de año.

El anteproyecto una propuesta  de la Unión de Asambleas Ciudadanas de Chubut (UAC-Chubut), entidad conformada por gente de Esquel, Comodoro Rivadavia, Trelew, Rawson, la Meseta Central y Puerto Madryn, según surge de la información del Diario el Chubut, en su articulo segundo, propone: «Prohíbase, en todo el territorio de la provincia de Chubut, la actividad minera (.) con la utilización de cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de sodio, mercurio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico, ácido nítrico, xantatos, alquil xantatos, alquil ditiofosfatos, xantoformiatodas, detergentes o espumantes químicos y toda otra sustancia química contaminante, tóxica o peligrosa». ( Diario Chubut 22/09/2014)

Aparentemente todos están de acuerdo pro y anti mineros de que hay que sacar un marco normativo más integral que la actual normativa. La ley que surgió luego del triunfo aplastante del “no” a la minería en Esquel. No obstante la intervención del asambleísta en un debate que nada tiene que ver con la actividad minera y las dilaciones que la discusión tiene en Chubut contrastan con la discusión que a nivel internacional se está extendiendo sobre el tema.

En abril del 2012 la división de la Kellogg Innovation Network, junto 40 dirigentes de la industria minera en Brasil empresarios mineros en Brasil, por supuesto la KIN es uno de esos Think Tank yanquis  que buscan allanar los caminos para que los intereses capitalistas entren en la agenda normalizadamente, es decir como algo innegable y necesario.

A raíz de algunos cuestionamientos dentro de la reunión o la necesidad de gestar espacios de dialogo más amplios, de la reunión surgió la posibilidad de que existiera un  dialogo con el Pontificio Consejo de Justicia y Paz del Vaticano.

Un año y medio después, en setiembre de 2013,breve lapso en términos vaticanos, lo que demuestra la importancia que le dio, se llevó adelante la reunión que se denominó:“Un nuevo inicio para la explotación minera.”

Me interesa compartir con mis lectores las partes más importantes de este encuentro, comenzando por los planteos hechos por el Papa Francisco, en su mensaje de apertura.

Francisco escribió:

"Las industrias extractivas se ven, no siempre sin razón, como explotadoras injustamente de los recursos y las poblaciones locales, recurriendo incluso a la esclavitud y el desplazamiento forzado de poblaciones enteras. La minería, al igual que muchas otras actividades industriales tienen consecuencias ecológicas y sociales mucho más allá de las fronteras nacionales y se transmiten de una generación a la siguiente. Los participantes en esta reunión son consciente de que, con el fin de no repetir los graves errores cometidos en el pasado, las decisiones tomadas en la actualidad no pueden tener en el terrenos sólo perspectivas geológicas o beneficios económicos previsibles para los inversionistas y los estados donde tienen su sede las empresas.

Es indispensable e inevitable que, en un proceso nuevo y más profundo, la toma de decisiones  tenga en cuenta la complejidad de las cuestiones implicadas en un contexto de solidaridad. Este contexto requiere, en primer lugar, el respeto de todos los derechos económicos y sociales de los trabajadores, en plena conformidad con las normas y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo Trabajo. Así mismo requiere garantizar que las actividades extractivas cumplen con los estándares internacionales para la protección del medio ambiente. Los líderes empresariales se encuentran cara a cara con el reto de crear una armonía de intereses, con la participación de los inversionistas, gerentes, trabajadores, sus familias, el futuro de sus hijos, la
preservación del medio ambiente, tanto a nivel regional e internacional, y una contribución a la paz en el mundo "- Papa Francisco, 03:09:13,

Con este marco inicial se definieron  cuatro elementos claves para toda discusión, a decir del Vaticano de una "existencia significativa” ellos son:  la dignidad humana, de gestión y de cuidado de la creación, la solidaridad y el bien común .
Acordada la necesidad de la aplicación de estos cuatro principios específicamente para la industria minera, el cardenal Turkson, coordinador de la reunión sugirió a los participantes a tener en cuenta lo siguiente: Las empresas tienen que pensar en invertir en las habilidades de los pobres y los modos capacitar a las personas después de la final de su funcionamiento.
Agricultura y pesca de subsistencia son formas importantes de la vida algunas personas. No debemos imponer a los demás nuestra visión del mundo.
Nuestro trabajo tiene que ser una contribución al bienestar y la felicidad del individuo
(No sólo la riqueza material), que, a su vez, contribuye al bien común.
Si queremos cultivar la paz, entonces debemos proteger la creación. Una vez que todos
formas de vida dependen del entorno natural, debemos: llevar a cabo nuestras actividades de manera sostenible con el mínimo daño del medio ambiente; mostrar una atención especial para las personas cuyos medios de vida dependen el área alrededor de nuestras operaciones; y
responsabilidad ejercicio con las generaciones futuras que heredarán la tierra como
lo permitimos. ( documento del Pontificio Consejo de Justicia y Paz.Vaticano setiembre 2013)

El encuentro se planteó como desafío establecer un dialogo entre lo que los industriales y muchos políticos y técnicos consideran planteos desproporcionados de los pueblos en cuanto a las consecuencias y lo legitimo de muchas críticas a los métodos, modelos impuestos y consecuencias ambientales.

Finalmente los presentes, muchísimos miembros de compañías mineras internacionales, las más grandes, firmaron un documento final en donde dicen:   

“Nos comprometemos a hacer  la introspección y la evaluación, y para escuchar y comprender las experiencias de los demás, en primero a través de la creación y preservación de los fideicomisos; moderada o tratar de equilibrar nuestra influencia, por lo que nuestras interacciones y el diálogo entre las empresas y las comunidades, entre los que están empleados y los que son desempleados, y entre aquellos que comparten el poder y los que están privados de ella es más iguales, por lo que el cese inevitable de las operaciones de minería no deje cualquier persona en una situación de privación; entender las expectativas y sus causas, y no sólo para manejar las expectativas y sus resultados; crear un lenguaje común, una nueva forma de diálogo que abarque todos los interesados ​​y puede superar la falta de confianza entre nosotros y entre nosotros, y que una fase temprana; colaborar en el desarrollo - con gobiernos, comunidades y empresas - en lugar entrar en competencia, a fin de aplicar de manera efectiva los recursos, esfuerzo y energía debido a un objetivo común.
Entendemos que estamos en un viaje. No tenemos todas las respuestas, y de hecho ni
que todos los asuntos. Sin embargo, a modo de compromiso, vamos a buscar una manera de
siga adelante; crear capacidad en múltiples niveles y en múltiples dimensiones;
reconocer el daño que se hace contra la ecología humana y natural y frente a nuestra
responsabilidades ambientales y sociales; y para continuar el diálogo a nivel internacional, regional y local con la Iglesia Católica y otros grupos de inspiración religiosa.” ( documento del Pontificio Consejo de Justicia y Paz.Vaticano setiembre 2013)

Pareciera que este documento sería una base o condiciones mínimas que todo dialogo debería tener para poder aprobar una ley que sea fruto de la reflexión y este fuera de los extremos, atendiendo a que la minería, como bien señala el documento y se repite en todos lados, es imprescindible como industria para la civilización humana. Todos usamos productos fruto de la misma y negarlo sería como decir estoy dispuesto a ir antes incluso de la edad de piedra, después de todo denominación genérica de cualquier mineral.

Rusvi Tahan