Para un militante Nacional y Popular lo mejor es no
salir en Clarín. Así es amigos lectores pues si apareces en Clarín puede ser
por dos motivos: a) que ellos te acusen de chorro y corrupto o b) que estés
muerto.
La prueba evidente la da Sabatella, que juntó 20.000
tipos en Atlanta y ni lo mencionaron, mientras que a Ernesto Sanz, que junto
poco más que la familia en el Luna Park, lo pusieron en nota central. Un
verdadero mamarracho. O que no lo escrachen a Buzzi cuando reconoce que las
promesas de Macri y Mazza de bajar las retenciones son una burda mentira y encima
sostener que el no haber vendido la cosecha fue un suicidio. Y además que quieren
colectivizar al estilo Soviet gauchocrata, socializar sus pérdidas.
Y
hablando de socialistas, y la socialización de políticas de derecha e izquierda
hoy quiero compartir con ustedes una nota que, denunciando el maridaje entre la
izquierda y la oligarquía, ha sido
publicada en Rebelión.org escrita por Carlos A. Larriera. La nota analiza las
principales posiciones de los “economistas marxistas troskistas” y nos cuenta
que:
“En el
diario digital La Izquierda Diario del 25.9.14 se agrupan bajo el título
¿Adónde va la economía argentina? cuatro artículos de economistas de
izquierda, una buena oportunidad para analizar sus visiones sobre la coyuntura
económica. Por ejemplo, en el artículo El Blue (s) del fin de ciclo,
Esteban Mercatante (E.M.) dice:
“La devaluación de enero alimentó
un salto en la inflación que tuvo a los alimentos y otros bienes básicos entre
los componentes más afectados. Los tarifazos en transporte, gas, agua y
naftas hicieron otro tanto para alentar la inflación”.
Es
interesante, señala Larriera, “ esta forma de expresarse, en la cual los
sujetos actuantes son “devaluación”, “tarifazos”. O sea
que la devaluación, no los oligopolios, impulsaron la inflación. Los tarifazos,
no las empresas de transporte, gas, agua y las petroleras impulsaron la
inflación. Una forma indirecta de decir: el gobierno impulsó la inflación. Esto
tiene un punto de contacto con lo que dice la derecha, que es lo mismo que
decir el capital concentrado, instala la idea de que todos los problemas
económicos provienen de acciones del gobierno. De esta manera quedan, de hecho,
exculpados los oligopolios.”
Luego, y siempre
siguiendo a Larriera, Mercandante escribe: “Entre comienzos de año y la
actualidad, trastabilló la estrategia que el gobierno se había dado para salir
de la encerrona que se viene agravando desde 2012 para la economía argentina a
causa de la escasez de dólares. “Escasez” que no es otra cosa que resultado de
un gran desfalco.”
Pero y en referencia al tema del “gran desfalco” Larriera nos recuerda que: “Ese gran desfalco es
básicamente ejercido por el capital concentrado, y el gobierno en todo caso, no
pudo evitarlo, no lo consideró la mejor estrategia, o fue cómplice, pero
nuevamente el principal actor es el capital concentrado y no el gobierno. Y en
todo caso para no pagar la deuda externa, aunque más no fuera en una proporción
considerable, se necesita una elevación de la conciencia popular que está lejos
de existir, y que nadie impulsa adecuadamente, el FIT y la izquierda en general
tampoco. Y dentro de la confusión del discurso populista, democrático burgués
del kirchnerismo, en realidad el gobierno es el que más claridad ha aportado sobre
este problema. Nunca el tema de la deuda externa estuvo tan expuesto a la
opinión pública. Nunca ningún gobierno detalló como éste los mecanismos
concretos a través de los cuales el capital concentrado chantajea con la deuda
externa. Y con el tema de los fondos buitres las explicaciones del gobierno han
sido extremadamente útiles para elevar la conciencia popular. El FIT y la
izquierda en general sólo han confundido más al reivindicar simplemente “No
al pago de la deuda externa”, como si fuera una tarea que dependiera
solamente de la buena voluntad del gobierno.”
Mercadante
habla también del fracaso de la publicitada industrialización, dando como
ejemplo el problema de las automotrices y desconociendo el crecimiento de la
industria y de las exportaciones industriales en la última década.
Reducir
la fundamentación del “fracaso de la publicitada reindustrialización” a
que “la industria automotriz requiere muchos más dólares de importaciones cuando
más produce”
Ahí ya no Larriera sino yo me pregunto ¿No resulta
cuando menos curioso que señale aquí algo que es cierto pero que a la vez los
miltantes troskistas estén todos los días sosteniendo a los trabajadores de
Lear y exigiendo que el gobierno se haga cargo de mantener la empresa abierta.
O sea esto que hacen esta mal pero no dejen de hacerlo o le hacemos quilombo.?
Lo que se traducirá, de triunfar la propuesta de estos izquierdistas, pero no
en elecciones en: cerremos estas industrias ineficientes de gobiernos de Macri
y Massa y los laburantes pensando donde encuentro a esos salames del FIT para
cagarlos a trompadas.
Es curioso pero lo mismo sucede aquí con la C.C.C
en Comodoro,y conduciendo a la CTA Micheli, todo el día están con: “ no
paguemos la deuda, defendamos Palestina , y no paguemos el impuesto a las
ganancias. Hagamos la revolución??? Pero no dicen como, porque si lo dicen los
que pagan impuesto a las ganancias se van con Macri. Si es que ya no son de
Macri.Y aca en la provincia tienen una alianza objetiva con el dasnevismo.
Máxime teniendo en cuenta que el: “no pago de la deuda externa” solo encaja en
el ideario de los partidos troskistas desde 1983 hasta acá, pero en ningún otra
propuesta partidaria, que a los sumo ha pedido investigar la deuda legítima de
la ilegitima. Investigación que Cavallo y Machinea lograron pulverizar a través
del megacanje, ya que ahora los acreedores que no cobrarían no tienen nada que
ver con los beneficiarios de los seguros de cambio de 1982 y las sucesivas
truchadas o fugas de divisas de los empresarios argentinos, los banqueros nacionales
e internacionales y los jerarcas del FMI
que, en la fiesta, cometearon de lo lindo.
Pero con
el fallo Griessa y a menos de 90 días del fin de la RUFO hoy la duda radica en
cuál será la política del gobierno después del vencimiento de la vigencia de la
cláusula. Todo indica que aún así sería crucial que la siga respetando, porque
de esa manera no podría haber dobles lecturas. Es decir, lo único que el
gobierno podría aceptar, de acuerdo con su política, es lo que ya ha ofrecido:
que los fondos buitres cobren lo mismo que los reestructurados del 2005 y 2010,
lo que les representaría una ganancia del 300%, a diferencia de la ganancia
pretendida por el fondo buitre de Paul Singer, de 1608 %. Si el gobierno se
mantiene en esa postura, los fondos buitres habrán fracasado. Habrá que ver si
el gobierno la mantiene. Todo parece indicar que podríamos encaminarnos a
desconocer más allá de enero el fallo y mantener como bandera la oferta a los
buitres de que se sumen al canje.
Al
respecto Marcelo Zlotoviazda vaticina la
posibilidad de un antídoto chino al preguntarse:
“¿Cuál
será la estrategia negociadora con los fondos buitre cuando en enero pierda
toda vigencia la cláusula Rufo?
Hay razones como para pensar como un escenario posible que el financiamiento chino ayude a sostener las cuentas externas. El swap de monedas vigente (que según versiones no oficializadas ya está siendo utilizado en cuentagotas para reforzar las reservas), y los créditos firmados para las dos represas en Santa Cruz y para obras ferroviarias, podrían significar desembolsos considerables para apuntalar la debilitada situación de la Balanza de Pagos. /…/
Los
dólares chinos como antídoto contra el default de los buitres, podría ser
reemplazado o, por qué no, complementado, con deuda que el Gobierno pueda tomar
en el mercado. Es creciente el rumor sobre una colocación de bonos en dólares
bajo ley argentina por algunos pocos miles de millones de dólares. Al respecto,
hay un dato muy curioso: el riesgo país (algo así como la sobretasa que se le
cobra a un país por el riesgo que implica prestarle) es ahora bastante más bajo
al 17 de junio pasado, el día posterior a que la Corte Suprema de los Estados
Unidos le diera por ganado el juicio a los buitres.
No hay por qué descartar que en un escenario sin arreglo, el Gobierno mantenga en alto la bandera “Patria o buitres” pero al mismo tiempo tome deuda en dólares en un mercado que no considera excesivamente riesgoso prestarle a la Argentina. Es lógico: como dice Cristina, la Argentina fue un pagador serial hasta que el fallo disparatado de Griesa obstaculizó el cobro de lo que el Gobierno sigue pagando.”
Si a eso, agrego yo, hay bastantes probabilidades que Rusia aumente
significativamente tanto sus compras como sus inversiones en Argentina, en
especial a través de Gazprom en Vaca Muerta, tenemos que en el marco de este capitalismo más regulado con un estado activo
que propone el gobierno y pese a la alianza conceptual de la paleo izquierda
con los “dueños de la Argentina” que se forjó a partir de la 125, podríamos
tener otra suerte de cuanto peor mejor a la que con decisión nos empujan por
derecha e izquierda, insisto ese maridaje tan nuestro.
Rusvi
Tahan
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