miércoles, 27 de enero de 2016

Una batalla por la “Hegemonia” cultural que lleva 500 años.


Una nota de Boaventura de Souza Santos de ayer coincidió con un comentario del gobernador Mario Das Neves sobre nuestras provincias del norte. Ambas cuestiones estaban profundamente ligadas.
Veamos, en el siglo XV a ningún habitante de Europa se le ocurriría, habiendo leído a Marco Polo, o viendo mínimamente las ciudades árabes de la Península Ibérica que un blanco era superior a un Chino, a un árabe o a un Turco.
Pero claro, casi de chiripa los blancos se encuentran con América y se dan cuenta, de a poco eso si, que son dueños o pueden serlo de un tercio del planeta sin tener que competir ni con turcos, ni con chinos, ni con árabes. A los habitantes de América los venció la biología con sus enfermedades nuevas importadas, si hoy el dengue asusta, imagínense una  escala de ciencia ficción como Residente Evil.
Fue en ese momento,  y solo para justificar su delito de rapiña, inventaron que eran elegidos por Dios para hacer esas barbaridades. E incentivando la codicia, que es más vieja aún, inventaron que cuanto más te esforzaras más rápido irías al cielo, previa estación rica en la tierra. Y por sobre todo inventaron que los blancos eran mejor que los otros. Que los hombres eran mejores que las mujeres y demás construcciones teóricas sin sustento alguno más que poner el carro antes que el caballo.
Con el correr de los siglos y ante nuevos desafíos encontraron que estas razones eran flexibles, ya había una modernidad liquida mal que le pese a …… es decir que podían aplicarse al amplio espectro de las relaciones intra pueblos , incluido los blancos. Entonces pacientemente se fue generando la “leyenda negra” anti española en Inglaterra y la idea de que los Italianos esquilmaban a los sufridos alemanes con impuesto truchos para enriquecer a Roma ( esta ultima no sin un atisbo de verdad). De allí que los pueblos del norte de Europa ( anglos ,sajones y germanos) empezaron a construir un mito sobre la indolencia de los mediterráneos.
Alli no quedo la cosa, no que va: negros, indios, orientales, todos eran inferiores, los mediterráneos, anque europeos, también, más aún con el advenimiento de un nuevo modo de producción con asalariados la justificación de la superioridad se dio ya   inter pueblo. Entonces el que se enriquecía a costa de los otros era “superior” esa era la razón y no que se quedaba con la mayor parte del queso, de allí tomo Menem su famoso “siempre hubo pobres”.
En ese inter pueblos cayeron los galeses, los gallegos, los italianos meridionales, esto lo cuento para que vean que en todas partes se cuecen habas. Ya mas recientemente, en America Latina los “indios”, y toda la gama de morochos  fueron parte de esta “particular división”.
Lo más interesante es que esa colonialidad que Boaventura señala que por hegemonía “ entiendo al conjunto de ideas sobre la sociedad e interpretaciones del mundo y la vida que, cuando son altamente compartidas, incluso por los grupos sociales perjudicados por esas ideas, permiten que las élites políticas gobiernen más por consenso que por coerción, aun cuando gobiernen en contra de los intereses objetivos de grupos sociales mayoritarios.”
De tal suerte que hoy en 2016 tenemos que en Europa los países mediterráneos sean conocidos como “PIGS” es decir cerdos en ingles. Y es evidente que la contrucción es tan arbitraria como didáctica. Solo se sostienen en la hegemonía ideologica pues el orden de los países es genial.  Veamos si los ordenamos de oeste a este seria Portugal, España, ( Spain) Italia y Grecia o sea PSIG. De Este a Oeste exacatmente al revés GISP. De Norte a sur España, Portugal, Italia y Grecia SPIG . Y al revés GIPS. Pero no los anglo sajones y los alemanes les pusieron cerdos PIGS, es decir primero el concepto y luego la sigla adaptada al concepto. Que fuerte no.
El correlato en la Argentina es la creación ideologica de varios interiores, el interior trabajador, el chacarero esforzado, generalmente ¡Oh casualidad! Coincidente con una de  las zonas más fértiles del mundo, con un régimen de lluvia  excepcional y con una planicie hasta el mar sin obstáculos importantes y el interior de provincias inviables y vagas. Santiagueños, Catamarqueños, Riojanos, Jujeños, Salteños ( mal que les pese a estos últimos también están en ese norte).
Y entonces tenemos la paradoja de un Prat Gay diciendo que puede ser que si no hacemos ( los de aca pongamos Palermo Chico hasta San Isidro o Tigre) las cosas bien nos vuelva a gobernar un tipo de una provincia de “esas”.
 O la paradoja de un Mario Das Neves, hijo de esforzados portugueses, que son parte de los cerdos en Europa y que aca señala que Chubut no es como esas provincias del norte que son malgastadoras y después van a pedir plata a la capital. Curiosidad de un gobernador que en su zona más rica y donde se saca el petróleo, que hoy lo desvela, la mayoría de su gente es de origen de ese norte, catamarqueños , riojanos y demás “vagos”.
Das Neves no es más que la perla de esta escalera gallinera donde hay quien se monta al peldaño más alto para cagar al peldaño de mas abajo.
Esa es la madre de las batallas, la batalla contra el racismo, su versión siglo XX el fascismo. Algunos progres de izquierda, que tiene negro o cabeza a flor de lengua y que se les escapa fácil.  La batalla contra el “a mi me va bien porque laburo o soy vivo”. Una batalla que ya lleva como dije 500 años. Y que se lucha en cada frente, en la familia, en la escuela, en el trabajo, en las canchas de futbol, en la tele.
Rusvi Tahan




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