viernes, 31 de diciembre de 2010

Distinta vara

Distinta vara
Queri terminar el año con un saludillo a mis lectores, pero ayer me fui indignado con un tema y no podía dejar de escribir sobre él. Así que buen año para todos y a tomarse un biletan para digerir lo indigesto.
Ayer al cumplirse un nuevo aniversario de la tragedia de Cromagnon tuve la oportunidad de, como les decía, indignarme con la realidad en el trasfondo de un mismo discurso.
Es que los medios reproducían las palabras de obispo de Entre Ríos en la Catedral Metropolitana, se ve que está de vacaciones el obispo oficial don Bergoglio. El obispo en cuestión señalaba primero lo terrible, lo inmoral que era comerciar con los jóvenes, en alusión, seguramente, a la venta masiva de entradas en un lugar que no podía albergar a tanta gente, a las medidas de seguridad que se tomaron para evitar los colados, es decir para lograr que todos pagaran, que a la postre derivaron en aumentar la tragedia. Segundo pedía justicia.
Bueno la verdad es que me preguntaba, ¿puede un obispo de una iglesia que tiene una Asociación de Empresarios Católicos, que tiene colegios para la elite, universidades para la elite ( y conste que hablo de esos y no de los colegios parroquiales de barrio), escandalizarse por ello?. ¿Es que el señor obispo, cuya formación descuento, no conoce las razones del capitalismo?. Desconoce que ese sistema económico que la iglesia defiende con ahínco desde hace mucho es el principal promotor de transformar todo en mercancía. Entre ellos los jóvenes. O no sabe que existe la búsqueda del “target” para el producto.
¿Si, lo sabe!.
Quizás el tipo es bárbaro, pero lo que quiero expresar es que cuando uno habla, y máxime si habla desde el púlpito, debe hacer algunas mínimas consideraciones sobre: a) la necesidad de combatir el capitalismo como sistema, b) exigir justicia para todo y todos. No puede pedir justicia para Cromagnon y callar ante la libertad del padre Grassi. Máxime cuando ese mismo día leemos en los medios que le enchufaron 30 años de cárcel a un docente abusador. Este docente, seguro un jodido, ¿era más jodido que Grassi?. ¿Qué diferencia a Grassi de ese otro?.
¿Lo diferencia que pertenece a la iglesia?. Si es así estamos jodidos. Que en Cromagnon no haya nadie en cana es una barbaridad, que Grassi no esté en cana también. Y la Iglesia debe subsanar este error exigiendo justicia para los jóvenes abusados por Grassi.
Rusvi Tahan

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