jueves, 19 de mayo de 2011

Indagando sobre las razones del apoyo de los gauchocrátas y capitalistas nacionales a que no se vendan tierras a extranjeros.

“No es por la benevolencia del carnicero que nos vende la carne sino por su propio interés”, palabras más o menos Adam Smith explicaba así uno de los principios rectores del capitalismo burgués, el egoísmo nutre la base de su accionar.
Esto explicaría a mi juicio el consenso que, en los grupos que defienden a ultranza la no injerencia del Estado, obtiene una ley para limitar la venta de tierras a los extranjeros, es decir una ley intervencionista.
Es que desde el principio de los tiempos, la clase dirigente argentina (en realidad almaceneros como los Anchorena o los Álzaga, que se hicieron ricos proveyendo al pueblo y al Estado de mercaderías, materiales y demás yerbas) obtuvieron sin pagar un solo peso, primero con Rivadavia y Rosas, luego con Avellaneda y Roca, las enormes extensiones de tierras de este país, con una sola excepción, de cederle a Gran Bretaña casi un tercio de las tierras patagónicas. Que ahora han pasado a manos Italianas, si el capital tiene nacionalidad.
Jose Pablo Feinmann dice “De pronto los señores de la tierra eran “el campo”, el “campo” era la “ tierra” y “la tierra “ era “la patria”. ¡Que alguien muestre un contrato de compra anterior al 1900!. La tierra se la robaron. Se sabe.” ( Feinmann: 2010)
Si el capital en un punto tiene nacionalidad en la Argentina es en la tierra.Los empresarios argentinos de todo pelaje - ferreteros, chatarreros, casineros, faranduleros y demás - cuando han juntado un mango se han pasado a la tierra para obtener un resguardo de valor y un ascenso social, no era lo mismo en 1970 ser los Reyes de la Chatarra en Nueva Pompeya y conspicuos hinchas de Huracán, como los hermanos Calvosa a ser dueños de Cebuina una cabaña de alta complejidad en Misiones para criar cebués y la estancia Lobería en la localidad de Bs. As. del mismo nombre ambas de 10.000 hectáreas mas o menos. Los hermanos Calvosa eran unos tipos simples, pero que al igual que los Alzaga cuando la juntaron con pala se adueñaron de la tierra, con la única diferencia a su favor, ellos algo pagaron, pueden presentar el contrato de compra que los Martinez de Hoz los Miguez, etc, no pueden. Igual caso puede ser Tinelli en Esquel.
Y el ejemplo que cito de primera mano se puede llevar a cualquier ejemplo, algunos peores. Gilberto Montagna, dueño de Terrabusi se la vendió a los yanquis para poner un haras y criar caballos, refinoli el chabón.
Entonces el capitalismo, está bien para entregar todo, bancos, fabricas, petróleo, pero para la tierra no, allí proteccionismo. El Estado debe protegernos, dicen los gauchocratas, pues queremos seguir pudiéndola comprar nosotros. Incluso debemos limitar a nuestros pares que venden y que encuentran que alguien les puede pagar una fortuna y nosotros no queremos pagar una fortuna, la queremos gratis. Para peor, antecedente reciente y nefasto, los chinos obtuvieron en Río Negro 250.000 hectáreas casi gratis.
Por eso la ley contra la extranjerización de tierras está bien y seguramente será aprobada, pero el fondo del problema es otro, la acción del gobierno debe también tender a impedir que los sectores más dinámicos, que generan más trabajo, no pasen, como han pasado a manos extranjeras. Y además cuidarse de los testaferros argentinos como los Van Dittman de Bariloche que dicen que defenderán a tiros las tierras de Joe Lewis en Lago Escondido.
Rusvi Tahan

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