jueves, 20 de septiembre de 2012

El imperialismo vigente




Una noticia al azar, Sudan del Sur otorga más de 500 licencias para desarrollar su minería,  me permite ampliar una parte de la nota del martes, relacionándola con ciertas lógicas que imperan en nuestra sociedad chubutense y que ponen en tensión a la misma provincia.
Desde la Constitución del 94, donde curiosamente lo que aparentaba discutirse era la reelección presidencial,  los recursos del subsuelo son propiedad de las provincias, resignando la Nación soberanía sobre los mismos. Este mamarracho vendido como federalismo, y que estaba en sintonía con la lógica de feudalización para gobernar que impuso el Menemismo,  puso en poder de gobiernos, a todas luces débiles y en algunos casos corruptos, riquezas que los ponían a discutir, en una misma mesa de negociación, con capitalistas que representan en la mayoría de los casos a poderes económicos que podrían ser superiores, en cuanto a manejo de recursos,  a la Nación misma.
Con este simple recurso, una reforma legal a su medida, el neoliberalismo logró fragmentar un proyecto social nacional, sin necesidad de otro tipo de intervenciones. Y para peor cualquier intento de modificación a esta normativa será resistida tanto por los gobernadores como por los grandes medios, presentándola como intentos de perpetuidad gubernamental.
La fase actual del capitalismo necesita, para seguir creciendo, apoderarse de los recursos minerales que aún están sin explotar, y que , por imperio de las nuevas tecnologías y los enormes recursos financieros que están a la búsqueda de nuevos nichos, están en condiciones de explotarse en una nueva acumulación por desposesión de los pueblos pobres del planeta.
Como obtiene licencias para ello, con viejos mecanismos, ya utilizados en el siglo XIX en la primera fase imperial capitalista, a saber: a) ocupación lisa y llana de territorios, con cualquier excusa, léase defensa de minorías, defensa de libertad religiosa, democratización de regímenes autoritarios, protección de los intereses y ciudadanos del imperio (cualquiera fuese este, mayoritariamente EEUU, GB y Francia).
b) generando nuevos países como Sudan del Sur, que a su vez puede ser separado a futuro en Sudan del Sur y Ecuatoria, una región creada a principios del XX.
c) obteniendo gobiernos títeres que respondan a sus intereses.
Volvamos al caso de Sudan del Sur, hasta hace unos años este territorio pertenecía a Sudan, no creo necesario decirles que seguramente el régimen de Sudan no era de lo mejor, pero, un dato interesante, el sector del Sur, antes de la independencia, producía el 85% del petróleo del país.
Es decir que lo que se separo es la región petrolera. Como para sacar el petróleo necesita de Sudan del norte, desde enero la producción de Sudan del Sur fue casi nula, imagínense, si los tipos eran pobres ahora están en el infierno.
Obviamente, si aceptamos la teoría de la crisis como elemnto disciplinador del capitalismo que esboza Naomi Klein,  veremos que Sudan de Sur hoy por hoy está dispuesto a entregarse de pies y manos, y, obvio, los imperios empresarios le ofrecen la salida de la gran mineria como alternativa de desarrollo, o sea el caramelo de la diversificación de la matriz productiva ( extractiva más bien) para no depender de la misma cosa. O sea nada de soberanía alimentaria, nada de desarrollo industrial, no: el viejo pacto colonial, materias primas por productos.
Hasta hace unos años, en Bolivia las regiones de Santa Cruz, Beni y Pando, con la excusa de no depender de un indio ( el Evo) se planteaban constituir un nuevo país, estas tres regiones concentran casi el total del recurso petrolero y gasífero de Bolivia. Esta peregrina idea se sostenía ( sostiene) obvio desde la embajada de EEUU y los lobbies petroleros.
Ahora, para cerrar, volvamos a la Argentina, a partir del ´94 decíamos los recursos del subsuelo pasaron a las provincias, algunas directamente administradas por el lobby minero como La Rioja cuyo gobernador era un geólogo ( Mazza) ligado a las empresas más fuertes del sector. Otras como Catamarca tenían una historia de dependencia minera importante, otra como San Juan armó en los últimos años, según diversas fuentes antimineras, un emprendimiento político familiar alrededor de la familia Gioja que a puesto norte a centrar el desarrollo provincial en ese recurso.
En Patagonia los lobbies petroleros sostuvieron un candidato a presidente ( Sobich) durante dos años.
En casi ningún caso de los descriptos se avanzó ni siquiera en empresas mixtas como en Santa Cruz, donde al menos una parte de lo que se obtiene ( no discutamos aquí lo ambiental que queda para otra oportunidad) queda para la Provincia. En un esquema más desarrollista e integrador.
Todos estos ejemplos, los nacionales e internacionales, vienen a cuento para poner en su justa medida las apreciaciones del intendente Di Pierro de Comodoro Rivadavia, imaginemos a Comodoro Rivadavia como una potencial provincia independiente, ya que las condiciones de libanización solo llegan hasta allí, hoy por hoy al menos.
Estos razonamientos, que apuntan a soluciones de corto plazo, desnudan el potencial dirigencial, ¿que será de Comodoro cuando ya no tenga petróleo?. ¿Es posible que centre todo en un único patrón de explotación?, ¿imagina acaso que si pone toda la plata del petróleo en la región sur desarrollara alternativas a futuro?,¿ imagina que desde su despacho de intendente podrá poner limite a los lobbies que lo rodean?. Seguramente sí, demosle un poco de crédito a su honestidad, después de todo Das Neves lo hechó porque Di Pierro cuestionó la voracidad de los Ezquenazi.
Quizás, incluso, tenga algo de razón en que la ciudad fue postergada por los regionalismos que gobernaron la provincia, algo de eso hay. Pero que se enamore del canto de sirenas, que pueden conducirlo a encallar el barco es un error. Cada unidad de negociación más pequeña favorece indefectiblemente al lobby  empresario multinacional. De eso no hay duda, y cualquier cosa este lobby puede hacer para conseguir sus intereses, hasta utilizar a un intendente y después desecharlo.
Rusvi Tahan.

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