domingo, 16 de septiembre de 2012

Ensayo sobre el consumo

  

Con un remedo de titulos con que Saramago  dio a un par de obras magníficas quiero señalar la inconsistencia de algunas pautas de la Argentina actual que el propio gobierno ha incentivado y que ahora se le están volviendo en contra. Como en el "Ensayo sobre la lucidez" donde los gobernantes por evitar una cosas se embarraban cada vez más.
Sacar a la Argentina del infierno pregonando la lógica del esfuerzo para tener más y, después, para poder consumir, pues el consumo es un motor de la economía, tiene, me parece, algunas limitaciones ideológicas que han escapado a la correcta evaluación de sus consecuencias en el mediano plazo.
En el 2002, y los años siguientes, era racional propiciar estas políticas,  quizás siga siéndolo, del “modelo” como lo llaman, lo que no era propicio, visto quizás hoy, ex post, es decir con parte de la película muy avanzada, es asentar todo esto en estadísticas de pum para arriba- más producción, más turismo, más obras, mas cosas en definitiva-  mas cosas: para comprar, es más consumo, y propiciar la lógica de que más tenían más consumían.
Mientras se avanzó del infierno al purgatorio- parafraseando a Néstor-  y teniendo las clases medias fersca la imagen( a pocos meses de su regreso de sus viajes a la Europa del 1 a 1 y los plazos fijos en dólares) , de los saqueos, las muertes y el, sobre todo, robo sistemático que los bancos les hicieron, todo se lo aguantaban: un peronista en el gobierno, encima medio zurdo ( no importaba que era millonario, que era abogado, que venía de la Patagonia y no del tan denostado norte de los Menem, Romero, Juárez, etc., ese norte de los “cabezas” bien explotados).
Pero ante el paso del tiempo el gobierno, a mi parecer no tuvo el timming de evaluar que lo que hace 50 años era normal, la presencia del Estado, que era esperada y estaba internalizada en la sociedad, en especial aquella sociedad del hambre europea, de las dos guerras mundiales o de la guerra civil española, de Patrón Costas, hoy  ya no lo era. El Estado de los 50-60 en todos lados estaba presente y si articulaba políticas de estado de bienestar era mejor.
Pero, la lenta pero consecuente, predica neoliberal señalando la necesidad de reducir el estado, de garantizar las “libertades ciudadanas” y de enfatizar, lo que Weber llamó la ética protestante, el esfuerzo individual que lleva al individuo al triunfo, contra "la indolencia" de los pobres que son pobres porque se lo merecen. Fueron desarmando el consenso que existía alrededor de ese Estado de bienestar, y en general de toda “solidaridad” de reparto de bienes de los que más tenían a los que menos tenían. Y menos vía intervención del Estado, a lo sumo Caritas.
A partir de 1973 , iniciando en Chile, el 76 en Argentina y el 79 en Londres, se produjo la contraofensiva de los ricos. Se llenaron de expertos neoliberales los ministerios de economía, las empresas, los organismos internacionales, de tal suerte que estos tipos, con sus sueldos y los ricos con sus rentas escandalosas, habían recuperado la torta que manejaban en la Belle Epoque, cuando los ricos en la Argentina eran ricos y tiraban la vajilla de plata al mar en sus viajes a Europa, pues comprarían otra. Hubo, así, una recomposición, vía rentas extraordinarias, y a través de una estafa financiera generalizada ( pensemos en Argentina en el Banco Oddone, el Alas, el Federal, la 1050, el Plan Bonex, el corralito el corralón, la tablita cambiaria de Martinez de Hoz, el austral) de las clases dominantes, fue acompañada por la recomposición del pensamiento hegemónico del capitalismo del siglo XIX ( llamado ahora neoliberal) en las clases medias. ¿ por qué comprar nacional? ¿Por qué si gano no me lo puedo gastar todo?, ¿por qué si gano no tengo la libertad de comprar dólares?, ¿por qué en definitiva no tengo la libertad de consumir más.?
En la Argentina actual el agravante es la tradición de eludir impuestos, la justificación: el estado es corrupto ( obvio: "yo no porque me cuido el culo" es decir mis ingresos en negro) lo que magnifica esto. Porque hoy por hoy tengo todas esas libertades, vivo en un país, medianamente seguro, puedo viajar por donde me plazca en el país, puedo salir y entrar del país, pero tengo dos o tres restricciones, en relación con las cargas tributarias, además me faltan cosas importadas y no puedo atesorar dólares y todo esto es un ataque a la libertad….. de consumo.
El gobierno no ha tomado nota de lo profundo que es este concepto y, lo que es peor,  no lo ha enfrentado sino que, por el contrario, lo ha estimulado. Perdiendo de vista que el Capitalismo es como el universo de los Borg de las series de Star Treck, se asimila a todo, se adapta a todos los escenarios y terminan dominando todo.
Así el capitalismo transformó las libertades  reclamadas en  Paris del 68, el Zócalo mexicano, la Plaza Tiananmen de Pekin y las movidas de Praga, solo por citar algunas en libertades consumistas. Así la libertad sexual, devino en consumo de lencería, sex shop,  porno, camas de tres, cuatro y swinger.
La libertad de elección sexual con la lucha de los gays por ser reconocidos, devino para el capitalismo  en los espacios gay friendly de los hoteles , las ciudades, los restaurantes. En las boutiques exclusivas, en los calzoncillos Narciso etc.etc. En los programas de TV donde  es cool tener un gay a mano.
Transformó la revolución cultural de los ´60 en los multimedios empresarios al estilo Clarin,  o en el monopolio de producción holliwoodense.
La Internet fluctúa en redes sociales de Info  interesante a basura , pero seguro es un espacio de vigilancia y consumo.
La participación ciudadana en ONGs solidarias devinieron en ONGs empresarias como las infinitas fundaciones de los Rocca, la  Mediterránea, las Mineras, y las verdes con corazón verde ( de dólar).
La búsqueda de espiritualidad de Los Beatles devino en el Guru Sri Sri.
La búsqueda de creatividad del LSD en el éxtasis para los pendeviejos y las drogas de diseño.
La Iglesia de los Pobres en la Iglesia de los ricos que tienen tristeza.
La religiosidad negra anti apartheid en EEUU en Pat Roberson y el conformismo del Statu Quo.
Reaparecieron, remixados,  los formatos  imperiales más antiguos : Estos incluyen, (aquí me remito a David Harvey)   (1) la  privatización de la tierra y la expulsión forzada de poblaciones campesinas (en China, México e India); (2) la conversión de diversas formas de derechos de propiedad comunitaria como las cajas de jubilación  en derechos exclusivamente de propiedad privada; (3) la supresión de derechos a las áreas públicas ( pensemos en Lewis y su Lago Escondido); (4) la modificación del poder laboral via flexibilización y la supresión de formas alternativas de producción y consumo, el club del trueque duró lo que que lo peor de la crisis, ahora los antiguos nodistas quizás peleen porque no pueden acumular dólares; (5) procesos coloniales, neocoloniales, e imperiales, de apropiación de activos (incluyendo los recursos naturales); (6) la monetización de los intercambios y de la tributación, particularmente de tierras; (7) la trata de esclavos (que continúa, particularmente en la industria del sexo); y (8) la usura, la deuda nacional y. lo más devastador de todo, el uso del sistema crediticio como un medio radical de acumulación primitiva.
A donde quiero llegar en esta nota, quizás ya sea tarde, proponer que en vez de inisitir en que los argentinos pueden consumir más, e incentivar la fabricación y compra de autos y celulares, de abrazarse con Slim- que no es otro que el magnate que se quedo con la Telefónica Mexicana y se hizo rico de hoy para mañana -, abría que dedicarse más, más aún porque algo se hace en los CIC en las agrupaciones políticas, con Carta Abierta, etc., a reconstruir el sentido de un mundo más solidario, menos capitalista .
El problema mayor es que, como decía el Grupo de Reflexión Rural, si analizás la situación con los mismos ojos de hace 40 años te pones unas anteojeras y traicionas a la verdad. Si buscás las salidas con el anteojo desarrollista de los 50-60, eso no nos lleva a ningún otro lado que a las cacerolas de los satisfechos que quieren más consumo. Y entonces ¿ que tenemos en Chubut ?a Di Pierro diciendo que quiere el 90% de lo que se saque del petróleo para zona sur y que los que, como los esquelenses, no quieren explotar los recursos minerales: haya ellos , es su “libertad”, pero que se queden sin esa renta. Y mucho me temo que los de Comodoro piensen que eso que dice Di Pierro está bien y los de Esquel, antimineros o mineros, piensan que “siempre van a tener nafta y gas”.
Hacen falta decisiones más radicales para cambiar los patrones que nos conducen a las plazas del no. Y, por desgracia, asumir que gente que vota a Macri o a Del Sel hay por todos lados. Inclusive hay que tener más sentido crítico para con Diarios como el Patagónico que( ¿ de Cristobal Lopez?, que es K y se dice progre), el sábado 15 de setiembre público esta viñeta.



Por eso: "ojo con los progres", con los de “a la lucha a la lucha” y quieren, como los judiciales de Chubut con la Ley de Enganche, que al resto de la provincia, como diría Di Pierro, les vaya bonito.
Rusvi Tahan 

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