Estamos en un momento muy especial de la historia. En
general los cientistas sociales atribuyen, muy europeizadamente a mi gusto, los
movimientos en la esfera socio política ( que incluye lo económico), desde el
centro a la periferia, es decir viniendo de EEUU/ Europa hacia la periferia. Así
han explicado las revoluciones latinoamericanas como producto/ consecuencia de
la francesa, el estado de bienestar como producto del New Deal y Keynes, etc.
etc.
En general, además, acomodan los discursos a las modas
europeas, el peronismo no es innovador, ni estado de bienestar o es fascismo o
es un distribucionismo made in
mediocre.
La revolución cubana medio se la saltean, para luego pegarle
por ineficiente. Obvio sin mencionar 50 años de bloqueo. Y así siguen los
exitos.
Hoy, luego de que se les quemaron los papeles del fin de la
historia, que Europa y EEUU están jaqueados por el neoliberalismo en todo
sentido, lease alemán o las piruetas de Obama. Que mientras tanto, cuando esto
sucede, suceden también en América Latina una serie de procesos históricos que
reniegan de esas recetas. Y que estos sucesos, para zafar muchos estudiosos, y
algunos del campo popular, pero confundidos, atribuyen a fenómenos
providenciales lo que acontece, deshistorizando los procesos, desvalorizando
las luchas del Frente Amplio, los luchadores venezolanos antes del mismo
Chaves, olvidándose de Velazco Ibarra en Ecuador, con sus más y menos, del
primer peronismo , del setenta y del 2001 en Argentina .
En toda esa melange,
queremos mirar un fenómeno que si puede repetir lo del centro a la periferia,
producto de la reacción conservadora, que hermana el capitalismo con las clases
dominantes. Que no es lo mismo, pues las clases dominantes pueden ser
esclavistas, como aún sucede en Blangladesh.
Hemos presenciado en los últimos meses la vuelta de
Islandia, luego de su crack bancario a darle el gobierno a los mismos que lo
habían provocado, a ver que Noruega giraba, luego de décadas a la derecha, que Francia
había expurgado de socialismo a su gobierno socialista y aplicaba el recetario
ordenado por Angela Merkel, quién ganó por lejos en Alemania.
Todo esto no hace más que reafirmar dos grandes cuestiones a
tener en cuenta. Primero el fascismo, aquella ideología de los poderosos que se
asienta en construir un sentido común del miedo, miedo a los cambios, miedo a
quedarme fuera, del trabajo, del consumo, miedo a los “otros” turcos, negros,
albaneses, gitanos o cabezas, miedo a todo en fin, está a la vuelta de la
esquina. Trabaja sobre el sentido común de que lo mio es mio y no hay otra solidaridad social que la de que nadie
me saque nada. Menos, obvio, impuestos distributivos.
Incluso es de tal magnitud, que Obama, lo único que hizo en sentido
popular, mantener vigente un sistema de salud publica un poco amplio para los
pobres, esta siendo jaqueado de tal manera, que se corre el riesgo de que EEUU entre
en default. Obama, el que le salvo las papas y emitió dólares a lo pavo, de una
manera que haría sonrojar a Alvaro Alsogaray y todos los críticos de la
maquinita de hacer plata, trasladando, como los reyes medievales, la crisis de
los banqueros, su crisis a nosotros via devaluación y moneda deteriorada, ese
Obama esta casi Out.
Segundo que esa ideología con discurso vago y fatalista se
cuela lentamente y avanza a través de un sinnúmero de candidatos
metamorfoseados, a los que se les saca su pasado, se lo manda a la tintorería y
se lo presenta blanco y reluciente.
Puede no ser necesariamente un Capriles, alcanza con Massa o
Tabaré Vázquez para poner un freno y empezar a dar marcha atrás.
Por eso hace falta mirar hacia afuera, saber que Obama
emite, que Merkel aspira todo a favor de Alemania, de los ricos alemanes, y que
el circo del consumo no nos conduce a ningún lado.
Por eso también hace falta aquí que el gobierno explique
claramente que dólares no hay, no debería haber salvo para usarlos para
desendeudarnos y crecer en el cambio estructural de la industria argentina. Y
que el nivel de consumo debe revisarse en función de poder generar un ahorro
nacional que se redirija a tecnología, energías limpias, comida sana, vivienda
digna y salud, por solo citar aquellas cosas en las que me parece que aún falta
mucho.
Rusvi Tahan.
1 comentario:
exelente, parece que todo esta puesto en mirar para adentro, sin enmarcarlo en la realidad mundial
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