jueves, 27 de febrero de 2014

Kilombificar




Hace bastantes años llegó a mis manos, y debo confesar que como llegó se fue prestado a un “amigo” que jamás lo devolvió, un libro de Fermín Chaves donde contaba anécdotas de frases con ironía y  humor de Perón.
Una me quedó especialmente grabada, parece ser que en una reunión en Madrid con su comando táctico, y ante la creciente confusión y desarticulación de la propuesta militar para gobernar la Argentina a inicios de los ´70, Perón les dice: compañeros a partir de ahora hay que kilombificar.
Es decir generar un ambiente tan caótico que la única variable posible fuera que el volviera, cosa que comprendió Lanusse, general gorila si los había, y terminó aceptando, bien que obligado, el retorno de su archienemigo.
Obviamente que así como de Gramsci, al apoderarse de los medios masivos y bajar línea a través de ellos para mantener su hegemonía,  los yanquis han aprendido del general.
Como Perón en los ´70, no están en condiciones de imponer su voluntad como antes, en el caso yanquie con la política del gran garrote y las cañoneras. Ya no pueden desembarcar como Reagan o Bush en Grenada o Panamá . Así que donde no pueden imponer su política de obtener materias primas y negocios por las “buenas” han optado por kilombificar.
No otra cosa es lo que sucede actualmente en Venezuela o el Ucrania. En ambos casos hay petróleo y gas de por medio, en ambos casos un gobierno, el chavismo en América latina y Putin en Ucrania, manejan ese recurso estratégico sin aceptar la intromisión de EEUU. Así que sin ningún empacho y a través de sus personeros, aprovechando seguramente errores de los gobiernos en cuestión, kilombifican cuanto más pueden.
Es por una parte un signo de la debilidad de EEUU en esta época y la creciente multipolaridad política y económica del planeta. China, India, Brasil, Turquía, se han sumado a los, antaño dueños de la pelota como EEUU, Rusia, Francia, Alemania y Gran Bretaña,  y amenazan no solo con sumarse sino con ir lenta pero inexorablemente desplazándolos del centro del tablero mundial.
Al igual que con Roma, para dar un ejemplo que todos entendemos, no será de hoy para mañana, el inglés, la moneda de cambio, la localización de los centros financieros, etc. aún hacen de EEUU la primer potencia mundial. Pero la voracidad de su complejo militar industrial le impide crecer en otros sentidos y eso la está agotando.
El problema es el mientras tanto, en ese largo mientras tanto todos sufriremos los estertores de los antiguos amos, y sus devaneos por sostenerse, así lleven a la guerra civil a países en todo el globo. El norte de África y Medio Oriente son una muestra de los últimos tiempos, Túnez, Egipto Libia, Siria, Sudan son todos países que están inmersos en una guerra civil permanente, sentados en un inmenso mar de riqueza hidrocarburifera. Riqueza que con ejércitos mercenarios creados “ad hoc” sigue extrayéndose como si al herido en vez de curarlo le siguieran extrayendo más sangre, hasta agotarlo y que todas sus células mueran.
Al igual que Perón en el ´70 la kilombificación puede dar resultados en el corto plazo, en el largo es más difícil. Perón se murió y nos dejó el kilombo de Isabelita, Obama se va a ir y quizás nos deje una Venezuela arrasada. Pero pareciera que ya EEUU no puede manejar las variables futuras, sino solo seguir kilombicando, asi lo demuestra el desorden mundial que va dejando esta política a su paso.
 A nuestros pueblos de América Latina, en especial a sus demandantes y siempre insatisfechas clases medias urbanas,  hay que advertirles que hoy la kilombificación  lleva directo al puerto donde está la barca de Caronte.
Rusvi Tahan
PD: al que se llevó mi libro de Fermín, por favor devuélvamelo.


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