martes, 19 de abril de 2011

¿un cuento chino?

Tomé conciencia esa tarde en el cine. La sola idea erizó mi piel y los peores presagios de mi juventud estuvieron ante mi vista, ahora sonriéndome y como diciendo bueno… no será tan malo como pensabas.
¿Cómo no lo vi venir?. O más bien, cómo no vi la nueva forma que había adquirido la lenta pero inexorable penetración de los orientales en nuestra Argentina.
Como ustedes saben, la gente de mi edad se crió pensando en el peligro amarillo, viendo películas donde los sucios nipones eran enfrentados por los valientes norteamericanos y ellos en realidad impedían que esos suicidas rituales se quedaran con nuestro mundo. Luego hubo un tiempo de reconstrucción de Japón y ya mi vecino el tintorero Wakayama no era peligroso, sino un ferviente trabajador que defendía el mundo occidental del peligro amarillo real: los chinos. Ellos sí que eran malos, incluso se peleaban con sus amigos comunistas los rusos.
Los chinos estaban con su Mao en todas partes, se creó en Argentina, cuando tenía yo apenas 13 años, el Partido Comunista Revolucionario pro chino dirigido por Otto Vargas. De esto hace 42 años y cuan historia china, aun lo dirige Otto Vargas, es decir que los dirigentes chinos o pro chinos ya de por si tienen la particularidad de la longevidad. Mao fue el icono del Paris del 68.
Bueno, James Bond se enfrentaba a personajes siniestros chinos.
Fue así que fui, desde temprano, creando una suerte de paranoia a todo lo que resultase venir de oriente. Las estadísticas intercensales además me advertían de su incapacidad de frenar su número y que tarde o temprano serían demasiados para mantenerse en su país, no ya unos cuantos italianos, españoles o irlandeses migrantes, sino millones, cientos de millones de orientales lanzados por el mundo.
Pero bueno, el Proceso Militar, los gobiernos neoliberales me fueron dando otras paranoias más cercanas y este tema fue quedando como residual. Pese a que estaban frente a mí, datos enormes que dejé pasar. Los enumero solo a modo de relato histórico, en mis clases de secundaria en Olivos tenía, en promedio, un 20 % de alumnos Chinos o Coreanos. Vale la aclaración que a los efectos finales es lo mismo aunque nos la quieran vender cambiada.
A la vuelta de la casa de mi ahijado, sobre Alvarez Thomas, una iglesia protestante resultó ser una iglesia protestante china de donde salían en silencio cientos de chinos vestiditos de traje y corbata o vestidas, las mujeres y niñas,con faldas por debajo de la rodilla .
La calle Avellaneda se llenó de confeccionistas de ropa Chinos, los almacenes de barrio se transformaron en supermercados chinos. En Esquel, ¡imagínense! en Esquel, la mafia china se cargó al dueño del restaurant chino y su hijo de manera brutal.
Todo eso que debía abonar a mi paranoia fue siendo disciplinado, me fueron haciendo el coco con tres elementos que terminaron domesticándome hasta llegar al hoy, donde la situación ya no tiene vuelta atrás.
El primer elemento, el que debía haberme hecho saltar la peluca y yo dejé pasar, fue el reemplazo que hizo mi madre del Horóscopo de Horangel por el Horóscopo Chino, es decir la construcción de la personalidad y el futuro empezaron a estar en manos de los chinos.
El segundo elemento fue el ingreso de a poco de la gastronomía china, los Chop Suey y demás que empezaron a competir con el bife con papas fritas, con la excusa de la verdurita más sana, la milanesa de soja por sobre la de ternera.
El tercer elemento fue el auxilio que a nuestra economía en tiempos K. le proporcionaba el hecho de que los chinos compraban todo el alimento que pudiéramos venderle, claro ellos también avanzaron comprando las mineras de hierro, el petróleo de Chubut, 210.000 hectareas para poner soja en Río negro donadas por el estado provincial y muchos otros datos que quizás ni nos entremos, pero eso tiene menos prensa que la venta de la soja o el aceite a China. Y nos pasó desapercibido.
Y así estoy hoy, viendo una película con Darin, nada menos que Darin, que se enternece con un chino, su actor de reparto, sin darse cuenta, sin darnos cuenta, que ya……… tenemos la casa tomada.
Rusvi Tahan

1 comentario:

Joaquin dijo...

Nunca me enteré de esa inglesia protestante china! Que locura!
Ahora pusieron un "chinito" enfrente de mi casa padrino ja ja ja
Estamos rodeados. Hay que aprender chino!