La elección del nuevo Papa ha despertado una oleada de
papologos, es decir todos aquellos que saben ( o hacen que saben ) sobre lo que
hará, pensará y demás el nuevo Papa.
Es natural que, habiendo en todo el mundo canales de noticias
de 24 hs., que la mayoría de los mismos deben llenar justificaciones a su ideología
/ línea editorial y/o responder a sus sponsors, este tema este en todos lados. También
que esta, como cualquier situación es leída en la clave que responde a esos
intereses, y nada puede ser más oportuno que intentar hacer hacer y hacer decir
al nuevo Papa lo que a cada cuál conviene.
Como antiguo militante de la iglesia no deja de despertarme interés
todo lo que se mueve dentro de esta situación. Hoy quiero referirme a algunas
cuestiones que, a mi juicio, debemos tener en cuenta.
La mayoría de las cosas que escribiré no serán seguramente
originales, alguien entre los 2.500 opinólogos papólogos deben haber dicho algo
por el estilo, no obstante, como vivo de escribir en mi blog y eso me llena de
dinero, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Y si no ganara guita tampoco, como
dejar pasar este acontecimiento.
Centralmente diré que hay dos cosas que me alegran, la
primera es que no sea un papa tan cercano al Opus, sino, un jesuita, su competencia en las
sombras de la Iglesia, en aquellos pasillos que han hecho famosos a más de un
novelista. Un Papa ilustrado y que conoce de política, nos guste o no.
La segunda es que sea Latinoamericano, el lugar donde la
Iglesia Católica tiene más fieles y dinamismo. Que salga de ese microclima euro
céntrico, del norte, que rodeo a la Iglesia del siglo XX. Juan
Pablo II era un furioso anticomunista y, mas furioso aún, antisoviético. A
juzgar por el socialismo real que impuso Stalin razones no le faltaban,
sumemósle el profundo desprecio de los rusos con los polacos y tendremos un
perfil
Garantiza que sea Latinoamericano que sea mejor: NO. Pero
Bergoglio sabe lo que el neoliberalismo le hizo a Latinoamerica y ahora verá
hoy, in situ, lo que le hizo a Europa, claramente no es boludo, entiende, tendrá limites, pero
entiende.
A Juan Pablo II un turco lo quiso asesinar, lo que marcó el
perfil de Benedicto, que como alemán estaba obsesionado con los turcos, el mundo
musulman era su preocupación y su norte, su preocupación por su dinamismo y su
norte por su fanatismo conservador que lo había redinamizado en el siglo XX. Benedicto creía que
una oleada conservadora resusitaria también al alicaido catolicismo, cometiendo el error de comparar un mundo de
llenos, Europa, que lo que menos quieren es fanatismo, con un mundo de pobres, Africa y Asia que
necesitan un norte esperanzador que los guie.
Bergoglio esta lejos de ello. Es conservador, SI, no más que
las iglesias evangélicas que crecen en America Latina, nada más conservador que
los mormones, los testigos, los adventistas, etc.
Es austero SI, austero no es mejor que nada, un amarrete
puede parecer austero, sobre todo austero no es sinónimo de humilde. La
humildad es un carisma que pocos tienen y en ese nivel de egos menos.
Ahora bien en la Argentina, seguramente igual en todo el
mundo, pero aquí, y me parece más patético,
presentan al Papa como una persona que tiene
una historia y en base a esa historia, escrita, en cuanto a lo que se
quiere remarcar de ella, a gusto de cada
interés, se da con él por sentado la lógica de House, es decir la gente no
cambia, es de una manera y será de la misma siempre, hay, y de parte de los más
progresistas periodistas y los más K también, un enorme determinismo modernista
en la mirada sobre el Papa.
Fue de una manera y actuará de esa manera, es político, le
gusta el poder, defiende posiciones conservadoras y mantendrá eso toda su vida.
Esa mirada es a histórica y quiero resaltar que es ella
misma conservadora.
Cualquiera que conoce de historia de las religiones sabe que
muchos de los venerados tuvieron traspiés en su juventud o en su madurez antes
de alcanzar el status de santidad o el nirvana.
Pensemos los católicos en Pedro un cobarde que ante los
milicos negó a Cristo tres veces, toda una imagen para el 76-83 y Bergoglio en ese clima, pensemos a Pablo
perseguidor, asesino de cristianos, converso. Pensemos a Agustin un libertino
de joven.
Hagamos
un paneo argentino, San Martín jugó en contra, y manifestó deseos, por escrito
que los portugueses eliminaran a Artigas, luego liberó media América y renunció
a honores y fue un tipo austero
Perón estuvo como oficial en el golpe
contra Yrigoyen, se transformó en el gobernante que cambio en 10 años la
historia argentina, Fidel Castro era miembro de un partido nacional conservador
cubano y se transformó en el primer gobernante socialista de América Latina.
Chaves un militar golpista y un revolucionario real.
Nestor gobernó su provincia y se mantuvo con los pies en el
plato del peronismo durante la década menemista, mientras que muchos de los que
sacaron los pies del plato terminaron en posiciones mucho más conservadoras que
Nestor, si no pregúntenle a Pino. Nestor llegó y pateó el tablero.
Galimberti era un revolucionario en el 70 y un neoliberal
culata en los 90.
Por ello escuchar que lo ponen para “ordenar” conservadoramente
América Latina, como dice Mengolinini, después que ordenaron al comunismo en
Europa, es una terrible barbaridad. Y además adolece del determinsimo
derrotista que denuncio en esta nota.
Lo van a usar los lilitos: Si, lo va usar Macri a través de
Michetti: Si, lo va a usar La Nación: Si. Etc.
El actuará para ellos: no creo. El actuará con los intereses de la Iglesia los
que nos gusten y los que no. Aprobará el aborto: NO. Aprobará el fin del
celibato: NO. Pero de allí a que sea un destructor de los movimientos populares
y que actuará de acuerdo a los intereses del imperio hay un gran salto.
Es decir, tengo esperanzas sobre el Papa, si la tengo,
además de tener esperanza, quiero darle, a diferencia de muchos, el changui de
que puede cambiar, siempre espero que la gente cambie. Pero además, y por sobre
todo no dejare de señalarle, a él o al resto de los católicos las
contradicciones que padecemos.
Rusvi Tahan
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