UN PROFESOR DE HISTORIA POR AHÍ.

El viernes 12 de junio el Diario El Chubut titulo:
ELGOBERNADOR DAS NEVES PIDIO UN PACTO DE LA MONCLOA PARA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES.
Me detuve ante la tapa, en un kiosco de Trelew, y la releí cuidadosamente, es más, me aleje y volví, como hacía mi Profesor Abelini de Biología cuando algo era tan alejado de la realidad que no se podía dar crédito.
Inmediatamente decidí que este tema iba a ser motivo de una nota en este benemérito Blog.
Primero y sin ánimo de ofender, pero para que todos sepamos de lo que hablamos, extracte de la Wikipedia lo siguiente:
“Los Pactos de la Moncloa fueron los acuerdos firmados en el Palacio de la Moncloa durante la transición española el 25 de octubre de 1977 entre el Gobierno de España de la legislatura constituyente, presidido por Adolfo Suárez, los principales partidos políticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados y las asociaciones empresariales y el sindicato Comisiones Obreras, con el objetivo de procurar la estabilización del proceso de transición al sistema democrático, así como adoptar una política económica que contuviera la galopante inflación que alcanzaba el 47%.”
Es decir fueron firmados a la muerte del dictador Francisco Franco, resalto esto en negrita para que la gente este informada y quizás sea bueno que el Sr. Gobernador también lo este. Creo que, en su afán por decir cosas a los medios, afán que tienen por desgracia la mayoría de los políticos, exageró la nota.
Esta última apreciación es, como siempre, presumiendo en el gobernador cierta inconsistencia en sus afirmaciones, algo de vedetismo, pero no una maldad o falta de honestidad.
Si esa interpretación no fuera la correcta, y por desgracia eso solo lo dirá el tiempo, debemos estar preparados para lo peor.
¿Por que?.
I. Pues si fuera producto de algo muy calculado, entonces hay que inferir que considera el gobierno de Cristina Kirchner, como un gobierno dictatorial. Y en eso se emparentaría con : a) por derecha con De Angelis y la Rural y b) por izquierda con el P.O, las CCC etc.

II. El último pacto que se celebró en la Argentina ,el Pacto de Olivos, esta totalmente vigente y le ha permitido a estos grupos gobernantes de radicales y pejotistas ( verán que no uso peronistas, y es adrede pues ese mote no le cabe a Menem, a Romero, a Marín, a…..). mantenerse en el gobierno, nacional y provincial con enorme fortaleza. No pareciera que los políticos que se proponen suceder a los K, lease Cobos, Lilita, Reuteman, Macri,De Narvaes o el propio Das Neves, estén muy dispuestos a romper con la corporación política.

III. Parece dudoso que Das Neves proponga un pacto con cierta seriedad, sus movimientos hacia los gremios, como el docente, al que sacó por la fuerza de una escalinata, o su ataque a la justicia como ineficiente, sin que haga nada para cambiar esto, o la actuación dudosa de la policía en Corcovado, Epuyen, etc. no parecen conducir a la firma de algo tan duradero.

Mis temores se agigantaron cuando, hoy sábado, pasaron por casa repartiendo una nota firmada por el mismo Das Neves, donde insta a votar a sus candidatos. La nota me hace temer más, ya que propone votar al candidato en quién él confía. Es decir, no el candidato de un proyecto colectivo, sino el de un proyecto personal. Ese EGO enorme que trasunta en cada aparición me conduce a pensar en que esta frase del Pacto de la Moncloa, que por cierto ya la había propuesto Macri, es solo un nuevo intento para posicionarse para después de, probablemente una mediática mas que real, derrota de los K.
Si esta derrota no es tal o los K. se superan solos, a los chubutenses les cabría la frase de Isabel de Inglaterra a Cecil cuando este la incitaba a pelear contra Felipe II, ¿quién salvará a Inglaterra si desafío a Felipe y pierdo? Seria algo así: “quién salvará a Chubut, si desafía a los K y pierde”. Porque como es obvio, Das Neves y su EGO atan el destino de los chubutenses a su destino político.
Sería bueno para todos que esto fuera al revés. De eso en definitiva se trató el Pacto de la Moncloa. Un destino común y no el delirio de “Gran Cuñado”.
Rusvi Tahan