¿De que menores hablamos cuando se trata de aumentar su imputabilidad?
Este cronista ha seguido con cierta perpejidad el relanzado debate bloomberiano de reducir la edad de los menores para poder juzgarlos.
La verdad es que no pretendo en estas letras ponerme en jurista y reflexionar sobre lo que debería hacerse, para eso están los entendidos y los interesados.
Lo que me parece, y escribo un torbellino de ideas quizás un poco desordenado es: que cuando hablamos de menores hablamos generalmente de imputar a menores pobres y marginales.
Que no sabemos de qué familia o familias hablamos.
Que nos velamos el verdadero origen del problema ocultando las partes más oscuras de esta etapa del capitalismo brutal.
Hay muchas preguntas:
¿Los menores de familias de clase media y media alta serán imputados de la misma manera?
¿ las ausencias del estado, las familias y la sociedad de consumo neoliberal?. ¿No tienen nada que ver en este estado de cosas?.
Familia y lógica de consumo hay trabajado en acuerdo de darle un montón de incentivos banales para que los jóvenes quieran tener todo y ya a su mano.
Hay un tema que sobrevuela todo este tema y es el concepto de familia. ¿de que familia hablamos?
Los jueces devuelven a los jóvenes que delinquen a sus “familias”, devuelven a jóvenes abusados a sus “familias”, sin saber, en general, nada de esas familias. ¿Qué pasa si el problema es la “familia” más que la solución?.
¿ el deseo irreflenable de los padres de atender las demandas de los jóvenes de más consumo, en total sintonía con los medios de comunicación, no es parte del problema?
¿ presentar a los pobres como ladrones y a los ricos como exitosos, sin saber cuanto de “truchada” hay en esos ricos exitosos, no es parte del problema?
Hay muchos vecinos , padres y otros que han hecho su riqueza de manera poco clara, y nadie se da una discusión moral en estos temas, impera el: si todos roban, si el Estado roba, lo que hacen las familias y los jóvenes es normal.
¿La xenofobia violenta de algunos grupos de rugbiers se distingue de la de los cabecitas?
Todos me dirán que no que ambas son condenables, quisiera ver la lista de condenados.
¿ De que edad hablamos? ¿La edad nos dice algo? .Hoy en día conviven adolescentes que por muchos motivos pasan de los 25 años, viviendo con sus padres y consumiéndose todo y niños de 12 con parámetros de sexualidad, consumo y violencia impensables hace 30 años.
Como docente en los últimos treinta años, he visto avanzar en las escuelas secundarias una desarticulación del aparato “represivo”, lo pongo en estos términos para darles el sentido que la sociedad post proceso le atribuyo a las amonestaciones, suspensiones, pases de alumnos o dejarlos libres. Esta desarticulación fue en paralelo con la desarticulación social y del rol de los padres para la mayoría de los jóvenes.
Son muchos, por no decir la mayoría, los padres ,y acá no hablo solo de padres pobres, que ante un llamado del profesor, preceptor o director de un colegio dicen sin inmutarse que “no saben que hacer con sus hijos”. Es decir arréglense que yo no puedo ponerle límites, si puedo comprarle todo o decirle todo que si. Esta situación llega en estos términos hasta que el profesor, el director, el preceptor y en general los mismos compañeros ya no soportan al joven ni se bancan el corrimiento del rol de ser padres y lo sancionan, allí si aparece, mayoritariamente en la “gente como uno” el rol de la familia del joven y arremeten con denuncias a las supervisiones, la justicia y los mismos gobernadores, en una escalada de amedrentamientos que solo culmina cuando, entre otras cosas: se retrocede ,cuando el juez ordena no innovar o a su vez amenaza al sistema educativo, o lo que es peor cuando el joven en cuestión rompe todas las reglas y le pega a otro compañero de manera brutal, a un docente o hace alguna otra barbaridad.
¿ bajar la edad de imputabilidad de los jóvenes? ¿Se referencia solo a que lo único que importa es ponerle freno a los delitos contra la propiedad privada? ( las muertes, mal que nos pese, son parte del juego natural de estos delitos).
Esa lógica apunta solo a imputar a los que, generalmente los jóvenes pobres, roban con revólveres. Están atrapados por negocio de la droga, o en el mercado sexual.
En general no pagan culpas los grandes ladrones en la bolsa de comercio, en los bancos, en las AFJP ,en la remarcación desenfrenada de los precios de su negocio, en la evasión o elusión de impuestos o en el ennegrecimiento permanente de los salarios que pagan. Tampoco los carteles de la droga o la trata de blancas. Que delinquen individualmente y la más de las veces de manera muy articulada ( no hay narco sin banquero).
Lo primero que debemos discutir es que tipo de sociedad estamos viviendo y si es posible modificar sus actuales pautas de funcionamiento, si no discutimos eso, si hablamos de jóvenes ocultando que son esos jóvenes pobres, si hablamos de familias sabiendo que esa familia en realidad no existe como tal; lo único que conseguiremos es que: los reales ladrones encuentren un nuevo negocio en la construcción y manejo de cárceles para jóvenes, que como en Estados Unidos están llenas con jóvenes negros, acá estarán llenas con cabecitas pobres. Y esas cárceles las diseñará un buen ingeniero, la construirá una empresa del grupo Macri o Techint , la financiará un buen banquero blanqueando plata del cartel de Sinaloa, y será un buen articulo para la revista Viva o una buena denuncia de corrupción del estado para el gordo Zanata.
Rusvi Tahan
1 comentario:
GRACIAS DONALD: El valor del “NO”. Esta situación de los PADRES y no de los chicos, viene dando anuncios desde hace tiempo. Si me permites hacer un poco de historia, por estas latitudes, zona norte del Gran Buenos Aires, el primer anuncio perceptible para nuestra familia, fue la tragedia de Keyvis. Por ese entonces, nuestro hijo menor estaba entrando en la preadolescencia, jugador de Rugby, se llevaba y se lleva el mundo por delante. Justamente para no decir NO, lo llevamos un par de veces a las estaciones de servicio desde donde partían los micros hacia los boliches. Fue “INCREIBLE” ya los chiquitos se empezaban a entonar antes de ir al boliche. Viendo toda esta situación, el debate en la “mesa familiar”, fue aplicar el NO, pero sin utilizar el no por ser los padres y sin justificación, desde el AMOR, que un padre no está preparado para una desgracia con un hijo, admiro a los que se sobreponen a una situación y sacan fuerza para seguir luchando, decía, desde el AMOR, porque te AMO te digo que NO. Entonces, a partir de ese momento de decisión la pregunta ¿Qué hacer?. Nosotros, que habíamos vivido en plena libertad, amaneciendo con nuestros amigos en la esquina de casa, que nuestros vecinos nos cuidaban, que si nos pasábamos de la raya cualquier vecino venía y nos ponía en vereda, que un poco más grandes íbamos a ver el amanecer a la costanera y ya un poco más grandes aún, después de salir con nuestra noviecita ir a desayunar a la Atalaya y volver a casa, nuestros hijos no podían disfrutar de esa libertad del poder hacer y que nosotros como padres tomábamos medidas en contra de nuestro pensamiento. Decidimos buscar en nuestro círculo de amistad situaciones parecidas: Matrimonio, casados, con hijos en edad adolescente, proponiendo que las reuniones se hagan en casa y no fuera de ella. SORPRESA, sólo encontramos UNO. Lo que si nos encontramos fue con “PAREJAS” bastantes “DESPAREJAS”: Algunos casos. ELLOS más que cuarentones separados, conviviendo (en el mejor de los casos) con cuarentonas separadas en donde estaban, NUESTROS hijos (los de la nueva pareja) LOS DE ELLA (con su pareja anterior) y los de ÉL (también con su pareja anterior). De ahí en más las combinaciones que entren en la imaginación. Aquí, el otro tema que se tuvo que charlar en la mesa familiar, NO ENCONTRAMOS FAMILIAS que tengan una “situación” similar, el NO desde el amor. El común de la situación con la que nos encontramos fue justamente el si.
Pero por desgracias sobrevino CROMAGNON, que nosotros le llamamos KROMAGNON, en memoria de Keyvis y por lo que explicaba en los párrafos anteriores, era una desgracia anunciada, no esperábamos esto, pero si un accidente con 20 chicos muertos en un micro que los llevaba a los boliches. Y cómo dice un padre de una víctima de esa desgracia, Mientras combatir un incendio sea apagar con agua para resguardar que no se destruya la propiedad, los VALORES de esta sociedad se encuentran totalmente en crisis. Lo primero sería pensar en las personas, lo explico por la dudas que no quede claro, haciendo salidas “seguras” libres de humo, que las construcciones tengan un núcleo seguro libre de humo para poder salvar vidas, salidas presurizadas.
Hace poco tiempo en nuestro club, falleció un chico de M17 ¿sabes que auto le habían dado los padres?. HONDA CIVIC. El chico se dio la piña a alta velocidad contra un paredón y nuevamente la charla en la mesa familiar. ¿Qué les pasa a los papas de los niños ricos que le dan una arma de semejante calibre?. ¿No le pueden decir que NO?, no puede ser un Mehari, un Fitito, un Citroen, un 147? ¿Tiene que ser un Honda Civic?
¿Ha quien hay que imputar cuando un niño que no puede acceder a un estándar de vida como la que relato, casi “privilegiada”, que sus padres quizás, nunca tuvieron un trabajo formal. En realidad “nosotros” la sociedad en su conjunto, hemos decidido, que como un joven niño “somos inimputables”. A los que creemos que nos queda un poco de tiempo, a ponernos los pantalones largos y luchar por la abolición del NO CON AMOR POR EL SI CON SEGURIDAD Y TENER UN CONCEPTO SOLIDARIO. UN ABRAZO
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