jueves, 12 de abril de 2012

La violencia y su cara económica


Decía en mi pequeño escrito anterior que la violencia tenía varias caras, una de ellas, sino la más importante, es la situación económica. Hoy me apartaré del caso Trelew para intentar una vista mas general.

Salvedades obvias: la situación económica actual es mucho mejor que hace 10 años, eso sin duda, las estadísticas señaladas diariamente por el gobierno nacional, así como consultoras privadas no alineadas con él, lo reflejan .

No obstante día a día percibimos que esto tiende a deteriorarse, razones, varias, enumero:

Es evidente que la situación mundial se ha complicado, el capitalismo financiero desde hace unos años esta dando muestras de quelas crisis periódicas, otrora producidas luego de varias décadas, se han acelerado en periodicidad y por efectos de la globalización financiera especulativa repercute inmediatamente en todo el globo. Disgresión : algunas voces advierten que el multibillonario auxilio estatal a los bancos, dado tanto en la Argentina de Duhalde-Lavagna como en la Europa de Merkel, como en los EEUU de Obama, es parte del mismo ciclo de toma de ganancias y de ajuste interno con una nueva toma de ganancias y así la timba se recicla de vuelta. Con solo un pequeño grupo de ganadores y una masa enorme de perdedores.

En la Argentina este fenómeno viene pegado al aumento, aparentemente beneficioso, de los alimentos en todo el mundo. Pero el problema es que el aumento es más fruto de la reubicación de los capitales financieros que de las demandas reales de alimentos, los pobres del mundo no pueden pagarlos y siguen cagandose de hambre. Que quiero decir con esto, los financistas, ya agotaron sus dibujos de hipotecas, préstamos prendarios, valorizaciones accionarias, etc.etc.

Agotado ese juego han decidido trasladar esos flujos financieros a nuevas formas de inversiones de alta rentabilidad como la minería a cielo abierto, las zonas turísticas más rentables, las tierras con los espejos de agua más puros, etc. Todo eso conocido, por nosotros los patagónicos, de sobra. Pero, y esto es lo novedoso, también decidieron invertir en comprar, como reserva de valor y ganancias aseguradas, comida a término, es decir comprar cosechas de todo tipo anticipadamente - conocidos como “mercados de futuro”- Segunda digresión: esto es lo que jodia en la 125, anulaba esa rentabilidad recontrapotencial al autoajustarse l precio internacional las retenciones. Lo que ha generado un aumento enorme del valor de los “commodities” alimenticios ( trigo, soja, maíz, etc.).

Por desgracia Argentina tiene de ambas cosas y entonces está siendo afectada por este fenómeno. Pues lo que producimos podemos venderlo todo y se generaría el absurdo de que no tendríamos, ni tierras, ni agua, ni comida para nosotros mismos.

Como una forma de mantener el poder adquisitivo, a partir del 2003 el gobierno K buscó que se despegaran las tarifas de servicios del ´90 menemista de esa relación con el dolar, es decir se pesificaron, y además se las congelo, pasados ya 11 años de la gran devalueta las tarifas no responden a la realidad y, menos aún con un enorme aumento del consumo popular de energía y combustible, generado por esa mejor situación antes señalada. Por endeel gobierno gasta una enormidad en subsidios, y eso no puede sostenerlo.

En relación a la política de precios de alimentos, la estrategia general del gobierno K. fue negociar con los grandes grupos económicos para evitar subas desmedidas y una confrontación con ellos. Para simplificar Moreno arreglo precios con los Supermercados o los grupos oligopólicos de ventas. Eso está llegando a un límite. Estos grupos no quieren perder nada de sus ganancias y trasladan los precios internacionales al mercado local.

Bueno entonces el gobierno, no sabemos muy bien si buscando corregir esta situación, ha planteado la denominada “sintonía fina ”.

En un aspecto la sintonía fina apunta a reducir el subsidio a los que tienen buena renta ( hasta hace 1 mes subsidiábamos a YPF) y mantener solo los deficitarios o de impacto al bolsillo de los mas pobres

En otros aspectos, quiero creer que hay otros aspectos para tanta propaganda de sintonía fina no está claro que significa, ni a quien afectara. Aunque todos los sectores de poder en el ámbito económico han reaccionado tomando precauciones. Los sindicatos temen que la sintonía fina sea en los salarios y en las obras sociales. Los grandes grupos temen que les pase como a YPF. Como la Argentina tiene solo 200 empresas formadoras de precios y estas a su vez están “cartelizadas” tanto para la compra como para la venta, se ponen de acuerdo en pagar los precios que se le ocurren y en aumentar sus precios como se les ocurre. Para dar un ejemplo actual hay 4 o 5 yerbateras y la yerba se fue a las nubes. Y Yahuar dice que sobra yerba pero la yerba no aparece diría mi abuela. La situación de aumentos, sin hablar técnicamente de una espiral inflacionaria, se generaliza.

La cadena comercialización al público también está concentrada, por esos mismos 200 tipos o por otros pocos, un lote de no más de 10 grupos económicos manejan las cadenas de supermercados. Como localmente hace La Anónima, estos grupos manejan la comercialización con stoks limitados, a diferencia de otras épocas, y si tienen se “cubren” reteniendo la mercadería que aumenta o presumen que aumentará, forzando o un aumento o que el gobierno intervenga sobre los productores ( pequeños o grandes, primarios o secundarios, a La Anónima le da igual mientras no sea contra ella, pero como sospecha que finalmente le llegara el sogazo , por formación de sus dueños, su historia y sus gerentes, también juega en el partido de los malos).

Mientras que el gobierno nacional y los locales, imbuidos aun por los imperativos neoliberales, no creen necesario tender el abastecimiento de la población, o no tienen ni los expertos, ni los mecanismos para hacerlo. O lo que sería peor no notan todavía el malestar. De tal suerte que vemos las góndolas de yerba o aceite llenas de paquetes de azúcar, que hasta hace dos meses se vendían de 1 por cabeza. ¿ Se acuerdan? Acá en la Comarca Andina cuando los pequeños productores familiares querían hacer dulce les sacaron el azúcar de las góndolas y se la aumentaron.Recordemos que hace casi un año se discute un mercado concentrador para Trelew y aún esta verde.

Por otra parte los intendentes ponen trabas al ingreso de otras formas de comercialización en algunos casos como los camiones que viene de Mendoza con “frutas y verduras para todos”, acá en la zona no pueden entrar al Hoyo por ejemplo, presionados por los comerciantes locales, en otros casos la legislación bromatológica, armada en función de los supermercados impiden las ferias de productos locales frescos, incluida la carne. Cualquiera que vea un rato el Canal Gourmet, verá las ferias callejeras en ciudades top como Paris, pero no, acá todo tiene que estar azulejado, eso le cierra a La Anónima. Es decir el sistema está mal y nadie lo corrije.

Esto que implica: para los sectores asalariados una baja en sus salarios vía mayor costo de alimentación y servicios. Pero en los sectores marginales implica volver rápidamente por debajo de la línea de pobreza, es decir vuelven a estar subidos al tren de la marginalidad.

Lo que sucede es que hoy los jóvenes de esos sectores vía las autopistas de la información comparten los códigos de consumo de los ricos, les muestra lo que les a tocado a ellos, y lo que les ha tocado a los otros, en particular con los ídolos públicos ( Messi, Maradona, Ginobili, Tinelli). Así mientras las perspectivas realistas de una vida satisfactoria divergen de forma abrupta entre unos y otros, los símbolos de la vida feliz tienen a converger en el consumo. Yo quiero consumir y tener lo mismo que los ricos. Como esto es imposible económicamente, la economía diferenciada entre los sectores es una invitación a la violencia.

Resumiendo si no se atiende la creciente conflictividad entre la realidad de los ingresos entre unos y otros y no se busca reemplazar los patrones de consumo inducidos por el mercado por patrones más realistas, inclusive para toda la clase media y baja, no solo de los “marginales”, y se mantiene la visión de una economía tan distorsionada, que solo evalúa patrones estadísticos que terminan resultando engañosos nos llevará a un espiral de violencia. Y como diría Lord Keynes en el mediano plazo estaremos en el horno. Algunos más cerca del fuego y otros, los menos, de la puerta.

Rusvi Tahan



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