martes, 13 de noviembre de 2012

Algunas ideas sueltas sobre la marcha del 8 de noviembre y proyecciones de Internet.




Eran los tiempos de los “independientes”, el del progresismo que siempre tuvo la irritación más fácil con el que se le parece mucho que con el que no se le parece en nada. Dice un periodista.
Eran los tiempos de los periodistas conversos, aquellos que eran progres, pero que desafiados a pensar, desafiados a sostener sus inventivas taquilleras, sus bolsillos, en suma, aumentan la apuesta a como de lugar, así pasan de escribir un libro sobre los “Dueños de la Argentina, como Majul, a defenderlos a ultranza. O desafiados a dejar de ser “los intelectuales” pasan a agraviar a subestimar como la Sarlo. Digo yo.
Bienvenidos a la militancia. Dice Sandra Russo.
La militancia en mi época implicaba que estar encabezando la marcha era un signo de prestigio, todos queríamos llevar los trapos y ser los lideres o estar cerca de los lideres. Acá no había líderes, que quisieran llevar la bandera lo importante era que no me visibilizaran en la multitud. La confesión de que la marcha era antipolitica y ellos tampoco eran bienvenidos.  Dice un humilde periodista local de El Bolsón con un poco de buen sentido.
El escocés John Holoway piensa que hay un nuevo tipo de  revoluciones, las que quieren cambiar las cosas sin  la toma del poder del Estado, que lo importante es realizar acciones de antipoder contra el estado Capitalista. Si viniera a la Argentina el 8N sería su Némesis, la versión de la revolución de las clases medias pedorras, que alguien haga lo que ellas quieren sin calentarse en ponerse los zapatos de jefe, así, en un descarnado capitalismo, ellas siguen atendiendo sus pymes y viajan por el mundo o se gastan todo el tiempo en imitar los gustos de los ricos.  Digo yo.
Abdul: “mira esto ya es un proceso lanzado, las redes sociales son tanto armas de manipulación, de mentiras como de comunicación y libertad, ya son parte de la política socialmente construida, no existe más la inocencia de las redes, si es que alguna vez hubo algo así.”
Esto me decía mientras yo leía asombrado, en Publico. es,  que: “ En "La Cueva", una sala secreta del cuartel general de campaña demócrata en Chicago, se estableció la mayor maquinaria electoral cibernética jamás construida en EEUU. El éxito de sus operaciones a través de las redes sociales es innegable. Obama triunfó en casi todos los Estados en especial en los llamados bisagra, es decir aquellos que según su votación modifican la tendencia.
Como lo definiría al día siguiente el Financial Times, se trataba de "la mayor maquina política construida jamás en EEUU, con delegaciones establecidas durante más de un año en los estados decisivos y apuntalada por herramientas digitales pioneras". Lo que estaban haciendo secretamente aquellos nerds en su cueva era convertir la estrategia presidencial -hacer palanca sobre la nueva realidad demográfica de EEUU- en un poderosísimo ariete informático capaz de manipular las redes sociales en beneficio propio.
Primero, esos ciber-investigadores se dedicaron durante 18 meses a unificar todas las bases de datos que emplearon los diversos equipos de campaña de Obama para arrollar a McCain en su histórica victoria de 2008. De ese primer esfuerzo titánico surgió una colosal database que combina todas las listas de donantes, las recogidas por los encuestadores, las manejadas por los voluntarios en cada uno de los estados y condados, las de los ficheros del Partido Demócrata, las recopiladas en las redes sociales sobre los que especifican sus preferencias políticas y, en la cúspide de esa gigantesca pirámide de información, las de electores indecisos en cada uno de los swing States, los estados basculantes cuyos votos deciden quién será el presidente. Así se construyó un megacerebro artificial digno de Star Trek que cruza, compara, verifica y corrige continuamente hasta el último detalle personal de cada potencial votante.
Los técnicos dedicaron supercomputadoras a testear los perfiles de decenas de millones de electores
Después, ya armados con ese tremendo arsenal de conocimiento, los técnicos dedicaron sus supercomputadoras a testear los perfiles de decenas de millones de electores, con programas informáticos de predicción de los diferentes estímulos que podrían impulsarles a apoyar a Obama. Tres cuartas partes de los factores introducidos en los ordenadores eran básicos: edad, sexo, raza, zona de residencia, nivel de ingreso, inclinaciones políticas, historial de participación electoral... Pero todo ello se completó con sus perfiles de consumo, de aficiones, de preferencias, de círculo de amigos... y allí se descubrió la clave de la victoria: Facebook.”
Abdul me hablaba mirando por la ventana, Rusvi acá ya se hizo, en tibios ensayos si vas a comparar, acordarte de Macri y su campaña, dirigida por Durán Barba, para destruir a Filmus por judío y padre chorro.
También la marcha por 6,7,8 se lanzó en una convocatoria vía facebook hace un año y pico, y hoy los llamados al 8N se hacen primero por ese medio. La gente esta más tiempo en la compu que en la cama, tiene una nueva amante, más barata y menos peligrosa, bromea Abdul.
El esfuerzo por la lucha cultural se agiganta día a día, y como en muchas otras cosas nos exige mucho “nucleo de buen sentido” y poco sentido común, continúa.
¿Que queres decir? pregunte. Y que el sentido común me dice ¿por que no puedo comprar dólares si este es un país libre? y el núcleo de buen sentido me dice: cada vez que el dólar fue barato y fácil de comprar nos fue para el orto.
Rusvi Tahan



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