martes, 27 de noviembre de 2012

Escribiendo sobre lo obvio



Cuando la semana pasada me pregunté sobre ¿Por qué marcharía yo a peticionarle al gobierno?, entre mis razones para marchar estaba la de avanzar en la reforma judicial. Esa posición la vengo sosteniendo en mis escritos consecuentemente.
También vengo sosteniendo la necesidad de eliminar todo resabio de neoliberalismo o peor aún, porque no es solo el neoliberalismo, es decir no es un fenómeno solo de los últimos 30 años, sino de capitalismo carnal, de la legislación financiera.
Ambas posiciones son parte de mi utopía, tanto más utopía desde el momento en que tanto la introducción del derecho romano, con su concepto de propiedad, como el crecimiento de los mecanismos financieros están, si aceptamos la opinión mayoritaria de los historiadores, en la génesis del capitalismo como sistema.
Y hoy retomo el tema pues los dos  hechos más relevantes del día viernes están relacionados con la justicia ( el fallo del juez Griessa y la denuncia de Clarin) ,y la noticia que había decidido la semana pasada que sería mi nota del blog de hoy también, asi como de los mecanismos financieros.
Saben los lectores que prefiero no tomar los temas de agenda  que se imponen por los medios, ni las efemérides,  prefiero o anticiparme, cosa poco probable, o dejar un par de días que decanten, para leer todo lo posible y seguir finalmente un intento de síntesis propia.
Empiezo entonces con lo que hoy quiero tratar, se trata de la legislación que permite que una persona endeudada con garantía real ( léase hipoteca o prenda) que haya pagado un monto importante de su deuda, si por algún motivo no puede pagar, no le alcanza con devolver el bien en cuestión sino que queda a merced de la arbitrariedad de los bancos, y si estos, o sus testaferros, venden el bien a un valor menor que la deuda, los banqueros, sin hesitar, le reclaman la diferencia y lo mandan preso. O, lo que es lo mismo, lo siguen embargando cuan vampiros hasta sacarle la última gota de su trabajo.
He tomado la noticia de España, los medios allí explican que:La banca sólo ha aceptado el 3% de la daciones en pago con el Código de Buenas Prácticas
De 278 casos resueltos en los tres primeros meses desde la entrada en vigor de la normativa, sólo ocho se han solucionado con la entrega de la vivienda. El 81,3% de las solicitudes fueron rechazadas por no cumplir las condiciones.”
A diez años de gobierno popular y ya evidentemente fuera del infierno que nos anunció Nestor K, a juzgar por las movidas turísticas en los fin de semana largos, los precios de alquiler de temporada y el nivel de las nuevas demandas sociales al Estado, una cosa se mantiene incólume y es que rigen las mismas condiciones bancarias  en la Argentina que se impusieron con los militares. Regían para todos en la época de la triste circular 1050, donde, y eso era peor, los créditos se ajustaban por una fórmula que surgía de lo que los bancos argentinos pagaban y cobraban de tasas, es decir el deudor estaba a merced de que los bancos aumentaran lo que quisieran sus tasas, total siempre indexaban la deuda, ergo no había mecanismos reales de mercado, sino una polinómica arreglada ad hoc.
Y se mantienen aún, voy a darles un ejemplo que conozco de primera mano, pues lo sufrió un amigo y yo personalmente llevé el coche a Neuquén para entregarlo al banco donde estaba prendado. Si cualquiera de nosotros compra un auto y entrega de anticipo el 33 % del valor , y para el saldo firma un préstamo a pagar en  48 meses, paga, pongámosle, 12 cuotas religiosamente, es decir paga casi el 19 % más del bien. Con lo cual casi cubre el 50% del valor, y ante una crisis,  sin que pase mucho tiempo, lo devuelve porque llega a la triste conclusión que no puede seguir pagando, lo más probable es que el banco le diga que el remate solo cubrió el 75% del saldo y que debe seguir pagando. Eso si jamás, como le sucedió a mi amigo, le manda una liquidación final clara de la operación total. Es que al momento de la entrega del vehículo le exige entregar el auto firmando previamente un papel que dice que esa entrega no garantiza el fin de la deuda. Como el deudor quiere, porque es honesto y esta superado, sacarse el problema de encima lo firma y entrega el coche, meses o, peor aún, años después recibirá un atento llamado de una joven y luego una carta explicándole que aún debe un montón de guita.
Esto es igual con las viviendas. Y es igual en todos lados, pues en Ecuador el presidente Correa, a su regreso de la cumbre iberoamericana, y consultado por el problema de las ejecuciones hipotecarias, señaló, con honestidad, que ese tema es una deuda de su gobierno, porque en Ecuador la legislación es la misma que en España.
Es  decir sin reforma financiera y devolución del sentido social de las viviendas únicas y protección de los deudores hipotecarios o prendarios, la banca es dueña y señora de nuestras endeudadas vidas. Y los banqueros no hacen ningún esfuerzo por hacer las cosas mejor sino por encontrar los mecanismos para ganar más plata sencillamente.  Por eso te mandan por correo cada mes una tarjeta de crédito nueva.
Acá,  en Chubut, se demostró con la Megacausa que durante años el Banco del Chubut fue incapaz de cobrar sus deudas, financió a empresas y mutuales a tasas enormes y sin garantías reales, fabricando refinanciaciones que le daban números excelentes, a cada refinanciación y por un mecanismo de prestidigitación contable, el deudor aparecía pagando y asumiendo una nueva deuda, mucho mayor, por intereses devengados punitorios y “gastos”. Este circo como todo el andamiaje neoliberal se cayó en el 2000 obligando a cerrar el Banco del Chubut porque no existía más, y a que la gente cobrara sus sueldo en mesitas puestas en la calle, plazas, escuelas, etc., se acuerdan o ya lo mandamos a la papelera.
Lo sufrió el mundo con las securitizaciones de subprimes, es decir para los que quieren palabras fáciles, casa entregadas con hipotecas a deudores que se sabía de antemano que dificilmente pudieran pagar ( es decir sub), y esas hipotecas se aseguraban ( securitizaban)  vendiendo bonos en todo el mundo, con su garantía ( la de casas entregadas que no se podrían pagar,  en el mercado mundial, y siguiendo día a día engordando una bola que terminó en el 2008 y continúa arrastrando al mundo hoy.
Este tema esta como decía atado a las regulaciones financieras y a la justicia, pero sobre esa señora haré hincapié el jueves, allí veremos lo de Griessa y analizaremos otros casos mundiales que están estallando.
Rusvi Tahan

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