Me preguntaba, leyendo sobre el cacerolazo “espontaneo” del 8 de noviembre y o el “paro nacional” del 20 de
Noviembre, y si amigo lector encomillo mis convicciones, uno no fue espontaneo
y el otro fue un gran piquete sindical-patronal con apretadas al estilo del que
le fueron armando a Allende. Sostenido en la seguridad de que el gobierno no
reprimirá, no era la “resistencia peronista” del 60. Ya los quiero ver
gobernando a los que salgan beneficiados por esto, lo quiero ver a De la Sota,
a Macri, decía, perdón por la digresión, si yo no tenía cosas por las cuales marchar para reclamarle al gobierno. Y más
importante aún, me preguntaba si la movilización no es un elemento necesario
para mantener en alto la dirección correcta de un gobierno popular.
Ambas respuestas son un “si”.
Lo primero es lo primero, ¿que pediría en una marcha?, o
mejor aún, ya que no da por ir solito marchando, no soy Cafrune, ¿a que marcha
me sumaría?, y, a la que pida:
Rediscutir un nuevo sistema tributario.
Exigir que derogue y se escriba una nueva Ley de entidades
financieras.
Reformar el Código de Minería
Modificar algunas
pautas del “modelo” de desarrollo. que
son claramente “mineras”, entendiendo esto como explotación intensiva y
destructiva de un recurso, tanto en la minería como en la agricultura, como en
el turismo, por la forma de tratar a la madre tierra.
Reformular la carrera burocrática- administrativa del Estado.
Reformar la constitución.
Avanzar más aún en la depuración de la justicia.
Intervenir en la
formación y organización de los servicios de seguridad nacionales y
provinciales.
Cerrar las agencias de seguridad privadas.
Este rosario que podría seguir con bastantes cuestiones más, la nota no da para tanto, es
inconcluso si no se explicita que se pide detrás de la consigna, y allí está el
problema mayor.
Las consignas unifican hasta que se escribe la letra chica y
se muestran los intereses en juego.
Cuando hablo de rediscutir el nuevo sistema tributario, ¿que
quiero?, Quiero que se revea el criterio
de la 4ta categoria, que se cobre a las transacciones financieras, que se grave
más al capital, que se reduzca el IVA de la comida, que se persiga a los
evasores más aún, que se eviten las elusiones impositivas.
Pero convengamos, ya allí me voy quedando sin tantos amigos.
Por lo menos los que tienen negocios que la juntan con pala y son
monotributistas, no me siguen, los banqueros menos, los poolistas de siembra de
soja menos.
Ya que hablamos de los banqueros ni hablar de que vengan a
pedir una reforma a la Ley de Martinez de Hoz y que, además, se investigue un poquitín
el origen de sus ganancias.
Gioja, y otros tanto del norte como de acá no vendrían a
pedir una reforma al código de minería.
Los de la soja no vendrían a acompañarme a pedir que se
cambie el modelo minero-sojero.
Casi nadie vendría a solicitar una reforma de la
constitución, para pedir conmigo que se restituya la propiedad del subsuelo a
la Nación por ejemplo. Todos me dirían “es
para la re-re”, y lo demás queda sepultado.
A la burocracia estatal, llena de lugares de privilegio, se
alimenta a sí misma con cada cambio de gobierno, generando una gran cebolla sin
sustento, ¿quién la cambia?. Porque hay que cambiarla si queremos un mejor
país, no eliminarla para que se “tercerice” como quieren los neoliberales.
A la justicia, que es corporativa, amiguista y mayoritariamente
de clase, no porque capte a los bogas ricos, sino porque los bogas pobres,
muchas veces, quieren ser como los ricos o se pegan la cabeza contra las
paredes de la corporación “capital-judicial”. A esa justicia donde algo se hizo
en estos años, quién le termina de poner el cascabel.
Bueno como verán ya me quede sin ñoquis históricos, sin
militantes rentados y sin abogados truchos.
Los trabajadores honestos de las agencias de seguridad
privada no vendrían con razón, y los otros ex , que son los expulsados o rémoras
o doble propósito, de las fuerzas de seguridad oficiales, tampoco.
Igual sin toda esa gente, seguro que la marcha aún tendría
público, para exigir compromiso, y
quizás como en la década del ´70 , movilizarse para ir por más. Queremos más.
No cosas, no TV, Plasmas, Movicoms, etc, sino políticas de cambio. Que se de
una discusión sobre crecimiento, consumo, etc.
Para ello es necesario movilizar al pueblo, ponerlo en
discusión. En cada cosa habría que armar un programa participativo como el de
la ley de medios y estructurar un diseño de políticas públicas. Propiciar que
ganemos la calle es necesario, si no nos
movilizamos, la tendencia a la satisfacción tanto del conjunto social, como del
propio gobierno y la autocomplacencia crecerán.
Es tensionando, incomodando donde podremos encontrar los
caminos que nos faltan.
Pero y acá me vuelvo a preguntar : ¿ esta preparada nuestra
sociedad para este camino?.
Quizás no. Como
evitamos la nota del día, como hacer que, como era hace 3 años, el tema no sea
la Crispación gubernamental en su enfrentamiento con los multimedios, el campo,
etc. O evitar el eslogan de hoy “el autismo” del gobierno ante las “ demandas “
de la sociedad. ¿Cuáles demandas?. ¿ El queremos preguntar?. ¿que quieren
preguntar?, que no sean temas de corrupción, real o inducida, para sospechar
siempre sobre el gobierno popular, sobre cualquier gobierno, para que así los
verdaderos corruptos, con la luz apagada, siempre sean pardos. O que a mi no me
cobren más impuestos, o no respete ninguna norma, porque son “todos truchos”.
Que no sea que únicamente se mueva el mínimo del impuesto a
las ganancias de la 4ta categoría o se derogue o se pueda comprar dólares.
No mis demandas son las que escribí, junto a las que reescribí
luego de manera aclaratoria y estas generaran más tensión, pues el capital
reaccionará si le tocan la minería. El capital reaccionará si le tocan la soja.
¿Qué pasa si las empresas que eluden al fisco son igualmente castigadas?, por
ejemplo con una campaña publicitaria que explique su comportamiento y se le
solicita al pueblo que las castigue. ¿El
castigo moral, es posible en la Argentina? .La elusión es un tema grave, pero
solo permite castigo moral, pues el que eludió ya zafó hasta que la ley mejore.
Por ejemplo yo castigue moralmente a Clarín por haber
comprado Papel Prensa a gente indefensa, sin poner plata, por haberle hecho la
guerra a Alfonsín, por haber condicionado a Menem para que lo beneficie y a Kirchner
igual, pues tengo memoria y se que Nestor días antes de la elección de Cristina
le prorrogó los beneficios por un montón de años. Todos bajo coacción. Yo no lo
compro más. ¿Quién me sigue?. Muchos, aún no los suficientes.
Yo no veo más TN, ( de paso a Majul, Longobardi, Grondona,
Feimann) cuando compruebo la mentira permanente de sus encumbrados y prósperos periodistas,
quién me sigue, muchos, pero no los suficientes.
Bueno cerremos, ganar la calle para ir presionando por
mejores políticas públicas es un deber, encontrar la letra chica más justa y
más amplia es una construcción colectiva, las marchas exigen más que el
enunciado, exigen trabajar el “núcleo del buen sentido social”. Sin las
marchas, con la quietud, nos quedamos parados y nos morimos de frio.
Rusvi Tahan
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