lunes, 19 de noviembre de 2012

Ñonos bien de apellido




Hace muchos años, creo que era el gobierno de la Alianza, fui, en un viaje a Buenos Aires y de puro cholulo quizás, a visitar a un amigo diputado. El correntino Jorge Giles, estaba de diputado por Buenos Aires, pero lo escuchabas hablar y era correntino, además de morochazo.
Me invito a unos mates en su despacho, que no estaba en el edificio principal, sino en un anexo por Combate de los Pozos, un edificio viejo y medio arruinado. La cana de la puerta hizo caso omiso a mis pantalones a media pierna, estaban prohibidos en el congreso, por el principal no habría pasado, pero allí sí.
En esa época, Jorge,  estaba embarcado en desnudar los desfalcos de María Julia Alsogaray, uno a uno. Bueno, le dije, Jorgito es una HdP y hay que mandarla en cana, ¡esta bárbaro!.
El me miró y me dijo: si, es cierto, pero bueno, ella es un apellido del poder, ella es poder, no se si entendes. Yo en esta me juego pero soy consciente que cuando vuelva al llano quedaré expuesto a sus abogados, sus contadores, a la justicia de clase, en suma, a todo lo que el poder real en la Argentina significa.
A que viene esta pequeña remembranza, a que hoy quiero por un lado resaltar que está acusado formalmente y puede ir en cana, como Mery Juli, alguien aún más poderoso, un Barón del norte, el Zar del azúcar el mismísimo Don Pedro Blaquier, casado con la heredera de quienes eran los dueños originarios del Ingenio Ledesma los mismísimos Arrieta.
Es que un Juez tucumano, un tal Poviña en su fallo incriminando a Blaquier, señala que, además del apoyo intra e interinstitucional “con el que contaron las fuerzas de represión para arrebatar la representación política, los militares a cargo de los sucesivos golpes de Estado fueron apoyados, y se beneficiaron, con la colaboración activa de los mayores grupos económicos del país”. Continúa: “La política económica y la política represiva estuvieron, entonces, íntimamente relacionadas. Así, no resulta sorprendente, a esta altura del análisis, que aquellos militares que participaron en los sucesivos golpes de Estado, y asumieron como ministros o funcionarios públicos, fueran luego de su retiro contratados por las grandes corporaciones, como lobbistas o asesores”. Ledesma se llama Martínez de Hoz; se llama créditos de los militares que la favorecieron; se llama haber liquidado los ingenios azucareros del norte para nuclearlos en Salta y Jujuy. (Cftr:  Aliverti, E. Página 12 . digital, 19-11-12)
Y, como se que al medio pelo le gusta mucho saber de ellos, de los ricos e ilustres, que son un poquitín diferentes a los ricos y famosos, comprar la revista Hola y pensar que aquí como en España a los grandes de España, a la nobleza se la respeta, la envidia y se quiere ser como ella, me metí a buscar noticias con apellidos. El medio pelo es como un amigo que se gasto todo para que su hija fuera a la Universidad Austral, allí tendría los contactos necesarios para avanzar.
Inicio esta parte con  Osvaldo Bayer, para que entendamos lo del poder.
La llamada «Conquista del Desierto» sirvió para que entre 1876 y 1903, es decir en 27 años, el Estado regalase o vendiese por moneditas 41.787.023 hectáreas a 1843 terratenientes vinculados estrechamente por lazos económicos y/o familiares a los diferentes gobiernos que se sucedieron en aquel período. Sesenta y siete propietarios pasaron a ser dueños de 6.062.000 hectáreas. Entre ellos se destacaban 24 familias patricias que recibieron parcelas que oscilaban entre las 200.000 hectáreas de los Luro a las 2.500.000 obtenidas por Martínez de Hoz... la concentración de la propiedad se fue acentuando y hacia la década de 1920, concluido ya el proceso de formación de la propiedad rural, solamente 50 familias eran propietarias de más de 4 millones de hectáreas en la provincia de Buenos Aires... Los ganadores se quedaron con las tierras. El general Roca mismo recibió 65 mil hectáreas como botín de guerra. Hubo campos para los otros generales y oficiales y para los estancieros y comerciantes que habían financiado la matanza.

No me interesan los 1873, me interesan las 24 familias, ellas, a través de diversos clubes, el Progreso en su época, el Joquey después y los que fueron inventando, además del SIC y el CASI, el San Fernando etc., y en años más recientes la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas, para verse sin la chusma y seguir haciendo negocios. Que de eso se trata, solo de negocios. Se mantuvieron en contacto, manejando buena parte de los hilos de nuestra sociedad.
Imagínense como se diferencian si en su  espíritu de cuerpo, y anticipándose al enjuiciamiento de Blaquier, previendo quizás que les toque a ellos, si lo de papel Prensa prospera, lanzó a los Mitre a jugarse “Hay una elite de este país que piensa de una manera y una clase baja que no se informa, no escucha, no toma conciencia y sigue a la Presidenta. Cuanto menos cultura hay, Cristina obtiene más votos”. Esas  palabras le dijo el director del diario La Nación, Bartólome Mitre a la revista brasileña Veja.
Que hay una elite ya lo sabemos, ahora ¿somos conscientes de su importancia, la de la vieja estirpe, o pensamos que se han retirado, caído, etc.?
Miremos un poco 1975, los milicos dan el golpe, pero quienes manejan los hilos :
Los conspiradores civiles del Grupo Perriaux –juristas, economistas, abogados y empresarios– intentaron inicialmente tomar contacto con la Armada, tradicionalmente más gorila y liberal que el Ejército. Pero Massera no era un tradicional integrante de la “valiente muchachada de la Armada”, y Videla era ultraliberal en materia económica. Fue Miatello el que le presentó a su jefe, a algunos de los integrantes de aquella cofradía de civiles golpistas que se convertirían en los Chicago Boys.
El Grupo Perriaux era hijo del Club Azcuénaga, que se reunía en una casa de esa calle porteña, cedida por el terrateniente Pedro Blaquier al coronel de caballería Federico de Álzaga, un descendiente de una familia patricia que fragoteaba allí con civiles. Coordinado después por el “Francés” Perriaux , el cenáculo proporcionó a la dictadura a su primer y segundo ministro de Economía, Lorenzo Sigaut; al jefe del Gabinete de asesores de Joe, Luis García Martínez, al secretario de Agricultura, Mario Cadenas de Madariaga; al ministro de Comercio e Intereses Marítimos de Roberto Viola, Carlos García Martínez; al secretario de Energía de Videla, Guillermo Zubarán; al secretario de Hacienda, Horacio García Belsunce y a docenas de funcionarios.
El Grupo Perriaux no era el único círculo de confabulados. El Club Demos le dio a la dictadura el número dos del Ministerio de Economía, Guillermo Walter Klein, que ocupó el cargo de secretario de Coordinación y Programación Económica; el presidente del Banco Central entre el ’76 y el ’81, Adolfo Diz; el secretario de Comercio, Alejandro Estrada; y el secretario de Hacienda entre el ’81 y el ’82, Manuel Solanet. En La Plata operaba otro grupo fragotero que integraban el que fuera luego ministro de Justicia entre 1978-1981, Alberto Rodríguez Varela; quien se convertiría en ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Jaime Smart; y el que sería ministro de Obras Públicas de esa provincia entre 1976 y 1981, Raúl Salaberry. Por supuesto que no se trataba de compartimentos estancos, más allá de contradicciones memores, los grupos de conspiradores compartían el mismo ideario y los mismos salones sociales, en los que intercambiaban información sobre la inminencia del golpe militar. El 24 de marzo de 1976 todos tocaban la misma música con una coherencia inusual. ( Verbytzky, H. Pagina 12 del 12/11/12)
Alli, sacando algunitos apenas,  tenemos mayoritariamente 200 años de historia Argentina.

Tambien Verbytzky nos da pautas de los negociados con Tierras no ya del siglo XIX, sino del XX:
En agosto de 1947 José Carlos Pacheco Alvear, descendiente del general Pacheco y del Director de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1815, Carlos María de Alvear, le vendió al Estado Nacional 511 de esas hectáreas. La compañía telefónica estatizada por Juan D. Perón ocupó 123 de esas hectáreas, en 1948. Siete años después la Radio Nacional instaló en otras 73 hectáreas del predio sus antenas retransmisoras para todo el país. En 1984 el gobierno del presidente Raúl Alfonsín cedió otras 82 hectáreas a la Armada, para el entrenamiento de sus oficiales en una actividad propia de la defensa de la Patria en el mar: el golf.
/Como eran tierras de Entel las 123, pero con un pase de baile Mari July metió las de Radio Nacional también, se transfirieron a las telefónicas y estas las vendieron./
Los compradores fueron Pentamar S.A. y María Victoria Hueyo de Anchorena, quien manifestó actuar como “gestora de negocios” de Ospen S.A. y en representación de sus hijos. (María Victoria Hueyo Rodríguez Alcorta se casó con Julio Jorge Born Frías, hermano de Juan y Jorge Born con quien tuvo esos hijos, Julio y Victoria Born Hueyo. Luego de enviudar Hueyo se casó con Alberto Arturo de Anchorena Udaondo).
Y luego se las cedieron a Eidico S.A., en dos escrituras, bajo la figura del fideicomiso y por 5 años. Su titular era y es Jorge O’Reilly Lanusse, de 43 años, casado con Marcela Beccar Varela.  Para un desarrollo inmobiliario.
Hace poco salió una foto del actual gobernador de Neuquén con O´Reilly en La Angostura, seguro en otro “desarrollo”.
Mi madre, que siempre supo donde estaba parada me decía y me dice aún cuando se me ocurre una idea deshubicada ¿ que te crees, que sos hijo de Mitre? Hace 50 años que escucho esa pregunta, gracias a ella siempre desconfié de los apellidos ilustres.
Si me dirán ustedes que hay tipos más ricos, que Batistuta es dueño de medio Santa fe, igual que Del Sel, y los Grobo. Que los apellidos han sido contaminados por pizzas y paellas diversas. Que los extranjeros se hicieron su agosto en estas dos últimas décadas quedándose con enormes bellezas naturales. Si señores, pero como dirían Sabato y Schvarzer en sus trabajos sobre  la clase dominante, todo eso son paparruchadas, es que la guita está más fácil en otro lado, en desarrolladores inmobiliarios como O´Reilly o medios de comunicación o vaya a saber en que, en cada momento. Pero estos tipos a los que toda la Clase Media envidia, siguen allí. Y si no los descubrimos, no prendemos la luz y los sacamos de las sombras, nos seguirán cagando. O quién era el asesor de prensa de la Minera Barrick hace 10 años. ¿Alguien recuerda su apellido?. A cuantos periodistas esquelenses se les caía la baba de verlo a Gonzalo.
Rusvi Tahan


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